“¡Que tengas una buena feria!”, se escucha de stand en stand, como llevado por la brisa que atraviesa a FELBA, la feria del libro a cielo abierto que, desde hoy y hasta el domingo inclusive, se desarrolla en el Parque de la Estación.
Y esa frase que se repetía en tantas otras ferias de libro, tanto la Internacional que se realizaba en La Rural o la Infantil en el CCK, hoy ausentes con aviso por pandemia, se resignifica. Ya no es una formalidad, sino que vibra en un deseo que reúne a todos los amantes de los libros, más allá del lugar del mostrador que se ocupe.
“¡Que tengas una buena feria!”, se repite entre los más de 50 stand, entre librerías y editoriales de la Ciudad, que se distribuyen, espacio protocolar mediante, a lo largo del espacio público en esta segunda edición de la Feria de Editoriales y Librerías de la Ciudad de Buenos Aires, encuentro organizado por la cartera de cultura porteña, a través del área Editorial de Impulso Cultural, la Dirección General de Promoción del Libro, Bibliotecas y la Cultura, y la Fundación El Libro.
“Hay mucho aprendizaje incorporado, más expositores, con dos stands cada uno, para que haya mucho espacio y puedan mostrar más títulos”, explica a Infobae Enrique Avogadro, ministro de Cultura de la Ciudad. Y agrega: “Y todo con la sensación de absoluta seguridad que da el aire libre, el cumplimiento de los protocolos. Es un gran paseo no solo para el que habitualmente asiste a este tipo de eventos, sino también para el que los descubre por primera vez. Hay mucha familia recorriendo, y hay una oferta vinculada al tema, porque hay muchos stands de literatura infantil”.
Y es que FELBA tiene esa particularidad, busca en lo posible abarcar la mayor cantidad de público, de intereses, posible. Con editoriales diversas, con stands especializados en temáticas que van de lo político a lo religioso, por lo que el recorrido se propone variado. Y, a diferencia de las grandes ferias, no está sectorizado por lo que la invitación a realizar todo el camino está latente.
“Es una gran oportunidad de encuentro con el libro, con la lectura, de encuentro también de las personas con editoriales y librerías, cara a cara, de pasear de mirar la tapa de los libros, ya que la nuestra es una una cultura muy visual con los libros”, agrega Avogadro.
Y esa incertidumbre, luego de un año durísimo para el mundo editorial, hoy se traduce en expectativas. Como María Rolando, quinta generación de libreros, para quien la FELBA es una especie de “renacer” después de un año de muchos cambios en Librería Aguilar.
“Es la primera vez que participamos de una feria, por lo que es una oportunidad única. Estuvimos 32 años en Belgrano y la pandemia hizo que nos reinventáramos, trabajando en redes cuando no se podía abrir. Luego, nos tuvimos que achicar y mudar a Villa Urquiza, donde armamos una especie de depósito para seguir vendiendo”, cuenta.
Y agrega: “Entre otras cosas, el libro es maravilloso porque a la gente le gusta verlo, agarrarlo, leer la contratapa, y por suerte en el lugar de Villa Urquiza empezamos a atender al público. La Fundación nos dio esta oportunidad, nos anotamos y salimos sorteadas, así que lo sentimos como un nuevo renacer, un relanzamiento. La pandemia tuvo muchas cosas malas, pero el libro es un elemento tan noble, que ha sorteado miles de crisis y también lo hará con esta”.
Para Juan Pablo Mazali, de editorial Riderchail, la feria, “aunque es pequeña, es muy grande”: “Nuestro público es infantil y la pandemia alejó a los chicos de los libros más que a los grandes, porque ellos cuando eligen un libro no lo hacen por una reseña, sino por lo que ven, por el contacto directo o por una recomendación en el colegio y esto tampoco estuvo”.
Walter Sdolfo tuvo la suerte de participar en la primera edición con AZ Editora y la recuerda con cariño: “Fue buena teniendo en cuenta el contexto y si bien recién arranca, ésta podría ser mejor. Para empezar, está más linda, más aggiornada, más dinámica, se puede caminar bien con los espacios”.
“Este tipo de formato es interesante porque permite a la gente conectarse con los libros, no con la magnitud que sucedía en las ferias anteriores, pero permite el acercamiento y que conozcan los materiales, eso es un mucho hoy”, reflexiona.
En ese sentido, Ariel Granica, presidente de la Fundación El Libro desde marzo pasado, “cada inicio de Feria es un momento revulsivo para todo el sector, motivador. Siempre que arranca uno ve el efecto que produce en los libros cuando se acercan a los lectores y comienza un ida y vuelta, mezclado con actividades culturales, con propuestas. Acá estamos haciendo lo que permite el momento, con las mayores condiciones de cuidado, pero siempre es un momento festivo y de emoción”.
Y es que la FELBA además posee una programación que se desarrolla en el anfiteatro, con programación diaria, con charlas que recorren temáticas como el feminismo, la literatura juvenil y el cómic, por nombrar algunas.
¿Habrá otras FELBAs durante el año? La respuesta está en el aire. Avogadro sostiene que tienen “todas las alternativas abiertas”: “Es muy difícil planificar porque las condiciones cambian todo el tiempo, pero de alguna manera tenemos el aprendizaje que hemos hecho hasta ahora y la flexibilidad para poder montar otra feria como esta, sobre todo por el ejercicio que tenemos con los colegas de la Fundación El Libro, que nos permite hacerlo con relativa rapidez”.
Mientras para Granica se van “reformulando y reprensando alternativas” de manera constante. “No podemos proponernos planificaciones, proyecciones, cuando la situación es tan cambiante. Estamos viviendo momentos de grandísima incertidumbre, mayor que los que tuvimos hace no tanto. Ahora vamos a tratar de ir acompañando la realidad con propuestas que sean viables en cada momento. No se trata de lanzar anuncios o realizar grandes planificaciones, porque te la cuestionen inmediatamente los hechos”. En el mientras tanto, “¡que tengas una buena feria!”
*FELBA: del 1 al 4 de abril de 12 a 20 horas, en Parque de la Estación, en la calle Presidente Perón 3326, entre Agüero y Gallo. Entrada gratuita
SEGUIR LEYENDO