Día de las infancias: 10 libros destacados para celebrarlo a pura lectura

Sueños, mares, barcos, selvas, noches, calle, escuelas, casas de abuelas, montañas y otros sitios para recorrer con la palabra, las imágenes y la imaginación. Una guía de posibilidades para sorprender a los más chicos de la casa

Día de las infancias: 10 libros destacados celebrarlo a pura lectura

Llega agosto con sus días y sus cuentas: el tercer domingo del mes se celebra en Argentina el día de las infancias. La propuesta de esta selección es vivirla con algunos libros pensados especialmente para las personas más pequeñas que nos rodean, con la promesa de compartirlas. Cuentos en rima, ilustrados, con posibilidades de jugar, conversar y cantar, libros silenciosos, libros con movimiento de piezas y de palabras. La idea es poner sobre la mesa poemas, cuentos, fábulas, viñetas, ilustraciones, juegos y rimas con la idea de abrir abanicos de lecturas. Dice Laura Devetach: “De la mano de cuentos y poemas se puede llegar, quizás, no demasiado lejos, pero si hondo, e instalar una forma diferente de estar en el mundo. (…) A ver lo que no vemos y sin embargo está ahí, a captar una puerta posible de abrir, a activar el deseo y la fe por lo desconocido.”

La idea es aventurarse y compartir libros y lecturas.

Dos de niños y niñas que descubren

El alumno nuevo. Escrito por Pablo de Santis. Ilustrado por Cristian Turdera. Buenos Aires: Calibroscopio, 2021

El alumno nuevo. Escrito por Pablo de Santis. Ilustrado por Cristian Turdera. Buenos Aires: Calibroscopio, 2021.

“Hacía un mes que habíamos empezado sexto grado cuando la maestra hizo pasar al alumno nuevo.” Así comienza esta historia que escribió Pablo de Santis y que ilustró Cristian Turdera. Una historia que sacude los cimientos desde lo cotidiano, donde lo fantástico se asoma habilitando descubrimientos. La vida escolar suele estar llena de acontecimientos que nunca se olvidan. La llegada de un nuevo integrante, sin duda, puede ser uno de ellos.

“La maestra lo sentó junto a la ventana que daba al patio al lado mío. Apenas se sentó el alumno nuevo dio una mirada por encima del hombro como si le interesara ver lo que yo había escrito en mi cuaderno. No me gustaban los curiosos, menos los copiones y lo cerré. En los días siguientes el alumno nuevo sufrió algunos ataques de los varones que lo encontraban demasiado pulcro, demasiado silencioso, demasiado rubio. Como los miraba impávido se aburrieron de atacarlo y lo dejaron en paz.”

Esta edición del cuento de Pablo De Santis que escuché por primera vez en 2014 es una joya. La encuadernación es cosida, de tapa dura y formato vertical alargado. Las cajas de texto tienen un recuadro que lo resalta y las ilustraciones son expresivas y cargadas de detalles fascinantes. Turdera hace un trabajo que invita a detenerse en cada página. Rompe estereotipos y hay muchos universos que dialogan en cada imagen.

La receta de combinar a de Santis con Turdera es clave. Sumada a las manos mágicas de Judith Wilhelm y Walter Binder que cuidaron cada milímetro de este libro. Las guardas, la portada, la contratapa.

Un libro que provoca e invita a muchas y múltiples lecturas y conversaciones. Recomendadísimo para todo público, con una distinción de “especialmente recomendado” para niños y niñas que estén o vayan a pasar a sexto grado

Mi abuela tiene un león, de María Elina Méndez. Buenos Aires: Periplo, 2021

Mi abuela tiene un león, de María Elina Méndez. Buenos Aires: Periplo, 2021

“Un día, mi abuela se olvidó de mi nombre. Yo había ido a visitarla porque hacía tiempo que no la veía.

Cuando llegué a su casa, la encontré en el jardín eligiendo brotes de unas plantas. Me pareció raro porque a ella nunca le gustó ensuciarse.”

