A pocas semanas de la salida de su segundo álbum, Happier Than Ever, y a pocos días de romper por segunda vez un récord en Instagram (su publicación sobre la portada de la edición británica de Vogue recibió un millón de likes en menos de seis minutos; en marzo, su revelación del pelo rubio había llegado a esa cifra en exactamente seis), Billie Eilish publicará el 11 de mayo una edición de su álbum de fotos, como una especie de minibiografía, ya que solo tiene 19 años, acompañada por un audiolibro.
Titulado con su mismo nombre, su primer libro incluye centenares de fotos que ella misma eligió y organizó para el volumen, que van desde su infancia, en la casa donde creció junto con hermano, educados por sus padres sin ir a la escuela, hasta su vida de gira como estrella. Si bien no fue criada como niña artista, al estilo de muchas estrellas infantiles, tenía solo 13 años cuando subió a SoundCloud una canción, “Ocean Eyes”, que le valió un contrato de grabación a los 14.
El libro refleja la extrañeza de esa travesía: en una de las fotos se la ve, el día que cumplió 12 años, entre una nube de fans de Justin Bieber, esperando al costado de un camino que pasara su ídolo; en otra, en el asiento de un tren, con una nota nostálgica sobre los días en que podía usar el transporte público. Como esas líneas, otros textos recorren las imágenes y las completan con recuerdos y reflexiones de la artista.
Billie Eilish, publicado por Grand Central Publishing en los Estados Unidos y Wren & Rook en el Reino Unido, ambos sellos de Hachette, sale en simultáneo con el audiolibro del mismo nombre, en el que la voz de la talentosa californiana recorre también sus 19 años. Sus padres, Maggie Baird y Patrick O’Connell, participan con anécdotas y observaciones.
“Nunca llevo las fotos de gira, son demasiado valiosas”, dijo a The Guardian en una entrevista de anticipo. “Me encanta volver a verlas cuando estoy en casa, sin embargo, y siempre insisto en sentarme y recorrerlas cada tanto”. Como cualquier centennial, Eilish creció con una gran disponibilidad tecnológica para registrar sus pasos. Eso dificultó en buena medida la selección de materiales.
“Me costó bastante revistar y decidir qué incluir, pero creo que compartí bastante en el libro”, agregó. “Hubo algunas cosas que casi incluí pero al final saqué, luego de haberme dado cuenta que la gente no tenía por qué conocerlas”.
Establecer límites es difícil, en particular para una mujer joven, y mucho más para una megafamosa, pero Eilish piensa bastante en eso, según dijo a Vogue: existe “una parte entera de mi vida de la que no me interesa que nadie tenga información”, explicó, y por más que quiera compartir todo con sus fans no podría hacerlo sin perder su individualidad. “Es demasiado para ellos y es demasiado para mí y no es sano”, resumió.
Las dificultades de encontrar esos equilibrios no la hacen renegar de la fama que ha crecido sin cesar desde que When We All Fall Asleep, Where Do We Go?, el álbum que escribió, produjo y grabó en su casa, con su hermano Finneas O’Connell, se convirtió en el más escuchado en streaming en 2019. Luego ganó en todas las principales categorías de los Grammy: mejor artista nueva, álbum del año, grabación del año, canción del año, mejor álbum vocal de pop.
“Pasé tanto tiempo revisando viejas fotos de toda mi vida para este libro, y hubo muchas cosas que vi y me hicieron sentir nostalgia, y me hicieron extrañar mucho partes de mi vida”, detalló al Guardian. “Pero en general me hicieron sentir más gratitud por la vida que tengo ahora, y me hicieron comprender que no me gustaría volver atrás. No lo haría de otra manera”.
El libro y el audiolibro acompañan, de algún modo, el documental The World’s A Little Blurry, que también recorrió, como un testigo del backstage, la carrera de Eilish desde sus comienzos hasta la actualidad. La película que dirigió R.J. Cutler aumentó un 33% la cantidad de suscriptores a Apple TV+ y generó ingresos por USD 139 millones, casi 70 veces más que su costo.
Pero si el documental cerró una era, como ella dijo en Instagram luego del estreno, es posible que esta biografía fotográfica y el audiolibro sean el comienzo de “una nueva era”, como escribió en ese mismo post. El cambio en el pelo de la artista más joven en crear un tema de James Bond (No Time to Die, como también se llama la película que se estrenará en octubre) fue quizá la marca más visible, y más se sabrá el 30 de julio cuando salga Happier Than Ever, del que por ahora se conocen tres canciones: “My Future”, “Therefore I Am” y la reciente “Your Power”.
“Billie representa algo totalmente nuevo”, dijo a Vogue Alessandro Michele, el director creativo de Gucci, una marca que Eilish usa con frecuencia. “Ella es una artista en evolución continua, con una nueva visión y una nueva interpretación de sí misma en términos de feminidad. Billie está exactamente donde quiere estar, sin prejuicios. Por eso trabajar con ella es tan estimulante: me obliga a pensar de manera diferente”.
En este caso, la revista británica la mostró con un corsé y una falda de Gucci, con guantes y medias de látex, con transparencias: un estilo radicalmente diferente al de su ropa exageradamente suelta y su pelo verde y negro. Siempre le había interesado la estética pin-up y a eso jugó en la producción. “De pronto eres una hipócrita si quieres mostrar tu cuerpo, y eres una chica fácil y una puta”, dijo en la entrevista. “Vamos a darle la vuelta y a empoderarnos con eso. Mostrar el cuerpo, o no, no debería quitarte respeto alguno”.
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