“No creo en la cordura de este mundo. La rebelión transformadora es un constante esfuerzo por superar un sistema despersonalizante... No hay salud sin el reconocimiento profundo de nuestra locura”.
Eduardo Tato Pavlovsky
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La experiencia grupal como paciente de Eduardo Tato Pavlovsky, me dio todo un modo de ver la vida. Transitar la experiencia de la Multiplicación Dramática, dispositivo terapéutico creado por Pavlovsky, Hernán Kesselman y Luis Frydlevsky, fue muy movilizante, transformadora en muchos sentidos. La utilización de esta técnica en las sesiones de psicodrama de Pavlovsky, generaba el descentramiento de aquellos que padecíamos cierta problemática. El hecho de “resonar”, no de interpretar, con lo que cada compañero o compañera traía al espacio terapéutico, nos entrenaba sensiblemente para internalizar múltiples maneras de ver lo que nos hacía sufrir. Cada conflicto personal se habría en múltiples líneas de sentido. Así, Tato, promovía verdaderos colectivos de producción de sentido. Lo grupal como dispositivo.
Es a partir de estas vivencias que surge la idea de escribir una obra que transmita algo de todo esto. De cómo Pavlovsky se nos internalizó como co-pensor hasta hoy. Desde su ternura y desde su humor “nos seguía”, como él decía, para el acercamiento a lo que cada integrante del grupo padecía.
En ese ámbito, Tato integraba su ser actor y dramaturgo, sus pasiones deportivas, populares y hasta anécdotas personales que nos compartía. En este sentido, conocimos desde su propio relato, situaciones de su exilio durante la última dictadura cívico militar.
En sus intervenciones, ligaba lo que sentía con lo que pensaba y hacía. Es esta manera tan vital de acompañarnos lo que hizo que se nos quedara como “acompañante interno”. Es así como él mismo llamaba a sus referentes teóricos durante su praxis en el consultorio.
Esta obra, Deviniendo Tato, intenta transmitir el calidoscopio que se configuraba durante cada sesión de psicodrama. Es por eso que la escribimos a modo de patchwork con fragmentos de sus obras, desterritorializando los textos de sus personajes, ligándolos con retazos de notas y escritos teóricos de Tato.
Quisimos mostrar que en cada sesión grupal se desplegaba un proceso creador. Que nos curaban las múltiples versiones que el grupo producía de nuestra propia escena. Como Tato decía: ¡Los inventos son lo más importante!
Motorizados por la experiencia grupal con este artista, escribimos Deviniendo Tato, como homenaje y con la necesidad y el deseo de transmitir algo de lo vivido en las sesiones terapéuticas grupales.
Elegimos que fuera un unipersonal, en el que un solo actor relatara y encarnara al terapeuta y a todas y todos, las y los pacientes del grupo en la ficción. Esta sesión es la subjetiva de uno de los integrantes del grupo de pacientes. Y en la obra aparecen las tensiones y los momentos de juego y humor propios del devenir grupal en este marco.
Este lenguaje, el teatro, se nos presentó como la vía reggia para contar con alegría y agradecimiento, cómo Tato promovía en sus grupos el acto creador. Toda una ética y una estética, un modo distinto del rol de terapeuta.
En este momento y a partir de la crisis sanitaria, interrumpimos nuestras funciones a partir del decreto presidencial. Continuamos nuestro trabajo, nuestro contacto con el público, con dos propuestas. Un conversatorio en el que compartiremos nuestro proceso creador. Este encuentro será abierto y tendrá como moderador a Jorge Dubatti, especialista en Pavlovsky y su obra. El mismo se llevará a cabo el día 15 de Mayo a las 20 horas vía zoom. Las entradas, a la gorra, están disponibles en Alternativa teatral.
Además, el 22 de mayo estaremos presentando nuestro espectáculo Deviniendo Tato, por streaming, en el marco del espacio teatral NÜN y las entradas se podrán adquirir oportunamente por alternativa teatral.
Estas acciones alternativas surgen como respuesta adaptativa y es como nos proponemos seguir comunicando la obra de este terapeuta artista, que reunió el arte teatral y la terapia psicodramática, en verdaderos colectivos de producción de sentido.
*Gabriela Villalonga es co-autora y directora de la obra
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