Son tiempos oscuros en el mundo. De conteos de muertos, de espera de vacunas, de abrazos perdidos, días de furia y desasosiego, de tecnología a la carta, de pantallas que sustituyen la experiencia en vivo, pero no a la vida. Y allí, como un pequeño faro, se encuentra el arte, la belleza de tiempos pasados, a veces atroces, a veces felices, que regresan de la mano de los bots y que pueden, aunque sea por unos instantes, regalar algo de dicha.
Los bots de arte están a un click, a un toque, de distancia, y pueden traer obras de grandes pintores, de otros olvidados, a smartphones y monitores, y uno de sus grandes responsables es el ingeniero y codificador Andrei Taraschuk, quien junto a su socio Cody Braun, creó ArtBot Project, donde administran alrededor de 1300 bots, en cuentas de Twitter, Tumblr y Facebook, que poseen casi 11 millones de seguidores.
Solo en abril pasado, compartieron 385 mil obras de arte, por las que obtuvieron 3.4M likes, casi 850 mil reposts o retweets y 10,659 comentarios.
¿Cómo se siente traer tantas bellezas a las redes sociales?, le pregunta Infobae Cultura vía mail, a lo que responde: “¡Se siente tan extraño! A nivel intelectual, sé que los bots tienen un impacto en millones de personas en todo el mundo, pero como está sucediendo en el espacio virtual, es difícil poner las cosas en un contexto significativo. Por ejemplo, el mes pasado los art bots compartieron más de 385 mil obras de arte con 258 millones de impresiones. ¡Eso es 98 impresiones por cada segundo de cada día del mes! Estos números muestran que estamos llegando a millones de personas, pero es difícil conceptualizar el alcance del impacto que tienen nuestros bots. De vez en cuando, alguien se comunica directamente conmigo en Twitter para expresar su gratitud por el proyecto, y eso lo hace sentir más cerca de casa”.
Taraschuk nació en Rusia, pero actualmente vive en EE.UU., donde se especializó en software, y desde sus primeros años estuvo relacionado con el arte.
“Al crecer en Rusia en una familia de artistas, estaba rodeado de arte. Incluso asistí a una escuela de arte y pasé años detrás de un caballete. Pero las cosas cambiaron cuando me mudé a Estados Unidos y seguí una carrera en software. El arte era lo más alejado de mi mente. Quince años después, poco antes de empezar a crear bots, me di cuenta de que una parte importante de mi personalidad creativa se estaba desvaneciendo y necesitaba encontrar una manera de solucionarlo. Al comenzar el proyecto ArtBot, estaba tratando de devolver el arte a mi vida y nutrir mi espíritu”, comentó.
El proyecto, como muchos, nació con otro objetivo, pero el tiempo, la necesidad, lo puso en esta dirección. En sus inicios, sencillamente deseaba compartir algunos artistas que le gustaban: “Siempre estuve interesado en la intersección de las artes y la tecnología y siempre quise hacer algo en ese espacio. A principios de 2014, estaba experimentando con diferentes conceptos de aplicaciones de arte cuando se me ocurrió la idea de hacer un bot. En ese momento, pensé que sería interesante si pudiera ‘seguir’ a artistas muertos en Twitter y ver su arte en mi línea de tiempo. No tenía demasiadas expectativas para el proyecto y quería construir algo para mí. Egon Schiele (@artistaschiele) y Vasili Kandinsky (@artistkandinsky) fueron los primeros bots que construí, y despegó desde allí”.
“Al principio, las cuentas simplemente compartían obras de arte, pero con el tiempo, su comportamiento se volvió cada vez más complejo como resultado de los modelos de inteligencia artificial diseñados por mi cofundador Cody Braun”, dijo.
La experiencia de administrar tantas y tantas cuentas, por supuesto, han ampliado su conocimiento y gusto, y si bien asegura que no tiene artistas favoritos, agrega que “últimamente he disfrutado mucho el trabajo del ilustrador mexicano José Guadalupe Posada, el pintor ruso / soviético Kuzma Petrov-Vodkin y la expresionista abstracta estadounidense Joan Mitchell. Estos artistas son muy diferentes, representan diferentes períodos de tiempo, países y estilos artísticos, y esto es precisamente por lo que los amo”.
