Ya pueden visitarse cuatro nuevas muestras de esta tercera edición de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur (Bienalsur). En la ciudad de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes inauguró la muestra Kimsooja. Nómada, que presenta por primera vez en la ciudad la obra de la artista coreana Kimsooja, referente internacional del arte conceptual multimedia y del videoarte. Por otro lado, la ciudad de Santa Fe es la sede de tres muestras sobre el arte textil en Santiago del Estero y Tucumán.
En la sala 33 del Bellas Artes, la exposición reúne fotografías, instalaciones, objetos y videos de la creadora coreana, donde los bottaris –bulto constituido por una manta colorida que envuelve una selección de objetos significativos para sus poseedoras– son omnipresentes. Además, se proyecta sobre una pared de la sala su emblemática “Mujer aguja”, video estrenado en el CCA Kitakyushu en 1999. En el audiovisual, la artista, de espaldas a la cámara, aparece en Tokio, Shanghái, Delhi, Nueva York, Ciudad de México, El Cairo, Lagos, Londres, Patan y Nepal, lugares de conflictos irresueltos que la artista trata de sanar metafóricamente mediante la aguja.
La obra de Kimsooja busca despertar la autoconciencia y la conciencia del ser con otros. La artista investiga temas vinculados con la condición humana, al tiempo que aborda cuestiones como la estética, la cultura, la política y el medioambiente. Según describió Diana Wechsler, directora artística de la bienal y curadora de esta muestra, la producción de Kimsooja “tiene que ver con el encuentro con la dimensión humana y el poder coser territorios, recuperando una práctica del ámbito doméstico femenino. Y ese coser territorios que atraviesa su obra se vincula con esta vocación de BIENALSUR de traspasar fronteras, y unir espacios y horizontes culturales diversos”.
Siguiendo los ejes curatoriales “Tránsitos y migraciones” y “Modos de habitar”, la exposición del Bellas Artes se suma a los otros dos capítulos del proyecto “Kimsooja en Buenos Aires” de BIENALSUR, con curaduría de Wechsler, que busca establecer enlaces, nuevos sentidos, y empatizar con y en diferentes culturas y sociedades: el “Capítulo 1: Kimsooja. El encuentro con el otro”, ya inaugurado en el MUNTREF Sede Hotel de Inmigrantes, y el “Capítulo 3: Kimsooja. Una experiencia interior”, que podrá verse desde el 21 de septiembre en el Centro Cultural Coreano.
En el Bellas Artes, Kimsooja. Nómada se exhibe en la sala 33 del primer piso hasta el 21 de noviembre. La muestra puede visitarse, con entrada gratuita, en los horarios del Museo: jueves a domingo, de 11 a 18, solo con turno previo gestionado en el museo.
A su vez, la ciudad de Santa Fe recibe a la Bienalsur con la exposición Paraje vecino, en el Centro Experimental del Color de Estación Belgrano, y las muestras ¿Cómo llegan las flores a las telas? y Manos randeras tejiendo recuerdos, que investigan el arte textil en Santiago del Estero y Tucumán, en el Museo de Artes Visuales Josefa Díaz.
Se tata de “dar vida a los espacios, activar memorias, acciones y escenas para expandir el derecho a la cultura”, dice Aníbal Jozami, director general de la tercera edición de la bienal que se desarrolla en simultáneo, de julio a diciembre, en 124 sedes de más de 50 ciudades de 23 países de los cinco continentes.
Curada por Constanza Martínez, ¿Cómo llegan las flores a las telas? es una muestra colectiva de piezas textiles creadas en Santiago del Estero por artistas contemporáneos como Chiachio & Giannone, Ricardo Paz, Luis González Palma, Emma Herbin, Nushi Muntaabski y Ariadna Pastorini que investigan cómo los manuales europeos de bordados llegados a la provincia en 1950 reconfiguraron la iconografía andina generando mantas que conviven con cestos florales rococó y grifos medievales.
Los tejidos producidos por teleras en medio del árido monte santiagueño dialogan a su vez con las piezas de Manos randeras tejiendo recuerdos, una muestra en la que randas y randeras de hoy eligen una pieza realizada por una tejedora de otro tiempo, para retejerla con sus mirada actual.
La exposición está curada por Alejandra Mizrahi, quien fundó el Museo Móvil de la Randa en El Cercado, una localidad rural de Monteros, en Tucumán, para acercar el trabajo textil de las randeras a otros públicos y geografías. Ambas exhibiciones podrán verse hasta el 31 de octubre, de miércoles a sábados, de 9:30 a 12:30 horas y de miércoles a domingos de 16 a 19 en San Martín 2068, en la ciudad de Santa Fe.
Por otra parte, Florencia Horn, Laura Hotham, Valeria Barbero, Ángeles Rivero y Luciano Giardino exponen en Paraje vecino la resultante del trabajo conjunto y en diálogo con piezas de los museos Josefa Díaz, Fernández Navarro y de Liro para reflexionar sobre el paraje La Boca, en el límite sur de Alto Verde, una delgada franja costera que se extiende a la vera del acceso al puerto.
El objetivo de ese trabajo fue construir nuevas visiones situadas sobre este territorio e interrogar los modos en que el lugar y sus habitantes fueron representados tradicionalmente.
Dicen los pobladores más antiguos que el barrio surgió como consecuencia de ese canal, con la llegada de los primeros trabajadores del puerto a comienzos del siglo XX. Hoy la comunidad de La Boca apenas recuerda ese pasado. La pesca es el modo de vida más difundido; las crecidas y bajantes del río Paraná regulan su pulso. Sobreviven la música y la danza folclórica como herencia de aquellos primeros pobladores venidos de diferentes puntos del país.
La exposición podrá ser vista hasta el 14 de noviembre, de martes a viernes de 9:30 a 12:30 y sábados y domingos 17 a 20 en Santiago del Estero 3166, en la ciudad de Santa Fe.
Con información de Télam.
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