Por qué algunas librerías no van a vender el libro de Macri

Los 25 mil ejemplares de “Primer tiempo”, el libro del ex presidente, se agotaron en la preventa y el Grupo Planeta está reimprimiendo 30 mil más. Pese al éxito que parece ser, hay librerías pequeñas que decidieron no venderlo. Detrás de la decisión hay cuestiones ideológicas concretas pero también comerciales, que desnudan un sistema editorial desigual

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"Primer tiempo", el libro de Mauricio Macri
"Primer tiempo", el libro de Mauricio Macri

La primera tirada de Primer tiempo, el libro de Mauricio Macri, que funciona no solo como “crónica política”, sino también como su reinserción en la coyuntura, fue de 25 mil ejemplares. Hoy se lanzó la preventa y fue un verdadero éxito comercial: se agotó en un par de horas. Planeta, la editorial que publica el libro, ya mandó a reimprimir 30 mil más. “La velocidad de la preventa es un termómetro de lo que será la venta total”, le dicen a Infobae Cultura desde la editorial. Son números que necesariamente tienen como referencia a Sinceramente, el bestseller de Cristina Fernández de Kirchner que rompió récords en 2019, publicado por el otro gran grupo editorial y la competencia de Planeta: Penguin Random House, bajo su sello Sudamericana. Quien rompió el mantra celebratorio fue Cecilia Fanti, escritora y dueña de la librería Céspedes, que escribió Twitter: “Qué libre se siente poder decir ‘Por favor no nos envíen ese libro, pues no lo pondremos a la venta’”.

Luego desarrolló su planteo: “Esto es algo que hacemos todos los meses. Cuando envían una grilla, la devolvemos en cero, y cuando mandan un único título, lo pedimos en particular. El gasto logístico de la editorial y el gasto en tiempo y trabajo administrativo que nos ahorramos redunda en beneficio para todes. ¿Por qué? Porque somos una librería de barrio, pequeña y literaria. Consideramos que no hay nada que actualice ni sea más actual que la literatura. A eso nos dedicamos. A cruzar libros y lectores. A aportar nuestro conocimiento en el nacimiento y cultivo de ese gusto. A que ese libro viva para siempre sin volverse obsoleto en una librería. A mirar catálogos en detalle y encontrar libros olvidados en depósitos para traerlos a las mesas. A reclamar reediciones de libros fundamentales de la literatura que están agotados. Para todo lo demás existen Mastercard, Mercado Libre y las grandes superficies”.

Por su parte, Rubén Acosta, de la librería En el viento, dice, en diálogo con Infobae Cultura: “No es una cuestión ideológica, sino netamente comercial”. Y agrega: “El problema es la no relación de las librerías independientes con el Grupo Planeta, que no nos abre cuentas”. El punto de inflexión es junio de 2020, cuando se aliaron Planeta y Mercado Libre. En medio de la cuarentena, cuando las librerías estaban cerradas, el grupo editorial abrió un canal de venta directa en la plataforma de Marcos Galperín, que aún continúa. Las librerías tienen dos formas de vender los libros de Planeta: a consignación o “en firme”. A consignación es la forma tradicional que manejan todas las editoriales: recibís una cantidad de ejemplares y a los meses rendís cuenta de lo vendido, pero “Planeta no le abre cuentas en consignación a librerías pequeñas”. Y hacerlo “en firme” significa recibir un catálogo de novedades y comprar los libros a una distribuidora para venderlos en el local.

(Foto: Shutterstock)
(Foto: Shutterstock)

La industria editorial tiene su ley de precio único, eso significa que el “precio de tapa”, el que paga el lector, es siempre el mismo. Comprando en consignación, explica Acosta, la ganancia de las librerías es del 40% del valor del libro, pero “comprando ‘en firme’ el margen decrece al 25%, y si el cliente lo paga con tarjeta, baja al 15%”. Agrega: “Planeta lo que hace es depreciar a las librerías chicas. Desde que existen las cadenas privilegiaron las ventas ahí, y es lógico, porque tienen mayor llegada. Pero el hecho de que abran un canal de venta minorista a las librerías pequeñas nos perjudicó. Si un lector me pide el libro de Macri, se lo conseguiré. Dentro de este marco de pandemia y recesión, cada uno decide dónde apuesta el dinero, que es mínimo. La política de la librería es que le devolvemos la confianza a los que sí confían en nosotros. La prioridad siempre van a hacer las editoriales que quieren trabajar con nosotros.”, sostiene el librero de En el viento.

En esa misma línea, Martin Latorraca de Sudestada —librería ubicada en el Microcentro porteño, que también tiene su propia editorial y su revista— le dice a Infobae Cultura: “Nuestra librería no es una librería convencional, es la librería oficial de la revista y de la editorial Sudestada. No tenemos mercadería de Planeta y Random. En todo caso, de las novedades que nos mandan en el catálogo, elegimos”. Latorraca sostiene que no vender el libro de Macri “es una decisión editorial y también una decisión comercial”. “Como compramos ‘en firme’, tenemos que elegir. Por ejemplo, en nuestra librería no vas a encontrar libros ni de Majul, ni de Fernández Díaz. Son libros que no nos interesa tener, más que nada porque nuestros lectores no vienen a buscar esos libros. Como en la editorial publicamos los libros que nos gustaría leer, en la librería vendemos los libros que nos gustaría tener. Para lo demás están las cadenas”, agrega.

