Hace tiempo que Claudia Piñeiro es una escritora gravitante en la la literatura hispanohablante, y esta distinción lo ratifica: se acaba de anunciar que ha sido la ganadora del Premio Hammett, el más importante que entrega el festival de la Semana Negra de Gijón. Lo obtuvo con su novela Catedrales, una historia desgarradora que gira alrededor del cuerpo de una adolescente que aparece quemado y descuartizado en un descampado y que, treinta años después, el crimen sigue sin aclararse.
Se trata, además, de un relato (publicado por la editorial Alfaguara) que condena las presiones de la religión y la familia sobre las mujeres. Y aparece también el aborto como problemática, un tema importante, no sólo en su obra, sino también en las intervenciones públicas que Piñeiro realiza como activista. La autora, que competía por el premio con los españoles Lorenzo Silva, Elia Barceló, Alberto Gil y Marta Sanz, ha dedicado el galardón “a las mujeres que en todo el mundo luchan por ser iguales al resto de personas del planeta”, informa la agencia Efe.
Según el jurado, Catedrales es “una novela negra no canónica con una gran riqueza literaria y gran variedad de recursos estilíticos” que está “comprometida con la más cruda realidad que puede afrontar una mujer a causa de la hipocresía y los prejuicios religiosos”. En su cuenta de Twitter, Piñeiro confesó que, al enterarse de la noticia del premio, “me puse a llorar y no pude twittearlo. ¡Estoy feliz!”
Catedrales ya había sido reconocida. Un mes antes, en España, donde se realiza la Semana Negra de Gijón, fue elegida por el público como mejor novela extranjera en el Festival Valencia Negra. Sobre este libro, en una entrevista, Piñeiro dijo que “tiene que ver con los mandatos: con el mandato de la religión, de cómo tiene que ser la familia, de cómo tienen que ser las mujeres. Hay muchos mandatos que hoy están siendo cuestionados, están tambaleando para ver cuál cae y cuál queda”.
Su compatriota, Ana Llurba, cordobesa que vive en Barcelona pero que en el momento del anuncio estaba en Berlín, ganó el Premio Celsius por la mejor obra de ciencia ficción y fantasía, el mismo que el año pasado recibió la también argentina Mariana Enriquez. El libro de Llurga se titula Constelaciones familiares: trece relatos sobre la amistad, la exploración de la sexualidad, rituales adolescentes, la maternidad, los vínculos con otras especies y hasta con seres mitológicos.
Además de Piñeiro y Llurba, este año fueron finalistas las argentinas Paula Rodríguez por el Premio Memorial Silverio Cañada con la novela Causas urgentes y Gabriela Saidon por el Espartacus, con la novela La reina. Este año, el premio Espartacus a la mejor novela histórica en español fue para El cocinero y la ostra de Lucía Núñez. Y el Memorial Silverio Cañada lo recibió Arena de Miguel Ángel Oeste y el galardón Rodolfo Walsh a mejor obra de no ficción de género negro fue para Aquí no hemos venido a estudiar del periodista y ensayista Enric Juliana.
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