El protagonista es un niño que va a visitar a su abuela. Se da cuenta que su abuela no está igual que siempre, cuestión que ya le había advertido su madre. A él esta nueva abuela le encanta. Lo que en el mundo adulto es raro, no siempre lo es en la infancia. La pérdida de la memoria de un ser querido, los vínculos y la posibilidad de compartir tiempo son protagonistas de este primer libro de María Elina como autora integral, cuidadosamente editada, que celebramos.

El tiempo y sus marcas aparecen en este relato cargado de amor y belleza. Hay una palabra coreana: “han”, del libro ¡Hwaiting! Palabras intraducibles de la lengua coreana (Hwar-Arg, 2020) que habla de la belleza de la tristeza. Algo de esto tiene este libro, en donde también tienen lugar el amor, la alegría, el juego, el compartir y las posibilidades de encuentros.

María Elina es artista plástica, ilustradora y trabajó varios años como escenógrafa. En Mi abuela tiene un León, su manejo del color arma escenarios muy poéticos. Loa elección de los colores, las texturas y las tramas dan marco, envuelven y llevan a quienes leemos a lo largo de la historia.

Cuando le preguntan sobre su profesión de ilustradora, dice que “dibujar y dibujar es el secreto”. En este libro, además, trabajó con las palabras logrando un relato que conmueve y seduce. Un transcurrir, con una mirada que capta la esencia del lazo amorosos que une a esta abuela con su nieto. Los cuerpos, las miradas, los abrazos y las palabras se encuentran en el jardín, que casi podemos tocar y oler: árboles que dan sombra, flores, mariposas, pasto, bichos, los pies descalzos en el barro, aventuras y gatos encontrados.

En la contratapa podemos leer: “-Y así, acostado en la tierra del jardín, me enteré de toda la verdad.” Recomendadísimo para niños, niñas, jóvenes, ¿y por qué no?, adultos.

Emma va a la selva, escrito por Patricia Strauch, ilustrado por Lu Paul. Buenos Aires: Tres en línea, 2021

Emma va a la selva, escrito por Patricia Strauch, ilustrado por Lu Paul. Buenos Aires: Tres en línea, 2021

Desde la tapa multicolor entramos en esta historia. Emma es decidida y aventurera. Y quiere ir a la selva. Ella quiere cazar leones. Patricia Strauch juega con las palabras y Lu Paul utiliza la paleta, que va cambiando según los diferentes momentos del relato.

“La mamá de Emma está muy preocupada.

La niña quiere ir a la selva.

- ¿A cazar leones? ¿Dónde se ha visto? - Refunfuñó la madre.

Pero Emma, audaz y decidida, se puso su mejor vestido de gala, unos cómodos zapatos de exploradora y emprendió viaje.”

Emma sale de su casa y a su paso va acumulando, gracias a los personajes con los que se cruza, todo lo que parece necesario para lograr su cometido… El universo de los juegos de infancia tiene lugar en este libro. Una madre, una niña con ganas y todas las selvas posibles.

La contratapa del libro anuncia e invita: “¿Qué hace Emma en su tiempo libre? ¿Juega con su hermanito, canta en el balcón o ensaya un nuevo truco de magia? Nada de eso: la niña tiene un plan que la llevará al corazón de la selva donde se enfrentará cara a cara con temibles fieras. ¡GRRRRR!”. Muy recomendado para las personas más pequeñas de la casa.

Dos de búsquedas muy distintas

El gato que buscaba un nombre. Escrito por Fumiko Takeshita, ilustrado por Naoko Machida. Versión de Miriam Martínez Gainza revisada por Alicia Kobayashi Komatsu. Madrid: Akal, 2020

El gato que buscaba un nombre. Escrito por Fumiko Takeshita, ilustrado por Naoko Machida. Versión de Miriam Martínez Gainza revisada por Alicia Kobayashi Komatsu. Madrid: Akal, 2020

El nombre propio, ese primer lugar seguro que habitamos desde que abrimos los ojos. Eso desea el gato de esta historia: tener un nombre. Y de tanto buscar y encontrar, se da cuenta que son muchas las cosas que busca. ¿Les pasó alguna vez de encontrar algo mientras estaban buscando otra cosa? Las ilustraciones son muy realistas y expresivas, y le dan a la historia un universo en el que se entra al instante. Las guardas están llenas de gatos, al inicio y al final, pero con una diferencia, ojalá la encuentren.