El encierro por la pandemia generó un crecimiento en seguidores, como también en los artistas que se muestran, aunque, en ese sentido, todo depende de la cantidad de material digitalizado de fuentes verificadas disponibles gratuitamente en línea. Por lo que, lamentablemente, muchos artistas quedan afuera del ojo de los bots, algunos por no tener un canal de calidad oficial que los instrumente y otros porque por cuestiones de derechos no pueden ser utilizados.
El Top 3 de los artistas más seguidos en redes están relacionados al impresionismo, siendo Claude Monet (@artistmonet), el rey, con 61,560 seguidores, Vincent van Gogh (@vangoghartist) con, 55,639, y Paul Cezanne (@cezanneart) en tercer lugar, con 33,416.
La pandemia estuvo relacionada con quien ocupa el cuarto escalón, que en sus obras retrata la modernidad y el aislamiento, el estadounidense Edward Hopper (@artisthopper), con 28,553 followers. En el quinto se ubica el único simbolista del Top 10, el austriaco Gustav Klimt (@artistgklimt), con 27,635.
Entre el sexto y el séptimo lugar regresan los exponentes impresionistas, pero también aparecen los surrealistas y hasta uno de los padres del cubismo: Salvador Dali (@artist_dali), con 26,173; Paul Gauguin (@artistgauguin), con 26,109; Pablo Picasso (@pablocubist), 24,967; Rene Magritte (@artistmagritte), 24,937, y Camille Pissarro (@artpissarro), 24,527.
Taraschuk explica que “la disponibilidad de obras de arte para algunos artistas es limitada”, sobre todo en minorías, mujeres y creadores fuera de Europa y EE.UU., pero que eso no lo detiene y que igualmente realiza bots: “Es importante representar a artistas de minorías y mujeres”.
También sostiene que la respuesta de muchos museos han sido positivas y no solo se han mostrado dispuestos a colaborar con su acervo digitalizado, sino también a tener su propio bot: “Los museos han apoyado mucho este proyecto y he colaborado con la Fundación Barnes (@the_barnes_bot), El Museo Nacional de Suecia (@NatMus_SWE_bot) y muchos otros en sus propios bots. Un número creciente de museos están poniendo sus colecciones a disposición en línea, lo que permite a desarrolladores como yo encontrar usos creativos para su contenido. La lista de bots del museo incluye actualmente 90 colecciones y está online”.
No todos los seguidores están al tanto de que las cuentas son bots y que los artistas llevan muertos varias décadas, en algunos casos, siglos. Por ejemplo, el programador relata que suelen escribir por DM con diferentes propuestas.
Cuando comencé este proyecto, mucha gente que era nueva en el mundo del arte clásico confundió a los bots con los artistas vivos
”Cuando comencé este proyecto, mucha gente que era nueva en el mundo del arte clásico confundió a los bots con los artistas vivos. La gente se acercó a Lucian Freud (@artistofreud) con preguntas sobre su arte, o invitaron a Modigliani (@artmodigliani) a una exposición en una galería. Algo curioso sucedió hace una semana cuando alguien se acercó a El Greco (@artistgreco) preguntando si estaría interesado en promover un curso de arte en línea”. La oferta era tentadora, le ofrecían ganancias de hasta USD 250 mil por semana, lamentablemente el pintor de origen griego falleció en 1614.
El dinero hubiera sido una buena noticia para Taraschuk y Braun, ya que toda su tarea es ad honorem, lo que se llama por verdadero amor al arte. Por eso, los creadores del Art Bot Project lanzaron una campaña para recibir donaciones en Pantreon, para mantener los artbots sin publicidad y expandir la red de arte a más artistas.
Los deseos de compartir arte de Taraschuk y Braun no solo se suscriben a artistas de otras épocas, sino que están buscando la manera en que los creadores actuales puedan usufructuar la tecnología bot para difundir su obra.
“Estamos trabajando en formas de hacer que la tecnología que hemos desarrollado para los bots esté disponible para artistas, fotógrafos y creadores contemporáneos. La idea es ofrecer a los creativos una forma sencilla de lanzar sus propios bots en las redes sociales. ¡Imagínese lo genial que sería si cada obra de arte que se haya creado se compartiera en las redes sociales!”
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