El gobierno francés devolvió el pasado mes de julio un cuadro de Max Pechstein a los herederos de Hugo Simon, un banquero judío y coleccionista de arte que huyó de Berlín a Francia semanas después de que los nazis llegaran al poder en 1933.
Se trata del lienzo Desnudos en un paisaje, pintado por el expresionista alemán –uno de los artistas acusados por los nazis de producir “arte degenerado”– en 1912, que había sido robado del departamento parisino de Simon. Desde la capital francesa Hugo Simon ayudó a los refugiados judíos y fue descrito por los nazis como “un típico judío marxista y capitalista”. En 1941 se refugió en Brasil junto a su familia. Fue su bisnieto, Rafael Cardoso Denis, quien inició los trámites para la recuperación del cuadro.
Simon era un ávido coleccionista de arte contemporáneo y poseía obras de George Grosz, Ernst Ludwig Kirchner, Paul Klee y Franz Marc. En la Primera Guerra Mundial fue miembro de una organización pacifista con Albert Einstein y Stefan Zweig, con quienes permaneció en contacto durante muchos años. Se desempeñó brevemente como ministro de Finanzas de Prusia después de la Revolución de noviembre de 1918. Sus políticas socialdemócratas y su afinidad por el arte moderno, combinadas con sus raíces judías, lo convirtieron en un objetivo temprano de los nazis y, después de escapar de Alemania, su propiedad allí fue confiscada.
En París, Simon participó activamente en el apoyo a los refugiados y respaldó el principal periódico para los alemanes exiliados. Él y su esposa se vieron obligados a huir nuevamente después de la caída de París en 1940. Desde el sur de Francia, escaparon a Brasil en 1941. Sus posesiones fueron robadas por segunda vez: la ERR saqueó su vivienda de París y la oficina de Simon después de su partida.
Pero algo de arte permaneció en su departamento después de la liberación de París y fue confiscado más tarde por el Banco de Argelia como garantía por el alquiler impago después de la huida de los Simon. La pintura de Pechstein fue descubierta almacenada en el Palais de Tokyo en París en 1966. Se asignó a la colección del Museo Nacional de Arte Moderno y permaneció en el Museo de Bellas Artes de Nancy desde 1998.
Desnudos en un paisaje, que muestra cuatro desnudos en un paisaje boscoso, estaba en la colección del Museo Nacional de Arte Moderno de París. Fue identificado como propiedad de Simon gracias a una etiqueta prácticamente ilegible en el reverso que mostraba que lo había prestado para una exposición de 1938 en las New Burlington Galleries de Londres. Los investigadores no han podido rastrear su trayectoria exacta desde allí, ya que la obra no aparece en las listas de arte saqueado del Einsatzstab Reichsleiter Rosenberg, la unidad nazi a cargo de la apropiación de bienes culturales en los territorios ocupados. Pero la Comisión de Indemnización a Víctimas de Despojo (CIVS), creada en Francia para indemnizar a las víctimas del saqueo nazi, dijo que no había lugar a dudas de que la obra había sido robada.
La restitución de la pintura a los herederos de Simon –representados por Rafael Cardoso, un historiador del arte radicado en Berlín–, tuvo lugar en una ceremonia oficial llevada a cabo en la sede del Ministerio de Cultura francés, de acuerdo con la agencia AFP. Esa ocasión fue la primera vez que Cardoso veía el cuadro de cerca. “Es una gran pintura”, dijo. “Y un maravilloso testigo de la historia familiar”. En un comunicado, la ministra de Cultura francesa, Roselyne Bachelot-Narquin, describió la restitución como “el regreso de una historia familiar, el reencuentro con un recuerdo, una victoria para la vida”.
La ministra Bachelot fue la encargada de anunciar en las redes sociales la devolución del cuadro, junto a otro objeto, una bolsa de oración perteneciente al artista lírico Élie Léon Lévi-Valensin. “El Estado devolverá a sus legítimos propietarios dos bienes saqueados durante la Segunda Guerra Mundial. El cuadro de Hugo Simon y la bolsa de filacterias de Élie Léon Lévi-Valensin serán así devueltos, a pesar del paso del tiempo, a las familias que fueron privadas de ellos de forma vil y criminal”, escribía Bachelot en su cuenta oficial de Twitter.
Esa bolsa de oración fue un obsequio que recibió Lévi-Valensin en su bar mitzvah celebrado en Argel en 1888. Fue robado junto a otros objetos durante el saqueo en 1942 del departamento en París de su hijo Marcel Georges, un reconocido médico. La bisnieta de Elie Léon, Miléna Kartowski-Aïach, contó cómo el azar la había hecho encontrar esta pieza sin otro valor que el religioso durante la exposición “Judíos de Argelia” en el Museo de Arte e Historia del Judaísmo en 2013.
Se trata de dos entregas “a familias que no eran del mismo origen social”, subrayó la ministra, que ha indicado el firme deseo del gobierno de acelerar las devoluciones. Bachelot expresó durante la ceremonia que “la restitución es un acto de reparación; recrea un vínculo entre generaciones, entre los despojados y sus descendientes; que ella también disipe un poco las sombras del destierro y la persecución”. En el transcurso del año pasado, 24 obras y objetos pudieron ser restituidos. Se estima que hay 100.000 objetos de arte y obras incautados en Francia por los nazis durante la ocupación.
Desnudos en un paisaje se encuentra actualmente expuesto en el Centro Pompidou en una exposición dedicada a Hugo Simon. Desde allí viajará al Museo Judío de Nueva York para una exposición del 20 de agosto al 9 de enero titulada “Afterlives: Recovering the Lost Stories of Looted Art”.
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