Este festival es un evento multidisciplinar artístico de música contemporánea, performance, danza y cine, presentado por BienalSur2021, con producción de 4′33′' –productora de música y artes escénicas dirigida por Martín Bauer– cuenta con el apoyo de la UNTREF, el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, UNTREF Media, Fundación Proa, Fundación Santander y la colaboración de la Dirección General de Enseñanza Artística de la Ciudad de Buenos Aires, la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo y Mecenazgo. Se desarrollará entre octubre, noviembre y diciembre, con entrada gratis e inscripción previa.
Esta primera edición se desarrollará en distintas fechas distribuidas a lo largo de los tres meses en espacios públicos y salas de la ciudad de Buenos Aires.
Martín Bauer se entusiasma al hablar del Festival No Convencional y lo describe como novedoso por varios rasgos que le dan cuerpo y entidad. El primero es que ante la pluralidad de espacios que que se van a habitar, el Festival “sale al encuentro del público”, y no, a la manera tradicional. Sobre esta misma idea, Bauer le cuenta a Infobae Cultura que los espectadores, al trabajarse las obras de manera performática, circularán entre medio de los artistas. Señala que un evento de estas características, en todo sentido, desde lo conceptual, disruptivo, con amplio apoyo de entidad públicas y privadas comprometidas con el quehacer cultural, es “una respuesta a lo que sucedió en la cuarentena: salir con algo incierto”.
A continuación, la agenda completa.
El miércoles 13 de octubre, a las 19 horas se exhibirá el filme Strange and Sacred Noise, de Alejo Moguillansky en la Fundación Proa, de manera presencial y por streaming en el sitio Vivamos Cultura hasta el 4 de diciembre.
Strange and Sacred Noise de John Luther Adams es una película que fue filmada en el barrio de La Boca por Alejo Moguillansky a partir de una interpretación del grupo Tambor Fantasma. Los cuatro percusionistas tocan los intrincados ritmos de esta obra en calles, terrazas y en medio del Riachuelo, mezclándose con los sonidos del barrio. Esta versión cuenta con la participación especial de los Bomberos Voluntarios Vuelta de Rocha tocando las sirenas de sus autobombas como si fueran instrumentos musicales.
Strange and Sacred Noise (Ruido extraño y sagrado) es un ciclo de piezas para cuarteto de percusión escrito en 1997 por John Luther Adams, uno de los mayores exponentes contemporáneos de la tradición experimental estadounidense, nacido en 1953, ganador de numerosos premios, entre los que se incluyen un Pulitzer y un Grammy. Su música es frecuentemente interpretada en todo el mundo. Se inspira en la naturaleza para crear composiciones ambiciosas y de gran escala, a menudo descritas como “música ambiental”, entre ellas Inuksuit, Sila, Become O. En esta obra, el compositor combina dos de sus grandes fascinaciones: por un lado, la teoría del caos y la geometría fractal, con las que la ciencia occidental describe patrones matemáticos del mundo; y, por el otro, la contemplación de los sonidos propios de la naturaleza, en este caso en su expresión más intensa y visceral, el “ruido elemental”.
La intensidad sonora va desde lo casi inaudible hasta el extremo opuesto, con vibraciones que sacuden el cuerpo y sumergen a la audiencia en la presencia absoluta del sonido, incorporando las repercusiones acústicas del espacio y los sonidos del ambiente natural o urbano en el que transcurre el concierto. Con una duración aproximada de 75 minutos, la obra se divide en seis partes que involucran distintas combinaciones tímbricas: redoblantes, tam tams, tom-toms, bombos, placas, campanas y las sirenas de los camiones de los Bomberos Voluntarios.
El director, Alejo Moguillansky, nació en 1978 y se graduó en la Universidad Nacional del Cine (FUC), es, además, montajista, guionista, intérprete, productor ejecutivo y socio fundador de la productora independiente El Pampero Cine. Entre sus obras más reconocidas figuran Castro (2009), El loro y el cisne (2013) y La vendedora de fósforos (2017). Su largometraje Por el dinero (2019) fue estrenado en el festival de Cannes.
