La belleza del día: “Duele esperar con amor si el amor está en otra parte”, de Friedensreich Hundertwasser

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

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Friedrich Stowasser (1928-2000), más conocido como Friedensreich Hundertwasser, fue un artista austríaco multifacético (pintor, arquitecto, escritor, performer, diseñador de estampillas) adelantado a su tiempo y un activo militante del ecologismo, algo que se filtró en toda su obra. Adoptó el prefijo Sto (en checo significa “cien”) que es lo mismo que “Hundert” en alemán, siendo esta la razón por la que es denominado Hundertwasser o Stowasser. El nombre de Friedensreich tiene el significado de “lugar de paz” o “reino de la paz” (en el sentido de ‘relajado’).

Nació en Viena en una familia de madre judía y padre protestante. Con la llegada del nazismo su madre decidió bautizarlo para salvarlo y lo alistó en las juventudes hitlerianas. Aun así estaba obligado a usar el brazalete amarillo que lo identificaba como judío y vivió escondido en un sótano hasta 1944, cuando ya era evidente que los judíos desaparecían de la noche a la mañana. Cuando terminó la guerra estaba en un estado grave de desnutrición y fue enviado a vivir al campo, pero el resto de su familia fue delatada y asesinada por los nazis.

Desde muy joven fue inspirado por el trabajo de Egon Schiele, y su estilo a menudo es comparado con el de Gustav Klimt. Su principal inspiración eran las espirales, y llegó a denominar a la línea recta como la “herramienta del diablo”. Empleó los colores fuertes y las formas orgánicas. En sus cuadros y en sus edificios prácticamente no existen las líneas rectas: “La utilización ciega, cobarde y estúpida de la línea geométrica recta ha convertido nuestras ciudades en baldíos desolados desde el punto de vista estético, espiritual y ecológico”, consideraba. Denominó a su teoría del arte “transautomatismo”, basada a su vez en el surrealismo automático.

Hundertwasserhaus, los apartamentos de bajo costo en Viena diseñados por Hundertwasser (Pixabay)
Hundertwasserhaus, los apartamentos de bajo costo en Viena diseñados por Hundertwasser (Pixabay)

Hundertwasser adquirió notoriedad por sus pinturas de múltiples colores, y hoy en día es muy conocido por sus diseños arquitectónicos revolucionarios, que suelen incorporar características de los paisajes naturales, mediante el uso de formas irregulares en el diseño de sus edificios. Arquitectura y colorido se evidencian en su obra Duele esperar con amor si el amor está en otra parte en la que también refleja un modo de vivir citadino en construcciones muy compartimentadas. Esta pintura realizada en tinta sobre papel y serigrafía a color de 16 por 26 pulgadas se encuentra en el Indianapolis Museum of Art.

¿Qué ocurre cuando un sistema social priva a una parte o al conjunto de una sociedad de la libertad para imaginar y ayudar a crear un tipo de alojamiento? ¿Cómo desarrollar un pensamiento en situaciones de persecución, cuando las administraciones dificultan el acceso al alojamiento? Estas y otras cuestiones influyeron en el arte y el pensamiento de quienes, en una Europa devastada física y moralmente por la Segunda Guerra Mundial, imaginaron un mundo donde personas, urbanismo y naturaleza pudieran resurgir con su arraigo e idiosincrasia. Es el caso de Friedensreich Hundertwasser.

A partir de 1950, Hundertwasser desarrolló una serie de ensayos en contra de la arquitectura racional, la ortogonalidad y los espacios “inhumanos” que alejaban al hombre de su medio ambiente natural. Su arquitectura amable y colorida fue en ocasiones tachada de caricaturesca y kitsch, acusaciones también vertidas contra Gaudí. Hundertwasser construyó más de 30 obras, incluyendo viviendas, museos, iglesias, jardines infantiles y restaurantes, rompiendo la línea recta para entregarles a sus habitantes “un espacio para amar”.

Detalle de balcón en la casa Hundertwasser (Pixabay)
Detalle de balcón en la casa Hundertwasser (Pixabay)

Los denominados Hundertwasserhaus son apartamentos de bajo costo en Viena, cuyos pisos ondulantes constituyen la principal característica (“un piso ondulado es una melodía para los pies”), tejados recubiertos de tierra y vegetación, y grandes árboles creciendo dentro de las habitaciones, con sus ramas extendiéndose por las ventanas. El artista nunca cobró por el diseño de dichos edificios.

Para Hundertwasser, la miseria humana era el resultado de una arquitectura monótona, estéril y repetitiva, generada por una producción industrial mecanizada; en sus discursos llamaba a boicotear este tipo de arquitectura y exigía, en cambio, la libertad creativa de la construcción y el derecho a la individualidad. A través de su obra, Hundertwasser promovió una ideología en armonía con la naturaleza y con un fuerte compromiso ecológico desde su concepción. De esta manera impulsó inéditas campañas para la preservación del hábitat natural y una vida en conformidad con las leyes de la naturaleza. Escribió numerosos artículos y dio una gran cantidad de conferencias en favor de la protección de la naturaleza, incluyendo la energía nuclear y el rescate de los océanos, las ballenas y la selva tropical.

Kuchlbauer-Turm, Abensberg, Alemania. La lucha de Hundertwasser contra la línea recta (Pixabay)
Kuchlbauer-Turm, Abensberg, Alemania. La lucha de Hundertwasser contra la línea recta (Pixabay)

El 14 de febrero de 1981 pronunció un discurso en la ceremonia de entrega del Gran Premio de Austria a las Artes Visuales, en el que señalaba que “el arte de hoy en día es una degeneración. Hace mucho tiempo que los artífices y tratantes de lo artístico no son ya los artistas propiamente dichos, sino una pequeña “mafia” internacional, compuesta de intelectuales frustrados, frustrados porque tales imposturas no interesan al gran público y tampoco les contentan a ellos mismos. Esos artífices y tratantes, que hacen de directores de museos, de periodistas y teorizadores, son parásitos de nuestra sociedad. Nuestro auténtico enemigo es esa necedad incapaz de distinguir lo verdadero de lo falso. Habría que detener y encerrar en la cárcel a todo director de museo que gastase fondos públicos comprando mamarrachos”.

Hundertwasser fue conocido por su performance art, en el que, por ejemplo, se puede ver cómo aparece en público desnudo promocionando un toilette más ecológico y ahorrativo de agua. En 1972 publicó otro manifiesto, Your window right - your tree duty, en el que sugería que plantar árboles en entornos urbanos debía ser obligatorio.

Nómada, Hundertwasser vivió en cientos de lugares, casi siempre sin dinero pero creando arte. Recibió la Condecoración de Oro por Servicios a la Ciudad de Viena y la Gran Condecoración de Honor por Servicios a la República de Austria. Murió el 19 de febrero de 2000 en Nueva Zelanda.

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