Si hay algo difícil es replantear horizontes. Se movió la brújula al mismo tiempo que cambió el mapa global. Tripulantes del movimiento político más amplio de la última década: el feminismo, los feminismos -porque a esta altura ya sabemos que feminismos hay tantos como feministas en el mundo- se preguntan en todas las latitudes: ¿cómo navegar en la nebulosa de la pandemia, las crisis, las estadísticas, los negacionismos, las calles que no se pueden ocupar y los bosques prendidos fuego? En el caos los feminismos toman el timón de esta nave que viaja hacia el centro desde las fronteras del universo.
Navegar en un masivo espacio de transversalidad demanda subrayar las luchas por la autonomía y sobre todo por la heterogeneidad de perspectivas. Ciertas formas de narrar cuáles son las formas de todo -incluyendo la de cómo es ser feminista- son los agujeros de Stephen Hawking, capturas hegemónicas de la que nada sale, ni entra. Digámoslo: hacia adentro, en el núcleo -de este y de todos los movimientos- también se consolidan posiciones teóricas dominantes. Discursos que con la fuerza de la gravedad aterrizan antagonismos binarios, narrativas que centralizan la violencia como marco teórico y regulador que opera en la mayoría de nuestras reflexiones y que consagra a la respuesta como forma única de desarrollo de las mismas. Pero ¿y las preguntas?
Como el porvenir será siempre de lo más incierto, enaltecer las preguntas es lo que propone “Feminismo Futuro”, un programa de formación de Revista Anfibia y Cosecha Roja con los debates del pensamiento contemporáneo, a cargo de 8 referentes de la vanguardia en teoría feminista. Voces claves que desde distintas latitudes constelan la agenda feminista con la de la actualidad sociopolítica. Habrá conferencias desde Francia, México, Estados Unidos, Colombia, entre otras, que les permitirán a lxs participantes tener acceso y diálogo exclusivo con las expertas. Además, tres destacadas: muchas de ellas vienen de la filosofía, lo que enaltece la vocación de “Feminismo Futuro” de hacer elogio a las preguntas. En este programa van a compartir los nuevos temas que las tienen desveladas y estudiosas, lo que nos permitirá acceder a reflexiones todavía inéditas en América Latina y especialmente vinculadas a la vida pos Covid.
Además de los vuelos de pensamiento que nos disparen las conferencias, el ciclo tendrá su propia Pista de aterrizaje. A cargo de la abogada y docente Ileana Arduino, será un espacio destinado a la reflexión teórica e intercambio de ideas y al ejercicio de la narrativa-acción. Según la coordinadora: “Mucho más allá de la corrección política y la adecuación discursiva, para la creación de algunas nociones plurales y heterogéneas de las autonomías”.
Este es un breve repaso de las vidas y obras de las conferencistas:
Cinzia Arruzza es una académica y activista feminista y anticapitalista, coautora con Nancy Frazer y Tithi Bhattacharya de Feminismo para el 99% y una de las impulsoras del Paro Internacional de Mujeres en Estados Unidos (2017). Estará a cargo de la apertura del programa que invita a trazar los nuevo desafíos y estrategias en este mapa político. La filósofa pregunta “¿quiénes juntan los pedazos?” cuando se rompe el techo de cristal, mientras cuestiona a un feminismo liberal contemporáneo que pone énfasis en los derechos formales y en la emancipación individual sin cuestionar las dinámicas sociales estructurales que generan opresión de género.
Según la autora italiana, la opresión de las mujeres no empezó con el capitalismo, sino que una vez implantado éste transformó las relaciones sociales a nivel mundial y absorbió las formas previas de opresión “hasta el punto de que hoy, para entender por qué existe la opresión de las mujeres, necesitamos entender la manera en que funciona el capitalismo”, dice. ¿Cómo es que la división sexual del trabajo tiene su impacto? ¿Cómo respondemos?
