Hugo Midón, el gran autor teatral que reinventó la infancia

A una década de su partida, compañeros y colegas recuerdan al autor de “La vuelta manzana” y “Vivitos y Coleando”, entre otras obras inolvidables. Además, una agenda para disfrutar su legado durante las vacaciones de invierno

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Hugo Midón (Crédito: Carlos Furman
Hugo Midón (Crédito: Carlos Furman / Gentileza Centro Cultural Kirchner)

Hugo Midón descubrió algo de lo que muchas personas hablan pero pocas llegan a conocer en profundidad: la fuerza del niño interior. Todos los adultos llevamos un niño adentro, puede estar reprimido, censurado, ignorado, pero de todos modos está. Muchas veces, negarlo hasta el cansancio puede generar una angustia crónica. No fue el caso de este poeta, actor, actor, director y maestro, pionero en la creación del teatro infantil y la comedia musical en Argentina.

Hugo Midón hizo de la capacidad de jugar el principal medio para cambiar la realidad. Y la cambió. Se la cambió a al menos cuatro generaciones de personas que vieron sus obras y todavía cantan sus canciones, a los cientos de artistas que pasaron por su escuela Río Plateado y a los miles de padres y madres que se reencontraron con sus propias infancias cuando veían sus espectáculos con sus hijos. Este año se cumplen diez años de la muerte, demasiado temprana, de uno de los creadores fundamentales del teatro nacional.

Referente de una generación de vanguardia, que supo indagar en la mezcla de lenguajes para potenciar las creaciones, las obras de Midón son un despliegue de música, circo, poesía, acrobacia, colores y capacidad evocativa. Todo estaba pensado con un compromiso y una profundidad que hasta ese momento no era tan esperable en los espectáculos infantiles. Decir obras infantiles para referirse a la estética de Midón es una injusticia, porque está claro que sus propuestas se construían por capas de lectura y que trabajó para lograr una categoría de teatro para todo público, que él consolidó.

Hugo Midón y su socio
Hugo Midón y su socio musical Carlos Gianni (Gentileza Centro Cultural Kirchner y familia de Hugo Midón)

Lo cierto es que Midón se acercó a las infancias de una manera innovadora: con pensamiento y juego, fantasías y palabras. La vuelta manzana, Huesito Caracú, Vivitos y Coleando (que fue un programa de televisión y un espectáculo), Derechos Torcidos, Objetos Maravillosos, Hotel Oasis y Playa Bonita, son algunos de sus espectáculos más emblemáticos. “Mi estilo se caracteriza por contar varios cuentos y no uno solo. Simplemente me sale así, como una especie de flash, con historias muy libres entre sí. El humor es una de las cosas que más me gustan, y creo que junto con la emoción siempre debería estar en el teatro para chicos. En mis obras yo siempre traté de que se produjera un diálogo continuo sin que el espectáculo fuera un plomazo. Trabajo con la diversión. Busco que nos emocionemos juntos, con las pequeñas cosas que son universales y que compartimos todos los seres humanos”, explicaba Midón.

Nació el 27 de febrero de 1944 en Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires. Era hijo de un director teatral aficionado, pero su interés por el teatro se despierta luego de quedar impactado en una función de teatro de una compañía itinerante. Enseguida comenzó a tomar clases y a los 20 años ya cursaba en el Instituto de Teatro de la UBA. En 1967 comenzó como actor con el titiritero Ariel Bufano y con Patricia Stokoe. De ahí a volverse en referente y semillero de toda una generación de artistas no pasó tanto tiempo, pero sí muchísimo trabajo.

“Yo había hecho teatro desde muy chico en Ramos Mejía, ya había hecho todos los cursos disponibles y un profesor le dijo a mi mamá que tenía que estudiar en la escuela de Hugo Midón. Su centro de formación quedaba en Palermo y era un esfuerzo enorme para mis papás llevarme allá dos veces por semana, pero cuando me veían salir tan feliz no lo dudaron. Ahora, a mis 35 años, puedo decir que esa fue una de las etapas más felices de mi vida. Río Plateado era un espacio de mucho respeto por el creador individual, no íbamos a aprender una técnica, entendíamos el teatro como lugar de expresión, las muestras se armaban en base a lo que se tenía, no se gastaba plata en vestuario ni utilería, las entradas eran gratis, todo se mostraba desde el corazón. Ahí conocí un teatro muy honesto”, cuenta Emiliano Dionisi, autor, actor y director de teatro que logró llevar a escena en 2019 Huesito Caracú, otro clásico de Midón.

