Nació en Estocolmo en 1977, pero en estos días Erika Lust vive y trabaja en Barcelona. Es directora, guionista y productora de cine porno con perspectiva de género. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Lund, se especializó en Derechos Humanos y a fines de los 90 empezó a interesarse concretamente en el porno. La escritora peruana Gabriela Wiener la describía así en una nota de El País de España en 2017: “La sueca Erika Lust está convencida de que el porno puede cambiar —la idea ya es vieja, pero sigue partiendo en dos al feminismo—. Su charla TED va precisamente de eso: It’s Time for Porn to Change. ¿Se pueden hacer películas para excitar, que nos exciten, en las que no se explote el cuerpo de la mujer de acuerdo al gusto heteropatriarcal, con la participación de cuerpos diversos, con un erotismo diverso, soft, hard o lo que sea, sin trata, sin niñas pobres, que de verdad nos represente? Para ella, si hay un par de ojos con perspectiva femenina y feminista detrás de la cámara —en lugar de los del típico californiano podrido en dinero—, ya se tiene mucho ganado: cambia el porno, cambian las mujeres y cambia el mundo. Los ojos de Lust ven de una manera, pero hacen falta más visiones y dinero para producirlas”.
Lo cierto es que Lust vino a pelear contra la industria del porno mainstream, pensada desde los ojos de varones heterosexuales y en ese camino lleva varios premios ganados y la confirmación de que se pueden realizar películas para personas adultas con mirada feminista. Desde Barcelona, donde reside desde 2000, dice que lo suyo es “generar un contenido que desafíe los roles de género impuestos por la sociedad es un factor importante para realizar un cambio, y creo que al hacer pornografía que represente la sexualidad humana de una manera más inclusiva, es posible revertir muchas de las creencias machistas asociadas al placer femenino”. La realizadora acaba de desembarcar en el mercado argentino con sus plataformas de videos. (Ver abajo).
-¿Puede hablarse de su producción como “porno feminista”?
-Yo me defino como una persona feminista, y mis valores están naturalmente incluidos en mis producciones, pero prefiero denominar a lo que hago con XConfessions, Lust Cinema y Else Cinema como “cine independiente para adultxs”, para evitar dar un mensaje limitante. Mi intención es crear un cine erótico que sea auténtico, con performers que disfrutan trabajar en mis producciones, sin tener que fingir para reproducir un clisé impuesto por la sociedad. Considero que la pornografía realizada con valores feministas tiene la intención de representar la sexualidad humana de una manera realista y verosímil, teniendo en cuenta el placer de todas las personas involucradas en el acto sexual.
En mis películas busco representar el placer de mujeres, hombres y cualquier identidad no binaria, sin estereotipar ni discriminar como hace una buena parte de la pornografía convencional, y pongo el consentimiento en el centro de mis historias. Generar un contenido que desafíe los roles de género impuestos por la sociedad es un factor importante para realizar un cambio, y creo que al hacer pornografía que represente la sexualidad humana de una manera más inclusiva, es posible revertir muchas de las creencias machistas asociadas al placer femenino. Al presentar a las mujeres y a las personas no binarias como seres sexualmente deseantes, cuyas fantasías son válidas tanto como las de los hombres, se promueve la idea de que mujeres y personas no binarias merecen respeto tanto en la cama como en la sociedad.
-¿Es posible pensar en “cine de autora” cuando se trata de porno?
-Para mí, hacer una película se trata de cuidar cada detalle, así que en este sentido consideraría mi trabajo más artesanal y “de autora” en comparación con la mayoría del porno convencional. No quiero decir que mi porno sea el correcto, o el mejor, ya que creo que hay un lugar y un momento para todo tipo de pornografía a lo largo de nuestras vidas. Solo hago un tipo de porno alternativo que más apreciaría como espectadora. Mi tipo de porno lleva tiempo. Se trata de cada pequeña decisión, cada detalle... todo el concepto es diferente.