“Soy un gato sin nombre.

Nadie me ha dado uno.

Cuando era pequeño, la gente me decía; “gatito”. Y ahora solo “gato”.

Todos los gatos de la ciudad tienen su nombre.

Este es el gato de la zapatería. Se llama Leo.

-Me dicen así por mi melena de rey de la selva – explica de lo más orgulloso.”

La escritora se llama Fumiko y nació en Japón. Vive con gatos hace más de 35 años. Cuenta que tiene varios. Sus nombres son Marine, Kinako, que quiere decir harina de frijol y Kure, que es una palabra que inventó para definir el pelaje de su gato: mitad negro y mitad blanco.

La ilustradora es pintora e ilustradora. Se llama Naoko. También es japonesa. Se especializa en dibujar y pintar gatos y ella misma tiene dos: Sakura y Shiraki. En la obra un gato recorre la ciudad en busca de un nombre y es muy hermoso acompañarlo.

Recomendado para las personas más pequeñas de la casa, y también para quienes amen la fauna gatuna. Es un lindo libro para leer en tándem con otros dos: Federico, de Leo Arias, publicado por Loqueleo, y con ¡No!, de Malta Altés, publicado por Calibroscopio.

El destino de Fausto. Una fábula ilustrada. Texto e ilustraciones de Oliver Jeffers. Traducción de Norma Muñoz Ledo. México: FCE, 2021

El destino de Fausto. Una fábula ilustrada. Texto e ilustraciones de Oliver Jeffers. Traducción de Norma Muñoz Ledo. México: FCE, 2021

“Había una vez un hombre que se creía dueño de todo, así que salió a buscar lo que era suyo.” Esta fábula ilustrada comienza con unas guardas marmoladas de Jemma Lewis, como los libros antiguos. La paleta limitada de azules verdosos y tierras y con unos mínimos detalles clave en amarillo y rosa flúor muy simbólicos, con fondo blanco. Minimalista y poético, este libro álbum tiene un ritmo contundente y propone una lectura en donde oscilan los tiempos de silencio y de ruido. Son conmovedoras las metáforas gráficas de Jeffers que dan cuenta de la relación de este hombre con todo lo que lo rodea.

El hombre, que cree poseerlo todo, se llama Fausto. Parece un señor importante de negocios, y anda con aires de grandeza y despotismo, apropiándose de todo: flor, oveja, árbol…

Oliver Jeffers escogió la litografía, una técnica antigua que consiste en realizar un dibujo, un texto o una fotografía en una plancha metálica o en una piedra calcárea. Y fue creado íntegramente el Taller de litografía de París en el verano del año 2018.

¿Nos alcanza lo que tenemos? ¿Siempre se necesita poseer más? ¿Qué relaciones establecemos con lo que nos rodea? Estas son algunas preguntas que plantea este libro. La inspiración de esta obra, cuenta Jeffers, surgió al leer de un texto del escritor Kurt Vonnegut, que aparece al final de la obra. El libro habilita y propone lecturas y conversaciones compartidas sobre la humanidad y sus deseos.

Un libro para mirar y descubrir detalles en cada relectura. Recomendadísimo para toda la familia.

Dos de noche

Justo antes de dormir. Escrito por Laura Wittner. Ilustrado por Natalia Bruno. Mar del Plata: Lecturita, 2021

Justo antes de dormir. Escrito por Laura Wittner. Ilustrado por Natalia Bruno. Mar del Plata: Lecturita, 2021

“¿Por qué se hace de noche?

Para que me siente al lado de tu cama y te de un beso en la pequita de la nariz.

Pero ¿cómo fue que se hizo de noche?

Nos taparon con una manta gruesa y suave.

¿Y el sol?

Miró para otro lado.

¿Quién vio?”

