La belleza del día: “Retrato de la virgen negra”, de Benny Andrews

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

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"Retrato de la virgen negra"
"Retrato de la virgen negra" (1987), de Benny Andrews, en el Museo Smithsoniano de Arte Americano

Benny Andrews (1930-2006) fue un artista, educador y activista nacido en Plainview, Estados Unidos. En 1958, obtuvo una beca de la Escuela del Instituto de Arte de Chicago. Poco después, se mudó a la ciudad de Nueva York, donde viviría, trabajaría y pintaría durante casi cinco décadas. Como estudiante en Chicago, Andrews desarrolló la práctica de incorporar telas en collages y otros materiales en sus pinturas al óleo figurativas, una técnica que continuaría a lo largo de su carrera. Además de trabajar en óleo y collage de técnica mixta, realizó esculturas, grabados y dibujos.

Retrato de la virgen negra, de 1987, combina la técnica del óleo con la del collage. Parece ser una imagen sencilla de una mujer. Sus brazos, el chal alrededor de sus hombros y las flores están formadas por trozos de tela pintada. El pico de la cafetera es tridimensional: Andrews trabajó un retazo de tela alrededor de un trozo de madera. Justo encima, una cremallera confirma que la tela se cortó de una prenda de ropa desechada. Los elementos en collage, que a fines de la década de 1980 eran un sello distintivo del trabajo de este artista, dan dimensión y realidad táctil al lienzo. En esta obra de 91,4 por 121,9 centímetros, que se encuentra actualmente en el Museo Smithsoniano de Arte Americano, el pintor refleja la alegría y la responsabilidad asociadas con la maternidad; también honra la fuerza y la resistencia de las mujeres en todo el mundo.

"Último piso" (1965), de Benny
"Último piso" (1965), de Benny Andrews

La corriente estética que influyó en la obra de Andrews es el expresionismo, un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX que, más que un estilo con características propias comunes, fue un movimiento heterogéneo, surgido como reacción al impresionismo, frente al naturalismo de finales del siglo XIX. Los expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del artista, una percepción emocional de la realidad –la expresión– frente a la plasmación de la realidad –la impresión–.

Como parte de su activismo político, Benny Andrews cofundó la Coalición Cultural de Emergencia Negra (COCEF), que hizo campaña por una mayor representación de artistas y curadores afroamericanos en los principales museos de arte de Nueva York a fines de los años sesenta y setenta. También trabajó en la COCEF para fundar un innovador programa de educación artística en prisiones y centros de detención.

"No More Games" (1970), de
"No More Games" (1970), de Benny Andrews, en el MoMa de Nueva York

En 1971, pintó una de sus obras más notables, No More Games, que destacó la difícil situación de los artistas negros y se convirtió en un ícono de su emergente activismo por la justicia social en el mundo del arte.

De 1982 a 1984, Andrews se desempeñó como director de artes visuales del National Endowment for the Arts. En este puesto, tuvo la oportunidad de abogar por becas y subvenciones para artistas negros talentosos que de otro modo podrían haber pasado desapercibidos.

En su propósito de integrar el arte con causas sociales, Benny Andrews viajó en 2006 a la Costa del Golfo para trabajar en un proyecto de arte con niños desplazados por el huracán Katrina.

"El campeón" (1968), de Benny
"El campeón" (1968), de Benny Andrews (colección privada)

También ilustró varios libros escritos por su hermano, el autor Raymond Andrews, así como muchos libros para niños, incluida una biografía del congresista John Lewis, ícono de la lucha por los derechos civiles. En el prólogo del catálogo de la exposición de 2013 “Benny Andrews: Debe haber un cielo”, el congresista Lewis recordó Andrews: “Para Benny no había una línea donde terminara su activismo y comenzara su arte. Para él, usar su pincel y su bolígrafo para capturar la esencia y el espíritu de su tiempo era tanto un acto de protesta como sentarse lo era para mí. Puedo verlo ahora: pensando, hablando, articulando lo que hay que hacer y en los siguientes momentos tratando de hacer realidad lo que había estado contemplando. Fue honesto hasta el extremo, y creo que fue su determinación para decir la pura verdad que dio forma a su demanda de justicia e integridad social. Nunca se alineó con ningún grupo político, pero ofrecería todo el peso de su apoyo a cualquiera que pensara que defendía la verdad“.

Benny Andrews continuó con su prolífica producción de obras de arte, que iban desde exploraciones de la historia y la justicia social hasta representaciones íntimas de amigos y familiares, hasta su muerte en 2006.

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