-¿Cómo ve el mercado del porno hoy, cuando se puede encontrar todo online y la mayoría está pensado para hombres cis?
-La pornografía que estamos viendo está dictada por técnicos y no por personas que realmente se preocupan por la sexualidad y su representación. Muchos videos en las plataformas de porno gratuitos representan la violencia y la coerción como algo normal, pero no muestran el consentimiento como una prioridad. Siempre se asume que el espectador ideal del porno es un hombre, y la imagen de la mujer está diseñada para complacerlo. En el porno heterosexual dirigido por hombres, la mujer se convierte en el objeto de la mirada masculina combinada del cineasta, el performer y el espectador. En cuanto a las mujeres que ven estas películas dirigidas por hombres, su experiencia es siempre secundaria al espectador masculino porque experimenta la narrativa identificándose con la mirada masculina. Las mujeres son la fuerza motriz de la industria y, al mismo tiempo, sus cuerpos se representan como objetos de una mirada depredadora.
Si miras más de cerca, esto no solo sucede en la industria del porno; esto afecta a otros tipos de medios y a nuestra sociedad en su conjunto. Es por eso que necesitamos un análisis significativo de la forma en que las mujeres, las personas LGBTQ + y BIPOC (N. de la R.: En inglés, el acrónimo significa black, indigenous y people of color, “negro, indígena y persona de color”) son representadas y vistas en nuestra vida cotidiana en la sociedad. Los hombres cis hétero y sus fantasías (estereotipadas) se utilizan como estándar y todo lo que está fuera de esto se etiqueta como “otro”. De esta manera, si no encajas en una categoría específica en las plataformas de porno gratuitas, significa que experimentas algún tipo de privilegio en la sociedad. La categorización en esos sitios gratuitos es una herramienta poderosa para influir en la forma de pensar de las personas. La pornografía elude el escrutinio porque no queremos hablar de ella en público.
La pornografía no es una entidad monolítica: es parte de un discurso más general sobre la sexualidad, el sexo y el género y refleja nuestra sociedad. Entonces, si el espectador no se considera sexista, racista, homofóbico, ¿por qué debería consumir pornografía que se reduce a categorías sexistas, racistas y homofóbicas? Hay muchos sitios de pornografía alternativos e independientes que han rechazado este método de categorización, pero la mayoría de los consumidores aún visitan las plataformas de porno gratuitas y se alimentan de este sistema. Es hora de traer un nivel de conciencia a nuestro consumo de pornografía y rechazar los sitios que todavía usan estas categorías dañinas.
-¿Ve un futuro en el que la pornografía mainstream se deconstruya?
-Por el momento, las películas porno mainstream a menudo se hacen con un presupuesto muy bajo por empresas que necesitan producir tantas películas como sea posible para competir y ser rentables; esto conduce a una representación muy pobre del sexo y la sexualidad en la pantalla.
Solo una vez que las personas comiencen a pagar por la pornografía, esto comenzará a cambiar, ya que más dinero, distribuido de manera más uniforme dentro de la industria, brindará espacio para nuevos directores innovadores y permitirá a las compañías de producción enfocarse en la calidad en lugar de simplemente tener una economía de escala. Espero que la gente se vuelva más consciente sobre su consumo de pornografía y piense más en las consecuencias de no pagar por la pornografía y depender de los sitios de porno gratuitos.
Cuando pagas por la pornografía, estás apoyando a las personas que la hacen y estás enviando el mensaje de que quieres ver pornografía que se haga de forma segura, con calidad y diversidad, y que consideras el trabajo sexual como trabajo. Como en muchos otros campos, quienes consumen son, en última instancia, parte de la industria; el futuro del porno depende de las personas que lo vean. Si actuamos ahora, podemos decidir qué sucede a continuación.
-¿Por qué eligió el porno y no otro género?
