Con la participación de ocho argentinos, algunos a través de su obra como el ilustrador Iñaki Echeverría y otras compitiendo en premios como las escritoras Claudia Piñeiro, Paula Rodríguez y Gabriela Saidon, la Semana Negra de Gijón, el festival de literatura policial más importante en castellano, se desarrollará del 9 al 18 de julio en forma totalmente presencial y con un lema que, en época de merma de restricciones por pandemia, no precisa aclaración: “A la calle que ya es hora”.
“Si el año pasado fue de resistencia, este año es de combate: volveremos a la calle, no en el marco habitual de los últimos 10 años pero sí a un sitio precioso, el Puerto Deportivo, y con una modalidad absolutamente presencial: los 150 escritores estarán aquí”, confirma el director de contenidos del festival, Ángel de la Calle.
La diferencia con el año anterior “es que en 2020 el presencial fue del 40 por ciento, que ahora estamos algo fatigados de las pantallitas, aunque hayan sido muy útiles, y que este año el 100 % será presencial: los autores estarán aquí aunque el escenario musical no esté en la calle, sino dentro de una carpa con aforos limitados. Será como en los 90, cuando empezábamos”, señala De la Calle.
“Si hoy la novela negra está en el centro de lo literario, en aquellos tiempos estábamos en los márgenes, con una escena más pequeña. No pasábamos de los 40 autores y las 12 charlas -repasa-, pero ahora hay 180 participantes sin contar músicos y 112 actividades, dejando fuera las visitas guiadas a museos”.
“La virtualidad no va a intervenir en esta 34 edición salvo en el hecho de que vamos a transmitir todo en streaming desde nuestra página web, nuestro canal de YouTube y plataformas que se nos van a unir en distintos países. En el caso de Argentina serán las de Página/12 y la Biblioteca Nacional, que compartirán la señal para que nuestra plataforma resista a tanto tráfico”, cuenta el director del festival.
Otra diferencia que llega con 2021, son los protocolos sanitarios por Covid. “En España la mascarilla no es obligatoria pero aquí la gente tendrá que usarla en todo momento, habrá aforos y las entradas deberán sacarse telemáticamente para 120 espectadores en una de las carpas y 60 en la otra”, agrega.
Visto en retrospectiva, “la virtualidad trajo al streaming para quedarse -indica De la Calle-, porque el último festival tuvo un gran seguimiento en el mundo gracias a que se lo pudo seguir viendo el resto del año. Ahora, un canal transmitirá en directo lo que ocurra en la carpa principal y cuando a las 12 de la noche hora España eso acabe -19 horas de Argentina- se comenzará a retrasmitir lo que ocurrió en la otra carpa”.
La comitiva argentina está conformada por Piñeiro, Rodríguez, Llurba, Saidon, Martín Sancia Kawamichi y Ernesto Mallo, una “presencia fuerte” que para De la Calle responde a que “la novelística policial más importante de la lengua española está ocurriendo en Latinoamérica, especialmente en Argentina, México, Colombia y Chile”.
A diferencia de las restricciones del año anterior, en 2021 habrá escritores latinoamericanos pudiendo viajar a España y la presencia argentina estará definida por mujeres finalistas.
“Piñeiro disputará el Dashiell Hammett con una novela excepcional como Catedrales, probablemente sea la más importante del año, y Rodríguez el Silverio Cañada con Causas urgentes, un descubrimiento”, repasa De la Calle, mientras que Llurba, cordobesa nacida en 1980 y radicada en Barcelona competirá por el premio Celsius con Constelaciones familiares y Saidón por el Espartacus, con la novela La reina.
Dos grandes escritores pondrán su sello de formas distintas en esta edición: El griego Petros Márkaris, de 84 años, presentará Ética para inversores y el cubano Leonardo Padura, Premio Princesa de Asturias, sentó presencia en junio, durante una suerte de preámbulo de la SN, cuando presentó la novela Como polvo en el viento con un prólogo dedicado a su 34 edición. “En un año excepcional hemos tomado medidas excepcionales”, postula De la Calle.
Por otra parte, el territorio amplio y disímil de la novela negra en español será uno de los ejes de debate y presentaciones, “no podemos ser ajenos a los nuevos nombres que irrumpen en ese campo, como el de la argentina Rodríguez, quien en su novela disecciona con lucidez la corrupción cotidiana”, dice De la Calle.
“Hace 34 años -insiste- a los policiales no se los consideraba literatura, aunque sorprendentemente tenían a algunos de los mejores escritores argentinos como Guillermo Saccomanno o Juan Sasturain”, destaca acerca de los autores que ganaron el premio Hammet. El primero por su obra Cámara Gesell y el actual director de la Biblioteca Nacional por la novela El último Hammett.
“Ricardo Piglia, otro argentino que ganó un Hammet, decía que hay dos tipos de novelas, o alguien se va de viaje o hay que responder una pregunta, quién lo mató, por ejemplo. La novela negra pertenece a este segundo grupo -señala-, que tiene un atractivo: si es buena, atrapa al lector en la primera página y le cuenta la época, porque la novela negra es transversal, atraviesa todas las capas sociales: desde las dependientes, que son las que sufren los crímenes, hasta las que dictan las leyes, que son las que los cometen”.
Este año en el festival habrá un segmento más amplio y potente que ocasiones anteriores dedicado al periodismo narrativo, es decir, “la no ficción negra en español, a la que no accedemos de manera directa porque hay un problema que en este segmento buscamos saldar: tenemos un idioma de 600 millones de hablantes que está parcelado y entonces lo que se escribe en un país se desconoce en el otro”, puntualiza De la Calle.
Ocurre que “el periodismo cumple una función social muy importante, en momentos de degradación absoluta, promovidos por lo grandes poderes, ocultamiento de información y desinformación”, remarca sobre los motivos que los llevaron a que reforzar la sección, a la que asistirán periodistas como Manu Marlasca y Mabel Lozano.
Otro resaltado de esta edición será la novela vasca, escrita en euskera y castellano, “una de las más vitales de España -indica De la Calle-, con algunos nombres ya míticos y otros que piden que nos quedemos a conocerlos”, como los de Dolores Redondo, Jon Arretxe, Noelia Lorenzo Pino y Laura Balagué.
En tanto que en la buhardilla del Museo Barjola se montará la muestra “21 en el XXI. Cómic Noir del tercer milenio”, con 40 originales que contienen “algunas de las obras más innovadoras y significativas en la narrativa de género negro en el cómic de los 21 primeros años del siglo 21”, entre ellos de los argentinos Iñaki Echeverría y Carlos Salem o la española Antonia Santolaya.
El catálogo que tradicionalmente se entrega a los asistentes contendrá un ensayo coordinado por Pepe Gálvez y Norman Fernández con 21 firmas internacionales de la crítica y el estudio del cómic. Quienes quieran seguir el festival podrán hacerlo a través de esta dirección, a partir del 9 de julio, cuando comience el streaming.
Fuente: Télam
SEGUIR LEYENDO