10 fotos de los mejores fotoperiodistas del mundo en el festival Visa pour l’image, en Perpignan

La ciudad de Perpignan, en el suroeste de Francia, reúne todos los años a los mejores fotoperiodistas del mundo en el marco del festival Visa pour l’image, el más importante del planeta en su género. La 33ª edición de este festival de referencia, que se desarrolla desde el 28 de agosto hasta el 26 de septiembre, se compone de 25 exposiciones fotográficas, abiertas al público de forma gratuita en diferentes puntos de la ciudad.

Aunque el acontecimiento que dominó la agenda periodística mundial ha sido este último año la pandemia de coronavirus, “el planeta no se ha detenido: continúa su rotación”, planteó Jean-François Leroy, gerente general de Visa pour l’image, en la ceremonia de apertura del festival. Sus dichos quedan confirmados por las temáticas de los trabajos seleccionados para la 33ª edición del festival, que incluyen los secretos de las ballenas (Brian Skerry, del National Geographic) y las piras funerarias para muertos por covid-19 en India (Danis Siddiqui, Reuters), los 10 años de guerra en Siria retratados por el objetivo de hasta 16 fotógrafos locales o los conflictos en Tigré, al norte de Etiopía, lugar al que tuvieron acceso autorizado muy pocos reporteros, entre ellos, el fotógrafo argentino Eduardo Soteras, cuyo trabajo fue seleccionado para el festival.

En el suntuoso Hotel Pams se exhibe el fotorreportaje realizado por Soteras para la agencia AFP en la región de Tigré. Allí se libra un cruento conflicto desde noviembre de 2020, entre el ejército etíope y los rebeldes del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré.

El reportero gráfico argentino fue uno de los pocos periodistas autorizados a entrar en la zona. Según el gobierno etíope, la ofensiva contra los rebeldes debía ser rápida y sin riesgo para los civiles. Las imágenes de Soteras muestran otra realidad: destrucción y masacres como la perpetrada en Mai Kadra en noviembre de 2020, donde habrían muerto al menos 600 personas.

“Mi objetivo principal fue documentar la situación. Particularmente con el tema de Mai Kadra, hubo una gran polémica política sobre quién fue el responsable. Pero en definitiva fue una masacre. Y el discurso de la fotografía de conflicto es: ‘mire, esto no debería estar pasando hoy en día’”, aseveró Eduardo Soteras ante los micrófonos de RFI.

En las impactantes fotos, pueden verse niños que leen sobre los restos de una escuela, familiares que rezan sobre una fosa común, hambruna. El fotógrafo captó asimismo el sufrimiento de mujeres víctimas de violación y de agresiones sexuales.

“La situación de las mujeres fue lo que más me afectó. En Mekele recogimos testimonios de víctimas de violencia sexual. Una de esas fotos se ha utilizado para los afiches del festival. Es una foto muy bella, pero la historia de esa mujer es trágica y triste. Espero haber sido fiel y respetuoso con las personas que documenté”, agregó Soteras.

A pesar del covid, “nuestras sociedades –amplía Leroy– han continuado su travesía a través de otras crisis y padecido diferentes conflictos. De Birmania al Alto Karabaj y de Etiopía a Colombia, el covid-19 no ha conseguido desplazar los otros temas que, una vez más, son relatados en Visa gracias al trabajo de los fotoperiodistas”. Leroy subraya que “estos testigos impagables de cada capítulo de nuestra historia, su talento y su entrega, dependen también del cada vez más reducido número de agencias y de periódicos que, aunque el contexto económico es cada vez más difícil, siguen siendo garantía de una información contrastada y fiable, esa que solo proveen los periodistas enviados sobre el terreno”.

Es decir que, contra la desinformación y la cantidad, la información de calidad es muchas veces pagada con heridas, la muerte, la prisión o el exilio por quienes se atreven a relatarla y retratarla. Una vez más, en Perpignan, ante un público heterogéneo de profesionales, aficionados y estudiantes, Visa intenta demostrar la diversidad de la experiencia humana alrededor del mundo. Por ejemplo, el auge del deporte hasta entre nonagenarios (Los séniors del deporte, por David Burnett, de Contact Press Images) o los complejos rituales de boda en Haití (Feliz vida en pareja, por Valérie Baeriswyl, de Reuters), curiosidades más inofensivas que, por ejemplo, los desastres atribuibles al calentamiento, como “el muy considerable número de migrantes climáticos” capturados por la cámara de Abir Abdullah.

En 2021, Visa pour l’image aborda la situación de los migrantes en tiempos de covid, a través de la exposición colectiva “Doble pena, los refugiados en la crisis sanitaria”. El fotógrafo francés Guillaume Binet (Agence MYOP) participó en esta muestra con sus fotos tomadas en Haití, el país más pobre del continente americano, donde la crisis por el coronavirus fue una gota más en un mar de calamidades que afecta a una población vulnerable.

Las consecuencias trágicas del covid en India es el tema que aborda el fotógrafo Danish Siddiqui, quien falleció hace apenas unas semanas en Afganistán. Otras exposiciones reflejan conflictos duraderos como los 10 años de la guerra en Siria o el conflicto palestino.

El festival reserva también un espacio a la exploración de la naturaleza y de la fauna salvaje, así como a fenómenos propios de nuestro tiempo. Las nuevas formas de trabajo o de teletrabajo captaron la atención de Jérôme Gence. El fotógrafo francés puso su objetivo en estos nuevos “nómadas digitales” que se han instalado en países como Indonesia o Portugal, buscando un escenario exótico y soleado para trabajar.

“Estos jóvenes finalmente son el reflejo de un malestar social. Son gente que nació en sociedades donde el futuro es incierto, con tasas de desempleo altas, que ofrecen pocas cosas para los jóvenes… Esa precariedad los empuja a buscar alternativas, a trabajar en un mundo precario, pero con la sensación de que no están desperdiciando su juventud”, comentó Jérôme Gence.

Programa

Este año el profuso programa de casi un mes de duración tiene tres hitos principales. La semana profesional, con sus proyecciones y lectura de portfolios, que se celebrará del lunes 30 de agosto al sábado 4 de septiembre.

Por otro lado, del día 13 al 17 y del 20 al 24 de septiembre los escolares podrán participar en visitas guiadas directamente por fotoperiodistas y organizadores de Visa.

A las 25 exposiciones –a las que se puede acceder con entrada libre– que se presentarán hasta el 12 de septiembre se sumarán, además, las Exposiciones suplementarias que se concentran en dos fines de semana (18/19 y 25/26 de septiembre).

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