Es hermoso como Laura Wittner logra captar esa escena en la que niños y niñas suelen alargar el tiempo antes de irse a la cama. La contratapa anuncia: “Justo antes de dormir En ese último ratito antes de irnos a dormir aparecen todas las preguntas de golpe.”

Una pregunta insistente, unas guardas profundas. La noche se toma todo el libro, es una trenza tejida con preguntas que se van mezclando con la noche cotidiana y sus rituales, ponerse el piyama, lavarse los dientes, con la casa que va también cerrando el día y se despide de las personas que la habitan.

“Que el lenguaje sea capaz de conmover me resulta fundamental”, afirma la escritora en una entrevista. Y esto propone este libro, tanto desde la palabra como desde la imagen. La dupla que arma con la ilustradora, Natalia Bruno en este libro álbum tiene mucha fuerza. En su página dice sobre su labor: “Mi forma de trabajo es diversa, desde el empleo de técnicas puramente digitales hasta otras de carácter mixto, en donde me divierto mezclando herramientas tradicionales para posteriormente retocar de manera digital.”

Hermosa y cuidada edición de Lecturita para compartir con las personas más pequeñas de la casa, antes de dormir.

Mi sueño. Creado por Santi Szulman y Lucía Mancilla Prieto. Buenos Aires: Ralenti, 2021

Mi sueño. Creado por Santi Szulman y Lucía Mancilla Prieto. Buenos Aires: Ralenti, 2021

¿Quién no quiso alguna vez recordar un sueño? Guardar todos los detalles. Eso le pasa a la niña de esta historia con un sueño que se repite noche tras noche. Dice la contratapa: “Cada noche tengo un sueño que se repite y me desvela. No lo entiendo, y por eso, cada mañana, intento dibujarlo. ¡Pero siempre algo me interrumpe y se me escapa! Si logro dibujarlo, quizás finalmente lo atrape y entienda mi sueño.”

Estas son las únicas palabras que vamos a encontrar en esta historia muda, contada en viñetas y dobles páginas. La protagonista quiere comprender y capturar su sueño, que, además, parece disfrutar. Perro cuando se despierta e intenta plasmarlo en el papel, el sueño se va perdiendo. Tiene que intentarlo una y otra vez, y buscar las estrategias para lograrlo.

Santi Szulman es músico y guionista. Además, es fan de los juegos de mesa. Lucía Mancilla Prieto es ilustradora y vive en La Cumbre, en la provincia de Córdoba. De este mismo dúo de autores, podemos encontrar otro libro mudo: Mi cama.

Dos libros cargados de ternura que invitan a imaginar y poner palabras. Habilitan la lectura autónoma de las personas más pequeñas y son interesantes para promover la lectura de historietas, ya que ponen el formato en juego. La editorial los recomienda para niños y niñas entre 2 y 6 años.

Dos sobre el agua

¡Adelante, navegante!, escrito por Adela Basch. Ilustrado por Alberto Pez. Buenos Aires: Abran cancha, 2020

¡Adelante, navegante!, escrito por Adela Basch. Ilustrado por Alberto Pez. Buenos Aires: Abran cancha, 2020

Escrito en rima, es un cuento de aventuras, con unas ilustraciones hermosas de Alberto Pez, que nos dan muchas ganas de navegar y salir a la aventura. ¿Qué se necesita para estar seguros, para empezar un viaje? En ¡Adelante, navegante!, Adela hace gala de su capacidad de contar jugando magistralmente con las palabras con su humor característico.

¿Se acuerdan de Marco Polo? ¿Habrá tenido miedo? Este no es Marco Polo sino Marco Delarco, que protagoniza esta historia de navíos, sueños, miedos y mares, porque, de un día para el otro, recibe como herencia un barco.

“Su tío abuelo Froilán Cha y su tía abuela Enrica Noa, que se habían pasado la vida recorriendo el mundo y surcando los océanos más bellos y profundos, lo habían dejado como único legítimo heredero de un hermosísimo y excelente velero.

La decisión ya estaba tomada.

Pero de pronto recordó una dificultad inesperada.”