Sus intérpretes, Tambor Fantasma son un grupo de ensamble de percusión especializado en música contemporánea de los más reconocidos de Latinoamérica. Fue fundado por Bruno Lo Bianco en el año 2015. Entre sus conciertos se destacan los estrenos de obras de Phillippe Manoury, Gerard Grisey, Beat Furrer, Steve Reich, Mark Fell, Martín Matalón, Mariano Etkin, entre otros tantos, y se han presentado en las salas del Teatro Colón, el Teatro Argentino de La Plata y el CCK.
Esta presentación cuenta con auspicio de la Fundación Proa, Proa21, UNTREF y UNTREF Media, el Museo Benito Quinquela Martín, el Distrito de las Artes, el Ministerio de Espacio Público y la Dirección General de Limpieza (DGLIM).
* FUNDACIÓN PROA, en Av. Pedro de Mendoza 1929, C. A. B. A.
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El sábado 16 de octubre, a partir de las 14 horas, se representará Palabras ajenas, de León Ferrari, con la actuación de Rafael Spregelburd, Analía Couceyro, María Inés Aldaburu, Franco Torchia, Víctor Torres, Martín Kohan, Lisandro Rodríguez y Oscar Aráiz –en el papel de Dios, un gusto que se han dado para ello, cuenta Bauer a Infobae Cultura– acompañados por 41 performers –estudiantes y egresados de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático y el Centro de Capacitación Artístico Profesional–, una performance creada por León Ferrari en los 60. Palabras ajenas es la puesta en espacio de un collage musical literario de textos y discursos, por medio de los cuales el artista denuncia la violencia hegemónica en occidente ejercida en la complicidad de instituciones gubernamentales, militares, religiosas y mediáticas.
Bajo la dirección de Martín Bauer y las participaciones del percusionista Bruno Lo Bianco, el artista sonoro Mauro Zanolli y foley a cargo de Leyla de la Hoz, se embarcan en esta obra única de nueve horas de duración en la que el espectador podrá, entrar y salir de la sala en cualquier momento del espectáculo. Esta performance fue creada por León Ferrari entre 1965 y 1967 y está armada como una suerte de collage literario conformado por extractos de incontables textos, en su mayoría noticias o manifiestos históricos, que el artista montó como un extenso diálogo imaginario a partir de fragmentos tomados de discursos de diversos personajes históricos.
Valiéndose de sus palabras, explicita la historia de la violencia ejercida por Occidente fruto de la complicidad entre el poder político, religioso y mediático tema crucial en las obras de Ferrari. Escrito en el comienzo de la era de la comunicación de masas, los experimentos textuales de Palabras ajenas reverberan con los problemas actuales en torno a libertad de expresión o con el paradójico ascenso democrático de los gobiernos neofascistas en occidente. Aunque se publicó por primera vez como una reacción contra la Guerra de Vietnam, continúa teniendo resonancias actuales.
Esta versión explora la riqueza de posibilidades performáticas y sonoras que ofrece el guion, jugando con sus múltiples variaciones e intensidades y actualizando su contenido. Debido a la complejidad y a la extensión del texto, muchos lo concibieron inicialmente como una obra de arte puramente conceptual: el guion de una obra imposible. Ferrari instruye al director para que la obra comience antes de que llegue el público y continúe después de que este se vaya, concediendo la posibilidad de repetir el texto en su totalidad, o por fragmentos, hasta que todos se hayan ido. Esta exploración del tiempo y la forma recuerda también los experimentos de músicos como Erik Satie en Vejaciones. Como resultado, la representación es un esfuerzo colectivo en el que el público se involucra en el desarrollo de la pieza y en la marcación del tiempo a través de su curiosidad e interés.
Hasta hace pocos años, solo había sido llevado a escena dos veces, en Londres en 1968 y en Buenos Aires en 1972, en ambos casos de manera parcial. Y recientemente, por primera vez, una versión completa de Palabras ajenas circuló por España, Brasil, Estados Unidos y México pero no llegó a Argentina, por lo que este es el estreno de la versión completa en nuestro país.
