Una colección de más de 600 monedas grecorromanas, que habían sido compradas por Bernardino Rivadavia en el siglo XIX y robadas del Museo Histórico Nacional el año pasado, fueron restituidas a esa institución después de haber sido recuperadas mediante un operativo realizado por el Departamento Protección del Patrimonio Cultural de la Policía Federal Argentina durante el año pasado.
El Ministerio de Seguridad informó a través de un comunicado que la colección es de las más importantes de su tipo en la región y posee un valor incalculable en el mercado de coleccionismo internacional.
La colección numismática del museo data de 1823 cuando Bernardino Rivadavia compra a M. Dufresne de Saint-Leon una colección de monedas griegas y romanas que habían pertenecido a R. P. Casone, guardián del Gabinete de Medallas del Vaticano. Esta colección, luego pasaría a formar parte del Museo Público de Buenos Aires creado por decreto de Rivadavia; dicha colección abarca un arco histórico que parte del siglo V a.C y llega hasta el siglo VI d. C.
Más adelante, en enero de 1947, la colección fue transferida al Museo Histórico Nacional a través de un decreto presidencial. En 2017, se inició un proceso de puesta en valor y regularización de la situación patrimonial de las 1.692 monedas griegas y romanas antiguas.
El robo de las 948 monedas romanas, griegas y bizantinas -todavía faltan por aparecer más de 300- se produjo el 7 de marzo de 2020, por parte de tres ex empleados del museo. Los detectives del caso relataron cuando fueron detenidos, tres días después de la desaparición, que los sospechosos simulaban hacer refacciones de mantenimiento para lo cual había que preservar las monedas en un lugar de acceso restringido, en el subsuelo del Museo. Así, de a poco, robaron moneda por moneda.
La trama del robo comenzó a desanudarse el 14 de febrero de 2020 cuando un coleccionista le enseñó a un colega su última adquisición; un lote de monedas compradas por el expresidente Rivadavia entre los años 1826 y 1827. Este le dijo que las piezas eran patrimonio del Museo Histórico Nacional, que no era posible comprarlas. Ante esto, el dueño de las reliquias se dirigió a la Justicia a realizar la denuncia.
Los investigadores no pueden dar certezas y no hay una fecha exacta de cuándo los delincuentes empezaron a llevarse las monedas del Museo, por lo que la trama del robo pudo haber comenzado hace años, meses o días antes de concretarlo. La cabecilla del atraco trabajaba en el espacio de Parque Lezama, desde hacia 25 años, por lo que tenía la confianza de las autoridades y así el acceso a todas las salas. Sus asistentes tambien trabajaban en el área de mantenimiento, uno de ellos era su hijo.
“Nuestro agradecimiento a la Policía Federal Argentina, fundamentalmente a Interpol, por la investigación y la tarea que llevaron adelante, en defensa de nuestro patrimonio, y para que esta colección pueda volver al Museo Histórico Nacional. Se trata de una colección de enorme valor numismático e histórico con lo cual ha sido muy importante esta recuperación; ahora continuaremos trabajando con nuestros museos para cuidar nuestro patrimonio histórico que le pertenece a todas y todos los argentinos”, expresó el ministro de Cultura, Tristán Bauer.
El procedimiento, que permitió recuperar las monedas, tuvo su punto de partida en marzo de 2020 cuando, a pedido de la Fiscalía Federal N° 9, a cargo del Dr. Guillermo Marijuán, se inició una importante investigación a raíz de una denuncia que había recibido el magistrado.
Por su lado, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic señaló: “para mí es una gran satisfacción estar aquí en el Museo, acompañando la restitución de estas monedas tan valiosas del patrimonio cultural argentino. Quiero destacar la tarea que ha hecho la Policía Federal Argentina para identificar a los responsables y el trabajo que realizaron las y los trabajadores de la fuerza para que la inmensa mayoría de las monedas robadas puedan estar hoy aquí en el Museo”.
El denunciante, un coleccionista de numismática, aseguró haber recibido de buena fe un lote de monedas coleccionables y, con la ayuda de un experto, se determinó que podrían ser las piezas robadas. Como paso siguiente, la Fuerza Federal incorporó el pedido de secuestro de la totalidad de las monedas a nivel nacional mediante su inclusión en la Base de Datos de Bienes Culturales Sustraídos de la PFA y en el plano internacional en la Base de Datos de Obras de Arte Robadas de INTERPOL, cuyo acceso alcanza a los 194 países miembros del organismo.
Con todo lo recolectado durante la investigación, el Juzgado Federal nro. 12, a cargo del Dr. Rodolfo Canicoba Corral, ordenó una serie de allanamientos en el Museo y en domicilios particulares vinculados a los investigados. El resultado fue la detención de los tres sospechosos, la recuperación de 604 monedas históricas y la incautación de teléfonos celulares y dinero en efectivo.
Los dos objetivos centrales fueron: poner en valor la colección numismática a partir de la identificación, descripción, catalogación y la digitalización, y por otro lado, reorganizar los espacios de guarda de la colección a partir de la evaluación del estado de conservación de las mismas.
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