-No comencé en la industria del porno con un gran objetivo o misión. Yo había estado viviendo en Suecia y estudiando ciencias políticas y estudios de género en la Universidad de Lund cuando me encontré con el libro Hard Core: Power, Pleasure and “The Frenzy of the Visible de Linda Williams. Lo estaba leyendo y tuve este momento eureka sobre la pornografía, me di cuenta de que la mayoría de la pornografía estereotipada no es algo que refleje la verdad sobre el sexo, si no es una declaración que expresa ideologías, valores y opiniones sobre el sexo y el género.
Después de mis estudios me mudé a Barcelona y comencé a tomar clases de cine. Durante este tiempo conservé un gran interés en la sexualidad femenina y seguí aprendiendo sobre el discurso pornográfico, así que cuando me asignaron la tarea de crear un cortometraje supe que quería hacerlo sobre la sexualidad femenina y me di cuenta de que la mejor forma de hacerlo era explorar mediante la creación de una película erótica.
Quería crear algo totalmente diferente dentro del género, una película porno a mi gusto, expresando mis valores y mostrando la importancia del placer femenino. Así que hice este cortometraje llamado The Good Girl, lo publiqué en mi blog y se volvió viral. Pronto comencé a recibir cartas de personas de todo el mundo diciéndome que les encantaba la película y preguntándome cuándo haría más. Me di cuenta de que se me había presentado la oportunidad de ayudar a cambiar el panorama de la industria del porno. Y así nació Erika Lust Films.
-¿Cómo es el trato con actrices y actores? ¿Cómo son los castings?
-Nuestro proceso de casting para todas las películas de XConfessions y Lust Cinema es largo y minucioso. Conocemos a las personas mucho antes de comenzar a filmar, y las y los performers también se conocen entre sí para que se sientan con más comodidad. También tienen la oportunidad de decirnos si hay alguien con quien no quieren trabajar y negociar su paga por el día, independientemente de los actos sexuales que estén realizando o con quién estén teniendo sexo. Siempre nos aseguramos de que sean mayores de 18 años, que hayan tenido sus propias experiencias sexuales, que sean sexualmente positivos y que estén 100% entusiasmadas y entusiasmados de participar.
No me gusta ser invasiva en mi dirección, especialmente cuando filmo la escena de sexo. En cambio, prefiero hablar de todo (el mood de la escena, de dónde vienen los personajes, los límites sexuales) antes de comenzar a filmar para que puedan hacer lo que les resulte más natural cuando las cámaras comiencen a grabar.
Mi Talent Manager en el set cuida a las personas todo el día para asegurarse de que estén bien y tengan todo lo que necesitan. Quiero que se sientan en un ambiente cómodo, hablando y deteniendo el rodaje cuando lo necesiten. No les pido que vengan al set con su mejor lencería y ya está. No quiero que reproduzcan la “fórmula” de la industria durante tanto tiempo. Creo que, como directora, con el tiempo, he creado un espacio seguro en el set y he demostrado que mis películas son proyectos colaborativos: la opinión de todas las personas es completamente respetada, escuchada y válida en mi set.
-Las feministas decimos que lo personal es político. Usted dice que el porno es político, ¿su afirmación va en esa línea?
-Las posiciones de poder más altas de la industria del porno todavía están dominadas de manera abrumadora por hombres cisgénero blancos. Desde el momento en que creé Erika Lust Films, supe que quería conseguir que más personas que no fueran hombres cis ocuparan posiciones de poder en todos los aspectos del negocio, como productoras, directoras y guionistas que aportaran sus perspectivas a las películas. Esto les permite reescribir el guión sobre su participación no solo en el sexo sino también en la vida pública.
Por eso creo que, para que la pornografía cambie, necesitamos más mujeres, personas queer, BIPOC, asiáticxs, etc, detrás de las cámaras. Tengo un equipo mayoritariamente femenino y queer cuando trabajo en el set y mis oficinas son mayoritariamente femeninas. La mirada femenina es tan importante para desafiar el status quo de la pornografía, y para capturar eso, necesito tener un equipo predominantemente femenino.
-¿Quiénes son sus referencias en el mundo del cine? ¿Y en el mundo del porno?