Arruzza destaca que esta ola -la tercera- nació en Argentina y Polonia. Esto le da potencia al movimiento global, la principal resistencia que encuentran las derechas contemporáneas y que debe mantenerse autónomo de cualquier tipo de identidad política partidaria.
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Como quien mezcla a la comandante Ramona con Simone de Beauvoir, la segunda conferencia de Feminismo Futuro estará a cargo de Jules (Julio) Falquet. Nació en Francia pero se siente zapatista por elección, por eso indagará algunas ideas alrededor de qué resistencias y alternativas se dibujan ante la reciente embestida de las lógicas neoliberales, racistas y patriarcales que se profundizaron durante el apocalipsis-Covid. Según Flaquet, que se doctoró en Sociología por la Universidad de la Sorbonne, las medidas estatales promovidas son un tipo de golpe de Estado “del complejo militar-fármaco-vigilante-industrial” sobre todo en el Abya Yala. Para algunos pueblos indígenas el futuro es algo que se lleva en la espalda y el pasado adelante, dice la socióloga. Su abordaje de la crisis contemporánea es desde una mirada feminista europea critica.
Como lo plasma en Imbricación Mujeres, raza y clase en los movimientos sociales, su nuevo libro, hay que salir de la visión victimista de las mujeres: “no las atacan porque son débiles, sino porque juegan un papel económico y laboral muy importante”. Y continúa: “hay que comprender por el contrario que están atacando a las personas más importantes para la reproducción social y la acumulación de capital. Atacan a la gente que más trabaja y menos cuesta en este mundo porque hacen todo el trabajo en las casas, en las comunidades y en el sistema llamado productivo”.
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La mexicana Sayak Valencia complementará estas ideas en la tercera conferencia sobre feminicidio y necropoder, dos conceptos enraizados en la colonialidad. La poeta y filósofa nacida en Tijuana, una de las ciudades más letales del mapamundi, es la creadora de término capitalismo gore -en referencia al género cinematográfico donde vuelan cabezas y chorros exagerados de sangre- con el que describe de modo punzante cómo en algunos lugares -ciudades fronterizas de su país y otros de la región- el patriarcado sostiene niveles de violencia de dos siglos atrás. En el capitalismo gore la muerte y el asesinato se vuelven formas de trabajo. Empresas, necroempresas, que prometen grandes beneficios, estimulan lógicas de consumo inalcanzables: “En principio aseguraba ingresos importantes, pero ahora hay que matar a destajo para ganar”.
Sayak Valencia sigue regalándonos conceptos y categorías. Desde hace tiempo estudia una tendencia a la que llama “régimen glotaritario”. Y la pandemia le está dando la razón: con este análisis advierte del llamado a construir un gobierno global “gestionado desde tiranías locales y que usará la telerrealidad del régimen live streaming para desmovilizar la resistencia pero no impedirá la productividad y la autoexplotación desde el capitalismo de plataformas”.
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La cuarta conferencia estará a cargo de Brigitte Vasallo, quien abrirá el primer espacio de discusión narrativa y de lenguaje dentro del programa. Hija de una familia gallega migrada a Francia, después a Cataluña y Marruecos, abordará la tensión en torno a los usos discriminatorios del lenguaje, que no puede ser resuelta desde el argumento de corrección lingüística. El lenguaje, según cómo se utilice, “deriva en exclusión de clase”, dice la escritora y periodista. E invita a no ser seducidas por el nombramiento: “son las trampas del sistema para hacernos creer que por el hecho de ser nombradas estamos incluidas en el discurso” de los medios de comunicación, el arte, las escuelas, quienes construyen la hegemonía del imaginario colectivo. Su último libro es El desafío poliamoroso.