Emiliano Dionisi (Télam)
Emiliano Dionisi (Télam)

Y agrega: “Hugo era un creador que tenía mucho para decir sin especular, desde un lugar de mucha honestidad. Después, puede trabajar con él en La familia Fernandes, yo era uno de los chicos de ese espectáculo y conociéndolo como director me fascinó la obsesión por los detalles y la búsqueda de excelencia. No me olvido más: nos pasábamos horas haciendo que la música y la luz entren con el movimiento. Me acuerdo verlo obsesionado por determinar la intensidad de la luz al entrar o salir de la sala, él había diseñado un sistema de sonido para que la música siguiera sonando mientras la gente se iba de la sala. Antes de empezar la función, revisaba todo el teatro para chequear que las butacas estuvieran limpias y todo ordenado. Entendía el teatro como un ritual, una casa en la que se reciben unos invitados muy importantes. Hugo fue un maestro, alguien que con su generosidad te marcan la vida, que sabe encontrar en vos ciertos lugares y definen un poco tu vida”.

En dupla creativa con el músico Carlos Gianni, con quien trabajó durante más de 40 años, Midón fue agudizando su estilo de combinar humor y emoción, con piezas que le hablaran a todos. Investigó la historia y los conceptos del payaso, para poder armar su propio clown: uno que siempre manifiesta la alegría de vivir e intenta ver las cosas con humor. Era amante de los refranes y las rimas, de los diccionarios y los sinónimos. “Pisar con pie de plomo”, “poner las barbas en remojo”, “piojo resucitado” frases populares que él pensaba y consideraba como parte de un universo creativo que también hiciera hincapié en la argentinidad.

“Su aporte es fundacional. Se dedicó casi con exclusividad al teatro para toda la familia, pero su propósito no era infantilizar, todo lo contrario. Fue el creador de la comedia musical en Argentina, junto con Pepe Cibrián. Pero Midón abordó el teatro musical con temáticas propias nacionales, hablándole a los niños y a las familias de los problemas nuestros, de los que nos pasaba, siempre preguntándonos por qué somos como somos. Le ponía el ojo de manera antropológica a la gestualidad. Siempre que trabajabas te invitaba a hacer los gestos que hacía la gente en la calle, hacía un estudio de nuestra gestualidad y los llevaba al escenario. Sus obras se trabajaban desde ahí, en esa gestualidad había un doble sentido que invita siempre a leer entre líneas. Recuerdo este concepto que llamó Peter Brook al teatro sagrado, que es el que no se enuncia, que tiene algo que no está dicho y está en el fondo. A eso se dedicaba Hugo Midón con una empatía social y patriótica, a ese teatro sagrado. Su legado es único. Ese trabajo no se muere, en el fondo de su teatro está la expresión poética de lo que somos como argentinos”, piensa el actor Osqui Guzmán, otro compañero de la carrera de Midón, que trabajó con él en Derechos torcidos, Playa bonita y fue uno de los artistas principales en el reciente homenaje que se le hizo en el Centro Cultural Kirchner y que se llamó “La generación que inventó otra infancia”.

