La quinta edición del Mundial de Escritura llegó a su fin. Con miles de participantes de todas partes del mundo, esta iniciativa independiente organizada por Santiago Llach es una competencia de escritura online que se realiza cada tres meses y tiene como objetivo principal incentivar el hábito de la escritura y la edición entre pares.
Después de dos semanas intensas de escritura de prosa (y una optativa de poesía), los textos y poemas de los participantes fueron leídos por tres rondas de prejurados y jurados, que definieron a los equipos, poemas y los textos en prosa ganadores de cada categoría: general, adolescentes y niños. Además, en esta edición, se sumó el premio al goleador para la persona que alcanzó, en promedio, la mayor cantidad de caracteres escritos por día.
Categoría general
El jurado conformado por Amy Fusselman (Estados Unidos), Lina Meruane (Chile) y Jorge Volpi (México) definió los textos ganadores de la categoría general, junto con el voto proveniente del público.
El ganador individual fue el colombiano Alejandro Molano, la goleadora de esa categoría la venezolana Paolina Noriega, y el equipo ganador, Bulgar@s, tiene a sus integrantes repartidos en la ciudad de Buenos Aires y alrededores. El equipo ganador se define teniendo en cuenta la efectividad (qué porcentaje de sus miembros escribieron cada día un mínimo de 3.000 caracteres) y el puntaje obtenido por los textos y poemas finalistas.
El texto ganador de Molano, “El viento en los aleros”, es para Jorge Volpi “un texto con fuerza y dirección, bien resuelto, que traza sutilmente las consecuencias de la violencia y el desamparo”. Alejandro tiene 41 años, es de Tunja, Colombia, y ha trabajado en el sector del libro y bibliotecas, liderando proyectos de lectura y escritura en su país.
El segundo lugar de la categoría general de prosa fue para Soledad Brea con “Opuestos por el vértice”. Lina Meruane lo describe como “el bello y áspero relato de un viaje en el pasado y de un arrepentimiento en el presente; simple en apariencia, cada frase se va volviendo un martillazo en la conciencia, y a medida que avanza se va revelando su dolorosa complejidad”. Soledad tiene 32 años, es biotecnóloga y bióloga molecular, doctora en Ciencias Biológicas y actualmente trabaja como becaria postdoctoral en el CONICET.
El tercer lugar de esta categoría fue para el texto “Agosto era un páramo”, de José Silberman, un ingeniero de 51 años que nació en La Pampa y comenzó a escribir con los Mundiales. Su equipo, Cardumen, fue el subcampeón de esta edición del Mundial. Además de José, forman parte del equipo Facundo Landivar, Yael Rosenfeld, Miguel Arrondo, Lucila Goldin, Leonardo D’Espósito, Alejandra Patricia Díaz, María Fernanda Bertero, Marisa Dettori y Gustavo Aspitia.
El equipo subcampeón de la categoría general fue Cardumen, conformado por participantes de Montevideo (Uruguay), Buenos Aires, Córdoba y Corrientes (Argentina). El tercer lugar fue para Fundación Phoenix, conformado por participantes de Buenos Aires, Córdoba, San Luis y Corrientes.
La goleadora de la categoría general fue Paolina Noriega, con un promedio de 32.627 caracteres diarios durante las dos semanas de escritura de prosa. Paolina vive en la ciudad de Cumaná, en Venezuela, y se encuentra finalizando la carrera de teatro en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE).
Categoría adolescentes
La categoría adolescentes también tuvo sus tres ganadores. El jurado, conformado por Ana Catania, María José Navia y Julia Moret, eligió en primer lugar el texto “Receta de cuarentena”, de Valeria Deluca (17). Para Navia, “entramos en el texto pensando que leeremos una receta con la que se jugueteará narrativamente, pero es tanto más. Con el paso de las líneas la historia va creciendo: hay un puñado de infinito aquí”.
Valeria tiene 17 años, es de Ingeniero Maschwitz y está cursando el último año del secundario y, al mismo tiempo, haciendo el ingreso para la carrera de Letras. “Me enteré del mundial por redes sociales, a través de una conocida que también escribe poemas. La experiencia fue desafiante, ya que por lo general mis tiempos de escritura son más dilatados, y dependen mucho de lo que esté escribiendo”.
El segundo lugar fue para Pablo Ontivero (16) con el texto “Diario de dos convivientes” en el que, para Ana Catania, “convive lo preciso de la prosa con lo etéreo de la poesía, logrando así un resultado encantador. Los personajes se despliegan en su singularidad”. “Abismo”, de Julieta Arena (18), estudiante de la carrera de Artes de la Escritura, obtuvo el tercer lugar. Para María José Navia, se trata de “un relato que logra contrabandear belleza en el miedo. Brutal”.