-El amante de Jean Jacques Annaud (N. de la R. filme basado en la novela de Marguerite Duras) tuvo un gran impacto en mi estilo cinematográfico. La primera vez que lo vi fue una revelación: la protagonista se convierte en adulta a través del sexo en una historia de amor poco convencional, y esto se muestra completamente desde su punto de vista. John Cameron Mitchell también fue una gran inspiración, ya que es uno de los pocos que se atrevió a retratar el sexo real con actores reales en una película para salas comerciales como Shortbus. Finalmente, Joey Soloway es una gran inspiración para mí, ya que se esfuerza por traspasar los límites del género y representar diversas sexualidades en sus obras, como I Love Dick y Transparent. Su proceso de producción es increíblemente inspirador para mí y es algo que he implementado en mi propio trabajo.
Hoy, miro con tanta admiración la serie de Michaela Coel I May Destroy You (Puedo destruirte). Creo que es una reflexión tan brillante y poderosa sobre la cultura de la violación que todavía está dramáticamente arraigada en nuestra sociedad y el espinoso pero crucial tema del consentimiento. El consentimiento sigue siendo un concepto incomprendido, pero es clave para tener relaciones sexuales respetuosas, y me alegro de que Coel ofreciera una descripción tan lúcida y realista del mismo en la televisión convencional.
Con respecto a la industria del porno, hubo algunas mujeres increíbles que vinieron antes que yo y me dieron la motivación para comenzar. Candida Royalle fue y sigue siendo una gran influencia para mí. Fue la primera en reconocer que las mujeres eran una audiencia legítima de la pornografía y en desafiar la previsibilidad misógina de la pornografía estereotipada dirigida por hombres. Ahora, trabajo junto a varias cineastas creando trabajos más inclusivos para mujeres como Shine Louise Houston, Madison Young, Bree Mills, Jacky St. James, Casey Calvert y muchas más.
-¿En qué está trabajando en este momento?
-Estamos preparando el relanzamiento de mi plataforma sin fines de lucro The Porn Conversation que comencé junto con mi marido Pablo para proporcionar a madres, padres y educadores las herramientas que necesitan para hablar con las y los adolescentes sobre la pornografía. La nueva plataforma estará llena de guías prácticas y útiles para alentar a los padres a hablar con sus hijos e hijas sobre lo que van a ver online. Para decirles que es normal tener curiosidad, pero lo que van a ver es una actuación y no el sexo real. Que muchas de las personas que ven en esos videos no son representativas del cuerpo promedio y que no debes tratar a las mujeres y niñas de la forma en que son tratadas en gran parte del porno en los sitios de porno gratuitos. El nuevo The Porn Conversation también incluirá un centro para adolescentes donde pueden hacer preguntas de forma anónima sobre sexo, sexualidad y pubertad.
-¿Qué espera de su lanzamiento en la Argentina?
-Argentina nunca tuvo una industria de cine porno muy desarrollada, mientras que es uno de los países en los que hay más mujeres viendo porno a nivel mundial. Espero proporcionar al público argentino una alternativa a la pornografía con valores éticos y feministas. Me parece que en el país se abrió la conversación sobre qué tipo de pornografía consumimos y la necesidad de ver un porno que sea más real: que muestre cuerpos que no estén en el estándar de cuerpos hegemónicos y que represente el placer de manera igualitaria. Quiero difundir mis valores dentro del país y que la mayor cantidad de gente pueda acceder a este tipo de pornografía que rompe con lo mainstream y se enfoca en el placer de todas las personas. Es por esto que con el equipo de Argentina se decidió abrir el juego y tener precios especiales en la plataforma, exclusivos para la Argentina, que se adapten mucho más a sus bolsillos. La idea de esto es poder dar a conocer a la mayor cantidad de personas posible que existe una alternativa a la pornografía conservadora, y que para poder lograr un cambio debemos hacer una pausa y revisar lo que consumimos cotidianamente.
*Las plataformas de Erika Lust son www.lustcinema.com y www.xconfessions.com.
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