El sueño de Marco Delarco es subirse a ese barco y surcar mares y océanos, pero tiene un problema… el miedo a naufragar.

Un cuento para quienes están empezando a leer, pero también para quienes quieren escuchar un cuento antes de dormir, o a cualquier hora. ¿Y para los chicos y chicas más grandes? También. El encanto de la rima suele ser muy tentador para leer en voz alta en compañía.

¡Noche, toca los platillos!, escrito por Federico García Lorca. Ilustrado por Diego Bianki. Buenos Aires: Pequeño editor, 2021. Colección Los duraznos

¡Noche, toca los platillos!, escrito por Federico García Lorca. Ilustrado por Diego Bianki. Buenos Aires: Pequeño editor, 2021. Colección Los duraznos

Un poema de Lorca ilustrado por Banki, que, entre rojos, azules, blancos y negros, combinando formas geométricas de modos inimaginables, hace magia. Es muy rico abrir el libro y leer a Lorca y leer también la lectura que hizo Diego del poema. Noche, toca los platillos es un fragmento del romance Burla de Don Pedro a caballo, que se encuentra publicado en el Romancero gitano (1928).

AL terminar el libro, podemos ver en la contratapa que hay un código QR, y que El sonido de los libros musicaliza esta historia. Es hermoso que en este video podemos ver la génesis del libro. Pomos de pintura, colores, pegatinas, herramientas necesarias para cortar, pinzas para tomar las partes que luego armarán las ilustraciones, el cepillado luego de pegarlas. Y luego, la animación.

Estas ediciones de cuento más canción son propuestas para festejar. Suman voces, proponen relecturas y abren mundos posibles.

Como yapa, si tienen ganas de otros “duraznos frescos” pueden sumar dos más: Ríe chinito, de Dolores Aguirre, ilustrado por Mey, que cuenta con la interpretación musical de Perotá Chingó. Y Ovejitas, escrito por Roberta Iannamico, ilustrado por Pati Aguilera, cantado por la misma Roberta.

Recomendadísimo para las personas más pequeñas de la casa, en principio, pero son muchos los niños y niñas más grandes que quedan, también, prendados de la propuesta de esta colección hermosa.

Para terminar, un libro para jugar, pensar y aprender los opuestos

Mi libro de los opuestos, de Nathalie Choux. Traducido y adaptado por María Marta Maciel. Buenos Aires: Catapulta, 2021

Mi libro de los opuestos, de Nathalie Choux. Traducido y adaptado por María Marta Maciel. Buenos Aires: Catapulta, 2021

Un libro de la colección Pequeños curiosos, que invita a explorar y a descubrir. La propuesta es sencilla y eficaz. propone que las personas más pequeñas exploren y descubran términos opuestos.

La premisa es investigar a través de rudas que giran y ventanas que se corren con los dedos: arriba, abajo, detrás, adelante, abajo, arriba. Un dedo alcanza para cambiar de corto a largo, de grande a pequeño. El libro invita a jugar con los opuestos, transformando lo lleno en vacío.

Emociones, estados, lugar, medidas, texturas. Cada cosa tiene al menos un opuesto. Algunas preguntas guían estas búsquedas: “¿Dónde está el niño?, ¿El frasco está lleno o vacío? ¿Cómo es esta oruga?”

La colección propone, además, otros títulos con la misma dinámica de lectura y juego: Mi libro de la vestimenta, Mi libro de los animales bebés, Mi libro de la granja, Mi libro de los colores, Mi libro del cuerpo, Mi libro de las mascotas. Una colección en cartoné para conocer, saber y manipular. Recomendado para leer y jugar con las personitas más pequeñas de la casa.

Yolanda Reyes habla de los libros más mordidos como esos libros que niñas y niños leen con todos los sentidos, mucho antes de conocer el alfabeto. Laura Devetach propone que tengamos cuidado de no ofrecer a las infancias siempre lo mismo, de animarnos a libros que desacomoden, que propongan opciones, y que habiliten el deseo por conocer y descubrir. Ojalá que en esta selección encuentren títulos para compartir con las personas niñas que tengan cerca.

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