Osqui Guzmán
Osqui Guzmán

Hugo Midón recibió numerosas distinciones a lo largo de su vida, pero además lleva su nombre uno de los premios más importantes del teatro musical. Se trata de los premios Hugo, una iniciativa creada en 2010 por el periodista, investigador y director Pablo Gorlero y por el director de teatro musical Ricky Pashkus. “Cuando creamos el premio, estábamos buscando un nombre propio y nos pareció que Hugo reunía las características completas de lo que es un creador de teatro musical, primero en cuanto a lo formativo, porque su escuela es fundamental en la formación de los artistas, y luego, en cuanto a lo disruptivo que fue su trabajo. Hugo Midón, junto con Carlos Gianni, en su irrupción en el medio, abolieron el título de teatro infantil, ellos crearon el concepto de teatro familiar, entendiendo que son obras que realmente se comparten con adultos y niños y eso fue maravilloso. Hugo supo, como muy pocos, poder plasmar una doble lectura, una capa para los chicos y otra para los adultos. Tenía esa habilidad para poder contar esa dualidad del mismo modo, para dos espectadores diferentes y a su vez compartirlos. Por eso uno no olvida esa obra Narices, en la que los payasos hablaban de la libertad y la importancia de eso cuando se estaba saliendo de la dictadura, eso fue inolvidable. Lo mismo sucedió con Vivitos y coleando, aparecían esos payasos saludando a la gente diciendo ‘te veo bien, te veo bien, estás siempre buscando, vivito y coleando’ y era emocionante, porque sabíamos el significado de eso. Ellos trabajaron ese reencuentro como nadie. Trabajaban de manera tan poética y tan hermosa el universo de lo sencillo y, entre tantas cosas, esa impronta de Hugo y de Carlos es lo más importante del legado que dejaron”, define Pablo Gorlero.

En 2009, Hugo Midón estrena Playa Bonita, con jóvenes actores egresados de su escuela Río Plateado y a la salida de una función, sufre una convulsión a partir de la cual se le detecta un tumor cerebral que termina con su vida el 25 de marzo de 2011. Murió rodeado de sus seres queridos en su departamento de Palermo y fue despedido en el cementerio de la Chacarita por familiares, amigos y admiradores cantando “La Historia Interminable”.

Pablo Gorlero (Verónica Guerman /
Pablo Gorlero (Verónica Guerman / Teleshow)

Decía Hugo Midón sobre sus obras: “Siempre hay como rasgo característico un interés por lo cotidiano, por los objetos que están cerca nuestro todo el tiempo y también un interés por lo social, eso que pasa a mi alrededor. Un tema sobre el cual yo siempre trabajé es la libertad, de cómo se complementan las personas que piensan diferente y cómo se da la igualdad de posibilidades. Yo me mandé de una manera más personal y comencé a hablar de mis intereses, de mis dolores, de mis preocupaciones y todo esto no tiene edad: la libertad, la posibilidad de hacer cosas, el deseo de curiosidad, de aventura, de preguntarse las mismas cosas y dar las diferentes respuestas de cada edad. Es ese famoso niño interior que cuando permanece hace que uno esté vivo toda la vida”.

Obras de Hugo Midón para ver en vacaciones de invierno

En la plataforma Teatrix está disponible el espectáculo Mi Don imaginario, creación de Pablo Gorlero con Ana María Cores y elenco, homenajeando a Hugo Midón.

Se presentará el unipersonal Vivito y coleando que armó Carlos March (actor emblemático de diferentes versiones de este espectáculo), sobre la creación de Hugo Midón y Carlos Gianni. No solo la adaptó sino que también actúa y dirige. Funciones todos los domingos hasta el 15 de agosto, a las 17 en la sala El Alambique Cultural (Griveo 2350 en Villa Pueyrredón).

También está disponible el homenaje a Hugo Midón que realizó el Centro Cultural Kirchner, junto a diversos artistas que crecieron con sus obras e interpretan algunas de sus canciones más recordadas en un concierto para toda la familia. Con música del propio Carlos Gianni, dirección artística de Leo Sujatovich, guión y puesta en escena de Enrique Federman y conducción de Osqui Guzmán, la propuesta cuenta con la participación de Juanchi Baleirón, Verónica Condomí, “Cucuza” Castiello, María Ezquiaga, Hilda Lizarazu, Belén Pasqualini y Luna Sujatovich.

El canal oficial de YouTube de la Cámara de Diputados transmitirá de lunes a viernes durante las vacaciones de invierno diez episodios del programa Vivitos y Coleando que se transmitió en la televisión pública en 1989. Luego permanecerán allí libremente disponibles para quien quiera verlos. Diego Reinhold, actor de varias puestas midonianas, presenta los videos con poéticas referencias a la obra. Y el conjunto de los protagonistas de todo tipo de esta saga participarán de un conversatorio por Zoom que anticipará la emisión de las grabaciones históricas de Vivitos y coleando.

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