Desde hoy se presenta en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Alberto Greco: ¡Qué grande sos!, la primera exposición retrospectiva del artista producida en la Argentina.
En esta puesta que exhibirá más de 100 piezas centrales del legado de Alberto Greco, se incluye una selección de sus obras, reconstrucciones de archivo y “episodios ciegos”, a través de tres ejes: Viva el arte vivo, que presenta a un Alberto Greco demiurgo: la subjetividad del artista que, a través del trazo, recorre el dibujo, la escritura y el nombre, y que continúa en la línea que señala y firma lo real (vivo-dito); La pittura è finita, que despliega las tensiones entre la constante presencia y el abandono de la pintura dentro de su trabajo, y La orden de Greco, que indaga en sus acciones comunitarias, entendidas como colectividad espiritual, artística y social.
Para estas últimas obras u acciones claves del desarrollo artístico de Greco que solo han permanecido en la memoria de testigos y de las que no existe registro visual, el equipo grequista del Moderno convocó a muy diversos artistas contemporáneos argentinos a recrearlos mediante obras y acciones que incluimos en la muestra con la intención de mostrar un Greco vivo y aún presente en nuestra comunidad cultural. Los artistas participantes son: Joaquín Aras, Guillermina Etkin, Sebastián Gordín, Daniel Leber, Agustina Muñoz y Paula Pellejero.
Como una de las figuras catalizadoras del arte contemporáneo en la Argentina, Greco (Buenos Aires, 1931 – Barcelona, 1965) fue un artista central en las rápidas transformaciones que se produjeron en el pasaje de la pintura informalista al objeto y a la acción, por lo que generó una gran apertura del horizonte artístico para todas las décadas que le sucedieron.
A través de la experimentación constante, Greco buscó desjerarquizar el arte, disolverlo en la realidad y fusionarlo con la vida. Desde la Exposición rodante de arte argentino, en 1960, en la que exhibió pinturas y esculturas en las plazas de pueblos cuyanos, hasta la rifa de obras que organizó en los lockers de la estación central de Nueva York, en 1965, Greco fue un artista nómade que con su movimiento generó comunidad. Durante su corta vida, participó de las escenas culturales de San Pablo, París, Roma, Madrid, Nueva York y Barcelona, además de Buenos Aires. Si bien estuvo inmerso en un panorama cosmopolita e internacional, nunca dejó de lado el impacto que tuvo la cultura argentina en su pensamiento; el tango y las costumbres populares recorren su producción.
Con curaduría de Marcelo E. Pacheco, María Amalia García y Javier Villa y diseño de montaje de Daniela Thomas, Felipe Tassara e Iván Rösler, la muestra abre al público hoy, jueves 8 de abril de 14:00 a 20:00, con entrada gratuita y reserva previa, en el edificio ubicado en Avenida San Juan 350.
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