Painting with Houses (Pintar con casas), una valiosa pintura realizada en 1909 por Wassily Kandinsky, volverá a la familia de su propietario tras varios años de disputas legales sobre la obra que se vendió en una subasta en 1940, poco después de la invasión nazi en Ámsterdam. El cuadro fue adquirido en aquel momento por David Röell, director del Stedelijk Museum. “Esta es una injusticia histórica que se está corrigiendo”, dijo el viernes Simon van der Sluijs, un abogado que representó a los herederos.
El municipio de Ámsterdam dijo en un comunicado que devolverá este óleo sobre lienzo de 98 por 133 centímetros, sin una nueva decisión del comité de restitución holandés que se ocupa de los reclamos en relación con las obras de arte saqueadas, debido a “la larga duración del proceso y la importancia de corregir errores del pasado“. Van der Sluijs dijo que los herederos recibieron con satisfacción la decisión de Ámsterdam de devolver la pintura que actualmente se encuentra en el Museo Stedelijk de la ciudad. “La familia está feliz”, dijo.
El año pasado, un tribunal de Ámsterdam confirmó un fallo de 2018 del comité de restitución, en el que resolvió que la obra de arte subastada en 1940 no tenía que ser devuelta a los herederos del matrimonio Robert Lewenstein e Irma Klein, que la poseía antes de la brutal ocupación nazi de Holanda durante la Segunda Guerra Mundial.
La historia de la pintura ha llamado mucho la atención porque algunos la consideran emblemática de los cambios dentro de los Países Bajos relacionados con la forma en que el país ha manejado las solicitudes de devolución de obras que se cree que fueron saqueadas por los nazis o vendidas bajo coacción. Durante muchos años, se consideró que el país estaba a la vanguardia de los esfuerzos para devolver las obras robadas a los herederos de sus legítimos propietarios. A lo largo de la última década, los críticos se han opuesto a un criterio de “equilibrio de intereses” que la comisión utilizó en un esfuerzo por priorizar el valor de la obra para el museo frente a los reclamos de los herederos.
El fallo de 2018 dijo que la pintura no fue robada ni confiscada antes de su subasta, pero también declaró que la venta “no puede, por un lado, considerarse aisladamente del régimen nazi, pero por otro lado tiene que haber sido causada hasta cierto punto” por el deterioro de las circunstancias financieras “de los propietarios originales antes de que la Alemania nazi invadiera y ocupara los Países Bajos”.
Al anunciar la restitución el jueves en una carta, la alcaldesa, Femke Halsema, y el concejal de arte y cultura de la ciudad, Touria Meliani, destacaron la importancia de corregir los errores: “Tenemos una historia como ciudad y con ella viene una gran responsabilidad de lidiar con la injusticia y el sufrimiento irreparable infligido a la población judía durante la Segunda Guerra Mundial”. Asimismo, el Museo Stedelijk reconoció que “es posible que haya sido una venta involuntaria”.
James Palmer, fundador de Mondex Corporation, organización que trabaja, entre otros, con los herederos de Lewenstein para recuperar el arte saqueado, elogió la “decisión valiente” del municipio de Ámsterdam. En un correo electrónico, dijo que reconoce que “los derechos de propiedad de los demandantes son fundamentales en una democracia, independientemente del interés del museo en retener dicha propiedad”.
El municipio dijo que tiene la “obligación moral de actuar de acuerdo con esta responsabilidad. La ciudad defiende una política de restitución justa y clara, que devuelve la mayor cantidad posible de arte saqueado a los propietarios legítimos o los herederos de los propietarios“. Según estas nuevas pautas holandesas para lidiar con el arte saqueado, reconoció que es probable que se ordene la devolución de Kandinsky a los herederos. “El Colegio de Alcaldes y Concejales ha iniciado consultas con los herederos para llegar a un acuerdo de conciliación, después de lo cual la obra de arte puede devolverse inmediatamente a los propietarios legítimos”, dice el comunicado.
Palmer dijo que la decisión tendrá un impacto más amplio para los herederos que buscan recuperar el arte saqueado, ya que “claramente elimina el enfoque defectuoso de la prueba del equilibrio de intereses que colocó efectivamente los derechos del museo para exhibir la propiedad robada por delante de los derechos de la propiedad”. Así, los legítimos propietarios de la obra podrán decidir si la venden, la prestan o la exhiben en los museos de su elección, finalizó el fundador de Mondex Corporation.
Fuente: AP
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