La entrada es gratuita, con reserva previa reserva a partir a través del Espacio Xirgu. Versión de Leandro Martínez Depietri, Rodrigo de Caso y Martín Bauer. Dirección de Martín Bauer.
* XIRGU Espacio UNTREF, Chacabuco 875, C. A. B. A.
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El viernes 29 de octubre es la última presentación del mes, y cierra con un concierto, a las 20 horas, de la agrupación Tambor Fantasma –Bruno Lo Bianco, Oscar Albrieu, Gonzalo Pérez Terranova, Daniela Cervetto y Eduardo Nicoleau– que interpretarán Le noir de l´etoile, de Gerard Grisey, en el jardín del Planetario. Esta composición es una obra emblemática basada en el fenómeno astronómico de los pulsares, está escrita para seis percusionistas que rodean al público interpretando ritmos derivados de las frecuencias de oscilación de esos pulsares. Antes del concierto, la astrofísica argentina Gloria Dubner introducirá el tema, lo que, cuenta Bauer a Infobae Cultura, constituye un acercamiento a la ciencia.
Le noir de l´etoile fue compuesta entre 1989-1990, y es una obra emblemática que reúne música y ciencia, basada en el fenómeno astronómico de los pulsares Vela y 0359-54, cuyas emisiones, al ser captadas desde la Tierra y transformadas en señales acústicas, producen ritmos sorprendentemente estables que Grisey integra a su composición.
Para su concepción, el compositor trabajó muy de cerca con el astrofísico francés Jean Pierre Luminet, una figura fundamental a la hora de transmitir las inquietudes de esta singular composición. Tradicionalmente, el concierto es presentado por científicos que explican los fenómenos astronómicos que forman parte de la obra, como en esta oportunidad hará Dubner. Se desarrollará en el parque que rodea al Planetario, donde se dispondrá un sector de sillas reproduciendo aproximadamente la distribución radial de la sala del observatorio y se montarán seis escenarios elevados rodeando al público, donde estarán los intérpretes. La obra tiene una duración aproximada de sesenta minutos.
Gerard Grisey vivió entre 1946 y 1998, estudió en el Conservatorio de Trossingen y en el Conservatorio de París, donde recibió una formación clásica. Luego, composición con Olivier Messiaen, con Henri Dutilleux (en la École Normale de Musique) y aprendió técnicas electroacústicas con Jean-Étienne Marie. Los seminarios de Ligeti y Stockhausen en Alemania y los cursos acústicos de Emile Leipp a los que asistió en París sentaron las bases de su enfoque científico del fenómeno sonoro. A la par de su carrera como compositor, desde 1982 fue profesor de composición en Berkeley hasta 1986 y luego en el Conservatorio Nacional de Música de París.
* PARQUE TRES DE FEBRERO, junto al Planetario, Av. Sarmiento s/n, C. A. B. A.
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Ya en noviembre, en la Fundación Santander del barrio de San Telmo y en el marco de ArteBA, un grupo de 58 músicos, estudiantes de distintas instituciones, interpretará Cincuenta y ocho, una partitura de John Cage creada para 58 instrumentos de viento, bajo la dirección de Rodrigo de Caso. Lo interesante y novedoso, le comenta Martín Bauer a Infobae Cultura, de que sea ejecutada por estudiantes es que, por un lado se les brinda la posibilidad a artistas en formación de experimentar una actuación de alta exigencia, estimularlos y da cuenta de que la formación que presentan los habilita a hacerlo y de que la condición de estudiantes no resiente en lo absoluto la sofisticación de la obra.
El concierto es el sábado 6 de noviembre a las 19 horas, con entrada gratis y reserva previa a partir del sábado 30 de octubre a través de la página de la fundación.
En el marco de ArteBA, en colaboración con la Fundación Santander, el Ministerio de Cultura y la Dirección General de Enseñanza Artística (DGEART), se presentará en el mismo acto, además, el libro Escribir en el agua. Las cartas de John Cage, editado por Gerardo Jorge (Caja Negra).
