La belleza del día: “Pornocrates”, de Félicien Rops

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

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“Pornocrates”, de Félicien Rops, en
“Pornocrates”, de Félicien Rops, en el Museo provincial Félicien Rops en Namur, Bélgica

El belga Félicien Rops (1833-1898) fue un pintor y grabador, que se destacó por sus temas satíricos, eróticos y satánicos, como por su asociación creativa con Charles Baudelaire, para quien ilustró Los despojos, obra del poeta maldito francés que fue censurada en Francia y publicada en Bélgica.

Tuvo una sólida formación en literatura y filosofía más que en artes plásticas, y así se rodeó de escritores de vanguardia desde su jventud. Pero de a poco se fue interesando por la ilustración y desde sus primera obras en el periódico Le Crocodile su vida estaría rodeada de polémica, como cuando realizó un dibujo llamado La medalla de Waterloo, en 1858, en el que criticaba a los belgas que ostentaban la medalla de Santa Elena, la primera medalla del ejército fráncés que reconocía a los viejos soldados de las campañas lideradas por el emperador Napoleón I. A la conmoción pública le siguió una invitación a duelo del hijo de un oficial.

Se casa con Charlotte Polet de Faveaux, hija de un juez del Tribunal de Namur, su tierra natal, y construyeron un castillo en Bruselas que se convierte en uno de los centro de reuniones culturales de la época. Con el tiempo, es uno de los principales ilustradores de su país, no solo en matutinos, sino también realizando las cubiertas de libros de destacados autores. Pero, su vida libertina le juega una mala pasada.

Rops es un infiel crónico, un hombre de fiestas y noches eternas, pero todo se mantiene un equilibro hasta que estalla el escándalo del Caso Vandersmissen: en abril de 1886, el abogado y diputado Gustave Vandersmissen asesina a su ex esposa, la soprano Alice Renaud, quien era amante del artista.

En 1872, Renaud, con 17 años, conoce Rops, 22 años mayor e inmediatamente comienzan una relación. El la llamaba su ”su puber temprana” y ella su “maestro del libertinaje”. La relación creció y el ilustrador financió sus estudios musicales y la contrató en el Théâtre de la Monnaie, para cuatro años después separarse. Un año después, ella estaba en pareja con Vandersmissen, con quien se casa. Pero Edgard Dupleix de Cadignan, condenado en múltiples ocasiones por malversación financiera, anuncia en la prensa que tenía muchas revelaciones sobre su relación con la esposa del político. Así que comienza un proceso de divorcio, ella para detenerlo le asegura que ella también hablara con la prensa de seguir así.

En 1883, ella retoma su relación con Rops con quien mantiene una acalorada correspondencia. “Vuelve. Yo te amo todavía. Recuerda mis hermosos pechos blancos. Son aún más hermosos ahora”, le escribe. El descubre el affaire, pero es recién cuando la deshonra se hace pública en el periódico La Nation, que va hasta su hogar de noche y le dispara cuatro veces.

Tres piezas de Rops
Tres piezas de Rops

Así que Reps, tras el escándalo, también se separa. No hay divorcio, para evitar más atención mediática, pero si una separación de bienes. Debe abandonar su castillo y se instala en París, donde continúa relacionándose con los círculos más importantes, en los cafes Guerbois y Larochefoucauld, donde entabla una relación con Víctor Hugo.

En 1878, cuando realizó Pornocrates, su obra más famosa, Rops vivía con las hermanas Léontine y Aurélie Duluc, creadoras de una casa de moda, quienes formaron una relación de a tres y le dieron hijos.

En una carta a su amigo Henri Liesse, de 1879, le cuenta que la obra fue realizada en unos días de fiebre y desenfreno sexual: “Mi Pornocracia está hecha. Este dibujo me encanta. Me gustaría mostrarles a esta hermosa chica desnuda con zapatos, enguantada y vestida de negro, seda, piel y terciopelo, y con los ojos vendados, caminando sobre un friso de mármol, conducida por un cerdo con una “cola dorada” a través de un cielo azul. Tres amores - viejos amores - desaparecen llorando […] Esto lo hice en cuatro días en un salón de raso azul, en un departamento recalentado, lleno de olores, donde el opopanax y el ciclamen me dieron un poco de fiebre, beneficiosa para la producción e incluso para la reproducción”.

El trabajo representa la visión de la mujer del decadentismo de finales del siglo XIX: una femme fatale que era cada vez más sexual, cruel y seductora. La mujer y el cerdo caminan sobre un piso de mármol, sobre un friso que presenta cuatro alegorías de las artes: Escultura, Música, Poesía y Pintura. La pintura hizo su debut en sociedad causando indignación y escándalo en 1886, en una muestra del Grupo de lo XX (que tuvo entre otros a Pissarro, Monet, Seurat, Gauguin, Morisot, Cézanne, y van Gogh, en diferentes momentos)

La pieza, realizada al gouache y acuarela realzados al pastel sobre papel, se encuentra en el Museo provincial Félicien Rops en Namur, Bélgica, y tiene otras reproducciones “hermanas” en las colecciones de otros museos, como el LACMA, el Museo Nacional de Arte Occidental (Tokio) y el Rijksmuseum de Ámsterdam.

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