Pocos días después de haber sido seleccionada como finalista de los premios Sara Gallardo y Filba Medifé, la escritora entrerriana Selva Almada sumó un nuevo reconocimiento y quedó elegida entre los finalistas del IV Premio Vargas Llosa con No es un río, una novela que indaga en el universo masculino a través de los pactos y alianzas entre varones, la memoria del recuerdo de un amigo muerto y los conflictos entre locales y foráneos del monte y el río.
La recta final del Premio, impulsado por la Cátedra Vargas Llosa junto con la Fundación Universidad de Guadalajara, y dotado de 100.000 dólares para el ganador, también es compartida por la española Rosa Montero, con La buena suerte, el chileno Alejandro Zambra, con Poeta chileno, el colombiano Juan Gabriel Vásquez, con Volver la vista atrás, y la mexicana Carmen Boullosa, con El libro de Eva. Las cinco obras finalistas se conocieron luego de que en abril la organización adelantara quiénes eran los primeros doce finalistas que pasaron por una primera selección.
El resultado se conocerá cuando finalmente falle el jurado –presidido por la cronista y escritora Leila Guerriero– durante la Bienal que será en la ciudad mexicana de Guadalajara del 23 al 26 de septiembre, bajo el lema “La literatura, último refugio de la libertad”.
Según adelantaron los organizadores, el evento se realizará en el Conjunto Santander de Artes Escénicas y el escritor Mario Vargas Llosa ya adelantó que participará de la premiación.
Publicada por Penguin Random House, No es un río cierra una trilogía que la escritora entrerriana comenzó con El viento que arrasa (ganadora en su traducción al inglés del First Book Award del Festival del Libro de Edimburgo) y continuó con Ladrilleros, donde explora los vínculos entre varones en parajes de provincia, rurales, inhóspitos o naturales.
No es un río bordea la “ambigüedad”, según lo definió la autora durante una entrevista hace un año. Está narrada con reveses al pasado y al presente y construida de a tramos con historias distintas. Es una novela que habla sobre la amistad y el conflicto, sobre los vínculos entre amigos, amantes, madres e hijas, tíos, vecinos y conocidos; que habla del amor pero también de la disputa entre los locales –los que reconocen el monte con ojos cerrados– y los que lo visitan, no muy lejanos de esa geografía.
Por su parte, Poeta chileno, de Zambra, fue una de las novelas que marcó el pulso de las lecturas durante la pandemia. La novela del escritor chileno indaga en la relación entre Gonzalo, un poeta chileno que termina como profesor de literatura, y el hijo de su mujer a través de los años.
Hasta el momento, ningún narrador argentino ha logrado ganar el premio. La primera edición del certamen, en 2014, la ganó el escritor español Juan Bonilla con Prohibido entrar sin pantalones; en 2016, la obra Si te vieras con mis ojos, del chileno Carlos Franz, y en 2019 –la primera edición realizada en Guadalajara– ganó The Night (Alfaguara), de Rodrigo Blanco Calderón.
Fuente: Télam
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