Cincuenta y ocho fue compuesta en 1992 para 58 instrumentos de viento y tiene una duración aproximada de 50 minutos. Las 48 piezas numéricas de John Cage fueron compuestas en los últimos seis años de su vida, entre 1987 y 1992. La mayoría están escritas para instrumentos tradicionales, dispuestos en una situación de concierto no convencional. El título no refleja un orden de composición, sino la cantidad de intérpretes de cada una. Como suele ser el caso en la música de Cage, las piezas numéricas se basan en profundas reflexiones conceptuales. En este caso, el compositor ofrece una metáfora musical que interroga la posibilidad de una sociedad en la que los individuos vivan en armonía sin necesidad de sacrificar su libertad personal.
Rodrigo de Caso, el director, es compositor, violinista, pianista y productor musical. Se especializa en el repertorio Barroco y Contemporáneo. Dentro del ámbito académico, ha participado como docente en la Universidad Nacional de La Plata, en las cátedras de Conjuntos Vocales e Instrumentales de Lenguajes Contemporáneos, Lenguaje Musical Tonal, y Dirección Coral (estilística Barroca). Ha integrado como instrumentista el Ensamble de Música Contemporánea del DAMUS-UNA, bajo la dirección del Mtro. Santiago Santero. En el ámbito de la producción, ha sido asistente musical de la Dirección de Estudios en el Teatro Colón, coordinador artístico del Programa Colón Contemporáneo, coordinador artístico en el Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea del TGSM y director de Estudios Musicales del Teatro Argentino de La Plata.
* FUNDACIÓN SANTANDER, Av. Paseo Colón 1380, C. A. B. A.
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El 24 y el 25 de noviembre se presenta la performance Daimon, del coreógrafo Luis Garay con la boxeadora Karen la Burbuja Carabajal –campeona argentina y latinoamericana superpluma de la Confederación Mundial de Boxeo–. Lo inédito de este espectáculo, como dice Martín Bauer es que es un hecho inédito, hasta lo que él recuerda, que se presente en la Federación Argentina de Boxeo un evento que no sea deportivo.
Daimon es una performance coreográfica. En las penumbras de la sala, sobre una plataforma iluminada que sugiere un pedestal escultórico, un altar minimalista, o un ring de box, la deportista se bate en lucha durante una hora contra un enemigo desconocido. En la jerga del boxeo, a esto se le dice “hacer sombra”: tirar golpes al aire, fingiendo que se está frente a un rival. Esos son el territorio y la metáfora, y en esa tensión se organiza el ritmo preciso e hipnótico de la danza, como un ritual de pasaje bajo la tutela del “daimón”, el que asegura el tránsito entre lo humano y lo divino, preservando el misterio de aquello que, aunque no se da a ver, requiere de una entrega absoluta. El placer, el vacío, la disciplina, la iteración y el tiempo reflejan formas contemporáneas de vernos en el espejo de la técnica. El resultado es una performance física tan explosiva como introspectiva y una estética tan primitiva como sofisticada.
Luis Garay es un coreógrafo y artista del movimiento nacido en Colombia y radicado en Argentina, interesado por los vínculos entre la filosofía, la escultura y la performance. Su trabajo es conocido por su rigor conceptual, extrema calidad física y búsqueda de nuevas comprensiones del cuerpo. Sus obras se presentaron recientemente en Brasil, Japón, Francia, Polonia, España, Austria, Chile y Estados Unidos y es artista asociado con Latitudes Contemporaines, de Francia.
Daimon se presenta el miércoles 24 y el jueves 25 de noviembre a las 20:30, con entrada gratuita con reserva previa a partir del miércoles 17 de octubre a través de Vivamos Cultura
* FEDERACIÓN ARGENTINA DE BOXEO, en Av. Castro Barros 75, C. A. B. A.
Por último, el Festival No Convencional cierra con la exhibición al aire libre y en el espacio en el cual transcurrió la ficción, dos películas:
La Mary, de de Daniel Tinayre, con Susana Giménez y Carlos Monzón, en la explanada de la Fundación Proa a las 20 horas, el 3 de diciembre.
Mercado de Abasto, de Lucas Demare, con Tita Merello y Pepe Arias, en el Pasaje Carlos Gardel, el 4 de diciembre.
Reserva de localidades a través de Vivamos Cultura.
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