En esta categoría, la goleadora fue Milca Palomino, con un promedio de 70.950 caracteres diarios. Milca tiene 14 años, vive en Irapuato, México, y es una apasionada de la lectura: “Con esta contingencia me volví amante de los libros, no podía dejarlos de leer. Comencé a escribir cuando no me gustaban los finales de las historias que leía”.
Poesía
Tess Gallagher (Estados Unidos), Mónica Nepote (México) y Piedad Bonnett (Colombia), junto con el voto del público, definieron a los ganadores de la semana de poesía. “Murciélagos”, de Lucila Hernández, obtuvo el primer puesto. Lucila nació en 1979, vive en Buenos Aires y es poeta. Participó de talleres literarios con Marcos de Soldati y coordina círculos de lectura para mujeres. Para Gallagher, a través del poema “se invita al lector a despegar de la tierra y volar al final del poema, que es asumir un poder supremo de este ser una vez aterrador: el murciélago”.
Piedad Bonnett coincide en que el poder del poema se da hacia el final, “que lo resignifica totalmente, y muestra una enorme capacidad de vincular lo aparentemente lejano (el murciélago visto a través de los fríos datos de internet) con lo íntimo, valiéndose del recurso del sueño”. Para Mónica Nepote, es un poema “bien construido, misterioso y bien resuelto, bordea la narrativa aunque no deja se proponerse como un objeto poético que en la economía de su lenguaje o la precisión de su estructura hace que cada corte distienda un efecto de corte-dinamita”.
El segundo lugar fue para “Perdido”, de Matías Rivarola. Matías nació en 1980 en Chaco, estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional del Nordeste y participó en algunas antologías de cuentos. El tercer lugar de poesía lo obtuvo “Será”, de Paula Page. Paula vive en Benavídez, Buenos Aires, tiene 51 años y es publicista, redactora y diplomada en Gestión Editorial.
Categoría niños
El jurado –conformado por Ignacio Martínez (Uruguay), Llanos Campos Martínez (España) y Chanti (Argentina)– definió tres ganadores. Entre los textos de jugadores de 6 a 9 años, el primer lugar fue para “¿Qué comen los lobos?”, de Camila Besteiro. Para Llanos Campos, “partiendo de los cuentos clásicos la (creo) autora da una vuelta de tuerca a las historias ya conocidas, y plantea algunas cosas interesantes que tienen que ver con la corrección a la que nos abocan estos tiempos, la búsqueda de tu lugar en el mundo, las segundas oportunidades y la superación de prejuicios”. Camila tiene 6 años y vive en La Plata; está en segundo grado y cuenta que si bien la experiencia del Mundial le resultó desafiante, también se divirtió muchísimo.
En la subcategoría de 10 y 11 años, el texto “Quejas en la biblioteca”, de Augusto Clemente, obtuvo el primer puesto. Augusto es de Rosario y tiene 11 años. Está cursando quinto grado y sus personajes favoritos son Natacha de Luis Pescetti, Francisco de Andrea Ferrari, el Sapo Ruperto de Roy Berocay y Gerónimo Stilton de Elisabetta Dami. Para Ignacio Martínez, el texto de Augusto es un “lindísimo cuento, original, audaz, imaginativo. La idea de que los personajes de determinados cuentos pasen un tiempo en otros es realmente muy inspiradora para infinidad de creaciones”.
Por último, en la subcategoría de niños de 12 y 13 años el texto “El boletín”, de Olivia Naiderman, obtuvo el primer lugar. Olivia tiene 12 años, vive en Buenos Aires con su mamá, su papá, su hermana menor y una gata. “Me gusta mucho leer y mi sueño es una biblioteca de pared a pared y tan alta que toque el techo”, cuenta Olivia. Para Chanti, el cuento de Olivia se trata de una “original propuesta escrita como una nota del equipo docente de una escuela a los padres de Lucifer. Sorprende y divierte por esa mezcla entre lo cotidiano y lo demoníaco”.
El equipo ganador de la categoría niños fue Los animaletras, integrado por Juana Valentina Escalante Vidal (10), José Altamirano (10), Benjamín Fiochetta (10), Eugenia Díaz (10), Jana Calderón (10), Thiago Molina (11), Florencia Tillar (11), Delfina Tornello (10) y Lautaro Tello (6). El segundo puesto fue para el equipo Los Grimm y el tercero para Los sauces boxeadores, un grupo conformado por estudiantes de la localidad de Funes, en Santa Fe.
Todos los textos ganadores y finalistas se pueden leer en https://mundialdeescritura.com/.
El 20 de octubre comienza la inscripción para la sexta edición (¡y tercera de este año!) y, esta vez, los lugares y los espacios serán los protagonistas de las propuestas de escritura. A diferencia de ediciones anteriores, la etapa de escritura será de una semana y los participantes tendrán más tiempo para editar y corregir sus textos y, como siempre, la escritura estará acompañada por un ciclo de charlas y talleres virtuales con escritores de distintos lugares del mundo.
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