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Dentro de los aportes a la diversidad lingüística, Jasbir Puar -quinta conferencista de “Feminismo Futuro”-, desarrolló el termino homonacionalismo para contraponer las prácticas políticas que parecen ampliar derechos de las personas queers y migrantes al tiempo que profundizan estructuras homofóbicas y racistas. Luego de repensar cómo el atentado a las Torres Gemelas lo había cambiado todo, en 2007 publicó Ensamblajes terroristas: el homonacionalismo en tiempos queer. En esas páginas instaló ese concepto. El libro enseguida fue traducido y premiado. Es más, tuvo una re-edición en 2017, al cumplirse una década de su lanzamiento. Para la autora, las ideologías tradicionales heteronormativas encuentran ahora acompañamiento en las ideologías homonormativas replicando los mismos ideales jerárquicos referentes al mantenimiento de la dominación en los términos de raza, clase, género o nacionalidad. La teórica queer es máster en Estudios de la Mujer por la Universidad de York y doctora en Estudios Étnicos por la Universidad de California en Berkeley. Durante su conferencia abordará los desafíos para un futuro feminista en un presente migrante, vigilado y pandémico.
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Será Mara Viveros Vigoya quien retomará la interseccionalidad planteada por Paur desde una perspectiva antirracista. Viveros nació en Colombia y desde muy joven, cuando era estudiante de Economía de la Universidad Nacional de su país, se interesó por los debates del movimiento feminista latinoamericano y caribeño. La investigadora, profesora y doctora en antropología se pregunta si puede limitarse el feminismo a temas de mujeres y si es que todas ellas sufren las mismas violencias.
En un mundo académico-militante, donde la consigna es modelo narrativo casi de etiqueta, Viveros cuestiona el término etnicidad: “es una palabra que se ha vuelto políticamente correcta, pero yo creo que es importante nombrar la raza para combatir el racismo; si no se nombra, pensaríamos que todo el asunto es étnico.”
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Si de estudios sobre violencia en el cruce de raza y género se trata, Elsa Dorlin es la indicada. La filósofa francesa, autora de Defenderse: una filosofía de la violencia, define una línea clara entre los cuerpos que pueden defenderse de los que no, y que además pueden atacar a otros. Su investigación histórica indaga en los grupos a los que se les ha negado, por género o raza, el derecho a proteger su vida, la de los suyos, el derecho a defenderse. Así y todo “la mujer no debe aprender a combatir”, dice la autora en el Manifiesto de autodefensa feminista, “la mujer debe desaprender a no combatir”. Y propone habitar diferente el cuerpo, un cuerpo que conoce de golpear y resistir.
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El cierre de “Feminismo Futuro” estará a cargo de la pionera y capitana del feminismo estadounidense y referente del ensayo narrativo Vivian Gornick. Periodista y activista, autora de Apegos feroces, Mirarse de frente y La mujer singular y la ciudad, releerá la experiencias del movimiento desde su nuevo libro: Unfinished Business: notes of a chronic re-reader. “Yo me considero una escritora de no ficción, una escritora de lo que llamo narrativa personal”, dijo Gornik en una entrevista de hace menos de un año. Y agregó: “Yo escribo una narrativa personal, y en todo lo que estoy haciendo, ya sea un ensayo, una memoria, una reseña de un libro, no importa lo que esté escribiendo, estoy presente en ese trabajo. Intento conducir a la narradora dentro de mí, usarme para contar una historia”.
Gornick, esa mujer singular, también reflexionará sobre ser cronista y activista al mismo tiempo, como lo fue mientras publicaba en The Village Voice. Seguro que fue 50% y 50%: en parte fue la redacción, en parte la calle, las que le dictaron los trucos de escritura que le siguen permitiendo documentar épocas, denunciar injusticias, reflejar subjetividades con sentido político y sobriedad estética.
Los ejes temáticos de “Feminismo Futuro” se relacionan entre sí de la misma manera que sus tesis disruptivas se enredan con nuestras preocupaciones locales. Nos usamos a nosotras mismas para contar la historia. Y quizá esa sea la múltiple-única forma de escribir el mapa de navegación de nuestro futuro.
*Más información en: http://revistaanfibia.com/ensayo/feminismo-futuro/
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