A poco de hablar con Infobae, la cuenta de Twitter de la librería fue más allá en sus declaraciones y justificó con un hilo de tuits su decisión. El primer tuit fue acompañado de la imagen violenta en la que se ve el libro y un tomatazo que da de lleno en la cara del ex presidente. “En Librería Sudestada elegimos qué vender y qué no. Desde hace 20 años elegimos el camino de la autogestión, somos de la escuela de #OsvaldoBayer, de #FabiánPolosecki, de las #Madres y #AbuelasdePlazadeMayo.”

“La política no es un juego de primeros y segundos tiempos, es mejorar las condiciones de vida de la gente que en nuestro país bajo el Gobierno de Macri llegó al 50 por ciento de pobreza. El país de los Macri es un país para pocos, un modelo que arruinó a miles de comercios y emprendimientos y cooperativas por falta de apoyo, que pensó que con la inédita y millonaria deuda usurera del FMI iba a poder seguir jugando a la política. No tienen nada que aportar. No vamos a difundir sus mensajes de mentira y pose pro. Con ellos no tenemos nada que ver, no cuenten con nosotros”, señalaron.

Aunque no tiene alianza con Mercado Libre como Planeta, el otro gran grupo editorial, Penguin Random House, también se niega a abrirle cuentas en consignación a librerías de barrio. Así lo cuenta Rubén Acosta: Random es diferente. En su página, cuando ingresás tus datos, te manda a comprar el libro a la librería de tu barrio. No tiene canal de venta minorista, como sí tiene Planeta. Aunque hay una particularidad: las librerías que aparecen en esa página como recomendadas son las que tienen cuenta con ellos. Es decir, a Random también hay que comprarle ‘en firme’. No nos queda otra opción”.

"Primer tiempo" en Mercado Libre
"Primer tiempo" en Mercado Libre

Ya sea por una decisión ideológica o comercial, son varias las librerías que no van a vender el libro. Otras, como Hernández, Arcadia, Guadalquivir y De la Mancha, lo venderán, pero no lo pondrán en la vidriera. Sandro Barrella de librería Norte, habló con Infobae Cultura: “Estamos en un terreno absurdo de rencillas y polémicas permanentes. Con lo de Sarlo, Carlos Díaz, un gran editor y una gran persona, Soledad Quereilhac y el gobernador Kicillof, por ejemplo” dijo en referencia al episodio de “la vacuna por debajo de la mesa”. “Todo es un radio pasillo constante y agotador en Argentina. Y me temo que el libro de Macri puede abonar un capítulo más”, reflexionó. Luego manifestó la posición de la librería Norte: “Nosotros lo venderemos. No es Mi lucha de Hitler... ese es un límite. Esto no tiene nada que ver con lo que yo opine de Macri y de su construcción política. Esto es una librería. Después, sobre Macri estarán las urnas, en el caso de que quiera volver a postularse”.

En ese sentido, siempre aparece la pregunta por la censura. ¿Las librerías pequeñas tienen la responsabilidad de vender todos los libros, incluso los que, como el de Macri, puede conseguirse en cualquier librería de cadena, pero sobre todo en Mercado Libre? Algunas voces en las redes sociales cuestionaron e ironizaron sobre estas decisiones, como el escritor Andrés Hatum, que dijo: “Voy a empezar a ir a las librerías y preguntar si tienen el libro de Mauricio Macri. Si no lo tienen, voy a preguntar el porqué. Si lo censuran, meto en las redes el nombre de los censuradores, y hago campaña en contra de esas librerías. Ya me parezco a los pibis de La Cámpora”. Otro autor, Osvaldo Bazán, tuiteó que “lo interesante de la curaduría de los libreros”, a la que más adelante llamó “curaduría fascista” es “que se excluyen de vender algo que todavía ni vieron. Hablame de prejuicio”.

Hoy, Mauricio Macri, desde su cuenta de Twitter, anunció “muy contento” que Primer tiempo salía a la preventa. “Desde hoy en Mercado Libre”, escribió y etiquetó al dueño de la plataforma de venta online, Marcos Galperín. En junio de 2020, cuando se concretó la alianza entre Mercado Libre y Planeta, hubo un gran debate. Para la mayoría del sector editorial, esa unión perjudicaba a las librerías. En ese entonces, editores, libreros y especialistas conversaron con Infobae Cultura y plantearon, en medio del escenario apocalíptico que proponía los inicios de la pandemia, una fuerte necesidad de organizar mejor el sector. “O es el Far West y cada uno hace lo que se le canta o pensamos todos juntos cuáles son las mejores reglas de juego para que a todos nos vaya bien”, había dicho el editor de Siglo XXI Carlos Díaz. “Debemos pensar cuidadosamente qué tipo de mercado editorial queremos construir y aprender de las experiencias en otros países”, dijo entonces Víctor Malumián, de Ediciones Godot.

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