La obra de Artemisia Gentileschi (1593-1656) atraviesa una profunda revalorización en los últimos años, sobre todo tras la retrospectiva realizada por la National Gallery de Londres en 2020.
En ese entonces, Letizia Treves, la curadora de la muestra, explicaba: “Artemisia tenía enormes dones como narradora de historias y aportó a sus cuadros una perspectiva feminista sin precedentes a los temas tradicionales, algo que la historia tardó mucho en reconocer. Tomó mucho tiempo para que se escribiera sobre ella en los libros. Sus pinturas llamaron por primera vez la atención de un público más amplio recién en la década de 1970”.
Así que cuando una de las cuatro versiones que hizo de Lucrecia salió a la venta, el precio se multiplicó por seis por sobre la estimación inicial y fue adquirida por USD 5.3 millones por el Museo Getty Los Angeles, que la presentó en sociedad en la reapertura realizada el 21 de abril, tras el cierre obligado por la pandemia.
En el cuadro, Lucrecia lleva un cuchillo hacia su pecho desnudo; observa hacia lo alto, buscando respuestas, buscando valor, sabiendo lo inevitable de su accionar. El vestido blanco, translúcido por momentos, y la arreglo perlado en su cabello hacen de marco en una figura triangular, clásica en un punto, pero no estática. Lucrecia sufre, Lucrecia teme y se retuerce. Con una mano sostiene la daga que le dará fin, la otra parece decirle ‘detente’.
La pieza está basada en la historia de una mujer de la Antigua Roma, quien fue violada por Sexto Tarquinio, hijo del rey Lucio Tarquinio. La ciudad era gobernada por una monarquía de origen etrusco, y ella, la mujer de un noble romano, vio como el descendiente de la realeza ingresaba a la noche en su hogar, cuando estaba sola, y amenzaba con clavarle un puñal si no accedía a sus pedidos.
Al día siguiente Lucrecia relató lo ocurrido a su esposo y a su padre y, tras rogarles venganza, se clavó un puñal en el pecho. La revuelta que provocó su muerte influyeron en la caída de la monarquía y en el establecimiento de la República.
El mito de Lucrecia ha sido representado en el arte en muchísimas oportunidades: Tiziano, Cranach El viejo, Rembrandt, Durero, Rafael y Botticelli, entre tantos otros, pero para nadie fue tan importante como para Artemisia Gentileschi.
Cuando tenía 18 años, el pintor Agostino Tassi, su maestro y amigo de su padre, la violó, un suceso que según algunos especialistas consideran muy influyente tanto en su vida como en su pintura.
En las actas recogidas en Actes d´un procès pour viol en 1612 (Des Femmes), aparecen tanto la descripción del stupro, como la versión de su violador Tassi, que la acusa de ser una mujer amoral, por lo se que expone toda la humillación que significó para la arista aquel proceso.
Tras una estancia en Roma, en 1627 viajó a Venecia, donde pintó Lucrecia. Con 34 años, había dejado atrás el proceso romano. Triunfante, formaba parte de los círculos intelectuales, formados por literatos, artistas y músicos
Se conocen cuatro Lucrecia, una de las cuales, El rapto de Lucrecia, representa el asalto de Tarquinio y es conservada en Nuevo Palacio de Potsdam, Alemania, y fue pintada entre 1620 y1650. Otra, pintada entre el ’23 y el ‘25, se encuentra una colección privada Girolamo Etro, de Milán. Mientras que la cuarta, recuperada hace pocos años, fue subastada en 2018 por USD 2 millones también a una colección privada.
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