Todos los años, por estas fechas, el mundo de las letras es confrontado con una gran incógnita proveniente de Suecia. Sabido es el hermetismo que maneja el comité encargado de distinguir al autor que alzará el premio Nobel de Literatura, por eso no es novedad que a menos de una semana de su anuncio el final aparezca –una vez más– especialmente abierto. No obstante, algunos arriesgan que en esta oportunidad el ganador será un escritor no occidental.
Hay algunas razones para suponer esto: a excepción del británico Kazuo Ishiguro, que nació en Japón y obtuvo el Nobel en 2017, los laureados de los últimos nueve años fueron europeos o norteamericanos, desde Bob Dylan a Peter Handke o la poeta estadounidense condecorada el año pasado, Louise Glück. Una imagen que en cierto modo contradice el conocido criterio bienpensante e inclusivo de la academia sueca.
“Creo que quieren descubrir a un genio de un lugar que ha sido marginado hasta ahora. Lo podríamos llamar colonialismo positivo”, consideró Jonas Thente, crítico literario del diario sueco Dagens Nyheter, en referencia a la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. Otros apuestan para el anuncio que tendrá lugar el 7 de octubre próximo por el surcoreano Ko Un, el keniano Ngugi wa Thiong’o y el chino disidente Can Xue, además del indio Vikram Seth, el mozambiqueño de habla portuguesa Mia Couto y el opositor chino Liao Yiwu.
En pleno cuestionamiento del poscolonialismo, también se menciona a la caribeña estadounidense Jamaïca Kincaid y a la francesa de la isla de Guadalupe Maryse Condé, consignó la agencia de noticias AFP. Tampoco hay que desestimar la posibilidad de que la academia se pronuncie de algún modo frente a los recientes hechos en Afganistán, optando por dar el premio a algún escritor que desnude al fundamentalismo islámico, como el indio-británico Salman Rushdie o incluso el francés Michel Houellebecq.
¿Tendrá esta vez alguna chance el escritor argentino César Aira, cuyo nombre sonó entre los candidatos en las últimas ediciones? Hay que remontarse a 2010 para señalar al peruano Mario Vargas Llosa, la última pluma latinoamericana en recibir este galardón.
No deja de aparecer en la lista de candidatos el japonés Haruki Murakami, siempre citado y nunca premiado, mientras que en Europa, la rusa Ludmila Ulitskaya, el húngaro Peter Nadas, el mencionado Houellebecq y el albanés Ismael Kadaré vuelven a figurar como favoritos, al igual que las canadienses Anne Carson y Margaret Atwood y las estadounidenses Joyce Carol Oates y Joan Didion. Thomas Pynchon es otro eterno candidato, aunque su último libro es de 2013.
Para los responsables del Nobel, que este año cumple 120 años de existencia, el escenario epidemiológico todavía impide que estén dadas las condiciones de realizar su tradicional gala en Estocolmo como cada 10 de diciembre, por lo que decidió que tanto los ganadores del premio Nobel de Literatura como los de Física, Química, Economía y Medicina de 2021 reciban el premio en sus países y no en la capital sueca, como ocurrió siempre a excepción del año pasado y de la Segunda Guerra Mundial. En el caso del premio de la Paz, que los entrega Noruega, existe todavía una pequeña posibilidad de que sea entregado en mano propia en Oslo.
Los ganadores del Nobel de Literatura de los últimos diez años fueron: Louise Glück (EEUU) en 2020; Peter Handke (Austria) en 2019; Olga Tokarczuk (Polonia) en 2018; Kazuo Ishiguro (Gran Bretaña) en 2017; Bob Dylan (EEUU) en 2016; Svetlana Alexievich (Bielorrusia) en 2015; Patrick Modiano (Francia) en 2014; Alice Munro (Canadá) en 2013; Mo Yan (China) en 2012 y Thomas Transtromer (Suecia) en 2011.
Con información de Télam
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