Keisai Eisen (1791-1848) tuvo múltiples facetas como artista: escritor, actor, pero sobresalió como pintor de ukiyo-e, los grabados realizados mediante xilografía, producidos en Japón entre los siglos XVII y XX.
Provenía de una familia de casta samurai y fue alumno de Kanō Hakkeisai, y posteriormente de Kikukawa Eizan. En sus inicios fue autor de Kyogen, una forma de teatro cómica, pero tras la muerte de su padre y su madrastra, cuando tenía 20 años, quedó al frente de sus tres hermanas menores, sus deseos se vieron frustrados. Al tiempo, dejó todo y se convirtió en actor.
Con el tiempo comenzó a destacarse con los grabados para distintos establecimientos. Eisen fue uno de los mejores representantes del género bijin-ga (cuadros de mujeres hermosas), como es el caso de Cortesana vistiendo un uchikake con un diseño de unryu, como también por sus obras de tono erótico (shunga), publicando desde 1911 una serie de ilustraciones para libros bajo el seudónimo Insai Hakusui. Por otro lado, también se conocen pinturas de paisajes en coautoría con el destacado Hiroshige Utagawa.
En Occidente, Eisen logró popularidad gracias a Vincent Van Gogh, artista que tomó del ukiyo-e mucha inspiraicón, en temas o estética. Cortesana vistiendo un uchikake con un diseño de unryu retrata a una oiran, una prosituta de altísimo nivel a la que solo podían tener acceso los extremadamente ricos, los príncipes o shogunes. Eran las mujeres más exquisitas de entre todas las esclavizadas a ejercer la prostitución en el lugar y ocupaban la casta más alta en el barrio de placer de Yoshiwara, en el periodo Edo.
La oiran, o “primera flor”, viste un uchikake, un kimono que se confeccionaba con sedas de la mejor calidad sin obi, el cinturón ancho típico. Por su parte, unruy significa “Dragón que sobrevuela las nuebas”, animal mitológico que se puede apreciar en el estampado.
Van Gogh realizó su propia versión de la pieza en Cortesana al estilo de Eisen. Durante su estadía en París, el artista neerlandés vivió a unas cuadras de la galería de arte de Samuel Bing, uno de los mayores coleccionistas de grabados ukiyo-e de la época, con quien mantuvo una relación amistosa. Y se convirtió también en coleccionista.
Existen varias obras en las que Van Gogh copió literalmente los grabados más famosos de Eisen, Hiroshige y Hokusai, cambiando alguna que otra tonalidad, aunque no es el caso de Cortesana vistiendo un uchikake con un diseño de unryu, a la que no tuvo acceso directo, sino de segunda mano.
La obra original de Eisen salió publicada en mayo de 1886 en la revista Pais Illustré, aunque con una diferencia: la cortesana en vez de mriar hacia la derecha, lo hace hacia la izquierda, por un error del portadista. Así, en la obra de Van Gogh, la mujer también está orientada hacia la siniestra. Además, para dejar en claro su status, el artista europeo suma una rana y una grulla a la obra, que dejaban en claro desde lo simbólico de qué trabajaba. En aquella época, grue, grulla, era utlizado como sinónimo de prostituta, mientras que grenouille, rana, era lo nominación que recibían las mujeres que habitaban los grenouillère, los prostíbulos.
Por otro lado, Van Gogh vuelve a reproducir esta obra en una de las tres versiones de Retrato de Père Tanguy, realizada en honor del marchante y galerista, donde coloca de fondo las impresiones japonesas que Tanguy vendía en su tienda. Allí también, la orientación de la mujer es errónea.
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