La belleza del día: “Un día de celebración”, de Fanny Brate

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

“Un día de celebración” (1902) de Fanny Brate

A fines del siglo XIX y principios del XX, el mundo era algo nuevo: ciudades enormes, gente por todos lados, ferrocarriles, fábricas, la idea de progreso en su estado más rimbombante. Para muchos pintores, lo mejor era salir a la calle, recorrer países y pintar escenas grandilocuentes.

No para Fanny Brate, que tomó el camino exactamente opuesto: decidió retratar el ámbito doméstico, el silencio de las casas y las sonrisas de los niños.

Uno de los cuadros más populares del Museo Nacional Sueco es de Brate y se titula Un día de celebración: un óleo sobre lienzo pintado en 1902 de 1100 centímetros de ancho y 880 de ancho.

Está en el museo de arte más grande de Suecia, en Estocolmo, junto a 16 mil pinturas y esculturas, 30 mil artesanías y una nutrida colección gráfica, y nombres notables de la historia del arte como Pietro Perugino, Frans Hals, Édouard Manet, Alexander Roslin, Ernst Josephson y Anders Zorn.

"Chica en la ventana", de Fanny Brate

Brate nació en Estocolmo en 1862 bajo el nombre de Fanny Ingeborg Matilda Ekbom. Su padre era John Frederic Oscar Gustaf Ekbom, que trabajaba para el príncipe Carlos, y Henriette Alexandrine Dahlgren.

A los 18 años fue aceptada en la Real Academia Sueca de las Artes y a los 25 se casó con el runólogo (filólogo especialista en las lenguas germánicas) Erik Brate. Tuvieron cuatro hijas: las retratadas en el cuadro y Ragnhild e Ingegerd.

En Un día de celebración, la artista retrató a dos de sus hijas mayores, Astrid y Torun, en la granja familiar en Bergslagen.

“La imagen combina el sueño del cambio de siglo de una infancia feliz, las flores del prado del verano sueco y el romance señorial, y el origen del brillante ideal nacional de diseño de interiores de hoy”, se lee en la descripción junto al cuadro en el museo.

"Escondidas", de Fanny Brate

Es su obra más conocida, pero tiene varias más muy interesantes, como Chica en la ventana y Escondidas. Brate también ilustró libros infantiles y en 1885 recibió una Medalla Real. Sus postales de la intimidad familiar dan cuneta del estilo de vida y de la estética de interiores de la burguesía sueca de fines del siglo XIX y principios del XX. Por esto representa un enorme valor cultural.

Con el matrimonio dejó de pintar con la frecuencia que lo hacía y empezó a dedicarse a ser mecenas de otros artistas. Sabía mucho del mercado del arte y sentía que tenía mucho por ofrecer y ayudar. Y así lo hizo.

Su influencia en la pintura nórdica del siglo XX es innegable. Murió en 1940 en Estocolmo. Tres años después, el Museo Nacional organizó una exposición en la que se exhibieron 126 obras de su autoría. Desde entonces, se ubica entre los pintores más importantes de su país.

SEGUIR LEYENDO