La artista feminista y activista LGBTQ+ Yulia Tsvetkova está siendo juzgada en Rusia por “difundir pornografía”, a partir de una serie de dibujos de desnudos de mujeres, que la podrían llevar a prisión por seis años.
La joven (27) fue detenida en noviembre de 2019 y permaneció bajo arresto domiciliario en Komsomolsk-on-Amur hasta el 16 de marzo acusada de “producción y difusión de materiales pornográficos” por unos dibujos de genitales femeninos que publicó en redes sociales.
“Su persecución encaja en el contexto de una campaña gubernamental de ‘protección de los valores tradicionales’, utilizada, entre otras cosas, para asegurar el control del régimen en el poder político en Rusia”, expresaron en un comunicado desde la Coalición para Liberar a los Prisioneros Políticos del Kremlin. Y agregaron: “Los materiales artísticos en el caso de Tsvetkova no pueden reconocerse como pornográficos. No incitan al deseo sexual, no son naturalistas y tienen un valor artístico e ideológico específico”.
La acusación de pornografía deriva de su papel como fundadora de Monólogos de la Vagina, una comunidad en línea feminista que se “dedica a eliminar el estigma de la vagina” a través de imágenes y textos que celebran “la belleza, la fuerza y la singularidad del cuerpo femenino”, según la descripción del grupo.
“Yulia siempre ha estado en contra de la pornografía. Las feministas están en contra de la pornografía porque es explotación del cuerpo de las mujeres”, dijo la madre de Tsvetkova, Anna Khodyreva, a Associated Press.
Además, en diciembre de 2019 y julio de 2020, fue encontrarla culpable de hacer “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales entre menores” y le impusieron una multa de 50.000 rublos (780 dólares) por administrar dos cuentas online sobre temática LGBTI, a pesar de que ambas cuentas estaban marcadas para 18+.
Entonces, la justicia dictaminó que su dibujo La familia es donde está el amor, en la que mostraba dos parejas del mismo sexo con hijos, violaba la ley de “propaganda gay” de Rusia de 2013 que supuestamente “protege a los niños de la información que aboga por la negación de los valores familiares tradicionales”.
Amnistía Internacional (AI) ha criticado al estado ruso por seguir adelante con el enjuiciamiento de Tsvetkova y por prohibir el acceso a los procedimientos tanto para el público como para la prensa, una decisión tomada con el argumento de que se examinarán “materiales pornográficos” durante el juicio.
“Esta feminista y activista rusa de derechos humanos está pagando un alto precio por difundir los ideales de inclusividad, tolerancia y empoderamiento de las mujeres. Además de haber sido detenida arbitrariamente, interrogada e intimidada en múltiples ocasiones, están coartando todas sus iniciativas teatrales y creativas”, reflexionaron desde Amnistía Internacional, donde ya llevan más de 10 mil firmas para que sea liberada.
“Dibujar el cuerpo de la mujer no es pornografía. Defender los derechos del colectivo LGBTI no es delito. Yulia no ha hecho nada malo. Es el objetivo más reciente de la campaña fuertemente discriminatoria y homófoba que hay en Rusia”, agregaron.
Por su parte, un grupo de activistas de derechos humanos también escribió una carta abierta al fiscal general ruso en marzo, pidiéndole que retirara los cargos. “Las obras de arte que representan la anatomía femenina con el objetivo claramente definido de celebrar la belleza de la anatomía femenina no son ni deben considerarse pornográficas según la ley rusa. La acusación también es una violación del derecho a la libertad de expresión, que incluye la expresión artística, protegido por el derecho internacional y explícitamente en los tratados en los que Rusia es parte”, dice una parte de la carta.
El pedido de libertad de Tsvetkova ya supera las 250 mil firmas en la plataforma Change.org, entre las que se encuentran 150 artistas de su país. Además, se han realizado caminatas de solidaridad en Berlín, Londres y Rusia. En junio de 2020, 40 manifestantes fueron arrestados en manifestaciones en Moscú y San Petersburgo en nombre de Tsvetkova.
El Stedelijk Museum de Amsterdam adquirió una selección de la obra del artista en noviembre y fue nombrada Becaria de Artes del Índice de Censura de los Premios a la Libertad de Expresión 2020.
“Durante el último año, he escuchado que mi trabajo no significa nada. Que las mujeres no necesitan derechos, que la positividad corporal es una pornografía que corrompe a los niños y arruina sus vidas, que debería ir a la cárcel “, dijo Tsvetkova en su discurso de aceptación. “El premio me recuerda bastante que... todavía hay personas que creen que [lo que hago] es importante”.
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