El artista tucumano Tomás Saraceno participará el próximo domingo, en Berlín, de la proyección de la película Pacha, que documenta la hazaña conseguida en 2020 en las Salinas Grandes, en Jujuy, cuando la piloto Leticia Noemí Márquez remontó un globo que utiliza únicamente sol y aire, con el mensaje estampado en su cubierta de “El agua y la vida valen más que el litio”, escrito por las comunidades indígenas de la región.
Se trata del vuelo más sostenible de la historia de la humanidad, y uno de los experimentos más importantes de la historia de la aviación, obra del artista argentino, que estableció 32 récords mundiales reconocidos por la Fédération Aeronautique Internationale (FAI) y cuyo registro se verá en el Kino International, como parte del Gallery Weekend Berlín.
La proyección –que se verá seguida de un debate con el artista– recoge los detalles del momento notable logrado en la región de la llanura salina de Salinas Grandes, en Argentina, a más de 3400 metros sobre el nivel del mar, en un globo solar que se elevó utilizando solo el calor del sol y el aire: un vuelo de 667 metros de distancia que alcanzó una altitud de 272 metros sobre el suelo.
Desde hace más de una década que Saraceno lleva adelante la comunidad Aerocene, que ha lanzado colectivamente –en 126 ciudades de 43 países– esculturas aerosolares que flotan utilizando solamente el aire y el sol, sin el uso de combustibles fósiles, baterías, litio, paneles solares, helio, hidrógeno o emisiones de carbono.
La proyección del filme Pacha, un proyecto que cuando se llevó a cabo, en enero de 2020, contó con el apoyo de la popular banda de K-Pop BTS, es presentado por la galería alemana Neugerriemschneider, donde justamente inaugura la exposición No todos respiramos el mismo aire, de Saraceno, desde el sábado próximo y hasta el 31 de octubre.
Obras en diversos soportes que retratan las preocupaciones medioambientales de Saraceno conforman la exposición que, además, funciona con energía renovable y el horario de apertura de Neugerriemschneider cambia con la luz del día, reduciendo la cantidad de electricidad necesaria para alimentar la exposición, de 11 a 18 horas hasta septiembre a 10 a 17 horas hasta octubre.
Por otra parte, se ingresa a la exposición por la salida habitual de la galería, un gesto simbólico del artista para sugerir que “los discursos de ‘punto de no retorno’ sobre nuestro frágil mundo pueden superarse”, mientras que la primera obra de arte que se encontrará el visitante es la que da su título a toda la muestra, “No todos respiramos el mismo aire”, un proyecto en curso, realizado en numerosas ciudades del mundo, que visualiza la calidad del aire.
El recorrido finaliza con un espacio a oscuras, donde se despliegan diversas obras en vidrio soplado, que aluden a la respiración y su significado a través de las culturas: en quechua -explica Saraceno-, sama (aliento) y samay (respirar) también significan hacer una pausa o reiniciar; el griego pneuma se traduce como ‘aire’, ‘aliento’ y ‘espíritu’; o en inglés, la palabra spirit proviene del latín spiritus, que significa “aliento”.
Fuente: Télam
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