Beatriz Sarlo es una de las ensayistas más destacadas en el ámbito de la crítica literaria y cultural argentina, aunque en las últimas horas su figura estuvo relacionada al caso del ofrecimiento para vacunarse contra el Covid-19, por el que debió presentarse a declarar en Tribunales. Ocurre que desde hace alrededor de 20 años, comenzó a vincularse con el mundo del periodismo, primero con temas vinculados a sociología de la vida cotidiana y luego directamente a la política.
Ayer por la mañana, en Comodoro Py, Sarlo relató que mediante una serie de mails de Carlos Díaz, su editor en Siglo XXI, se le transmitió la propuesta de vacunarse en nombre de la crítica e investigadora Soledad Quereilhac, esposa del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
A lo largo de su carrera, la intelectual, que enseñó Literatura argentina contemporánea en la Facultad de Filosofía y Letrs de la UBA por muchos años, ha construido una prolífica obra a través de la que ingresa a la tradición de la literatura argentina, con acento en la de Jorge Luis Borges, como también se ha centrado en los estudios culturales. Su nombre estuvo en boca de muchos que tal vez no conocían su obra, por eso a continuación, realizamos un recorrido por sus libros.
Publicada en 1982, su primera obra, Literatura-sociedad, es realizada en coautoría con Carlos Altamirano. Allí plantea interrogantes que buscan acercar posiciones entre las obras artísticas y literarias y la época y el espacio en que son realizadas. Planteándose preguntas como ¿a qué condiciones históricas y sociales responde la producción de un determinado texto literario?, ¿Hasta que punto “refleja” la creación artística una situación? o ¿cómo se vincula el texto con su entorno?
También con Altamirano, con quien compartía la dirección de la revista Punto de vista, sale Ensayos argentinos: de Sarmiento a la Vanguardia, que se convirtió muy rápidamente en bibliografía de referencia para investigadores, estudiantes, docentes, lectores. El libro toma como punto de partida a la generación romántica como Esteban Echeverría y Juan María Gutiérrez, con su voluntad férrea de fundar una literatura nacional, luego analizan obras fundamentales de Sarmiento, como Facundo y Recuerdos de provincia.y se detienen en los debates del Centenario, cuando, para el sector letrado encarnado en Lugones, Gálvez y Rojas, el gaucho se transforman en símbolos de una tradición nacional.
En El imperio de los sentimientos: Narraciones de circulación periódica en la Argentina, 1917-1927, su primera obra individual, se asoma a esa literatura de consumo medio y popular que coincidió con la expansión de la oferta cultural y del público, cuyos hábitos de lectura contribuyó a consolidar. Así, explica la construcción de una trama narrativa sin digresiones ni ambigüedades, de personajes que nunca superan el estereotipo (como la bella pobre), de una sociedad sin contradicciones, y se detiene en los códigos del cuerpo y la mirada, en la representación del erotismo y la moral, en las figuras semánticas del modelo de la felicidad.
En 1988 publica Una modernidad periférica: Buenos Aires, 1920 y 1930, en el que ofrece un panorama de las respuestas que las vertiginosas transformaciones culturales y urbanas de comienzos del siglo XX suscitaron en los intelectuales, artistas y escritores. En el libro ingresa en la vanguardia de las revistas Martín Fierro y Proa, y en autores como Borges, Güiraldes, Girondo y Norah Lange, que realizan una ruptura con el modernismo y, a su vez, ingresan en un criollismo como forma de nostalgia. Regresaría al tema En Martín Fierro y su crítica: Antología.
En el 90 se reedita Conceptos de sociología literaria , escrito con Altamirano diez años antes y dos años después presenta La imaginación técnica: Sueños modernos de la cultura argentina. En 1993 publica Borges, un escritor en las orillas, donde analiza el fenómeno de universalización del autor de El Aleph, a través de una mirada original sobre su obra, sin reverencias, y cómo el autor que accede al canon occidental desde un país periférico.
Vuelve al análisis de la sociedad en Instantáneas: Medios, ciudad y costumbres en el fin de siglo y en La máquina cultural: Maestras, traductores y vanguardistas (1998) reúne las historias de Rosa del Río, una maestra hija de inmigrantes; la de Victoria Ocampo, y la de un grupo de jóvenes cineastas que una noche de 1970 filman cortos de vanguardia, y enfrentan el repudio de sus pares que, desde un proyecto militante, los tildan de frívolos.
El nuevo siglo trajo La batalla de las ideas (2001), donde analiza la cultura de masas, el peronismo y el marxismo, entre otros temas. En Escenas de la vida posmoderna: Intelectuales, arte y videocultura en la Argentina y su ánalisis sobre la sociedad de los ‘90, con los grandes cambios de la “posmodernidad”, al mismo momento en que tomaban forma y generaban desconcierto, rechazo o fascinación.
Tras Siete ensayos sobre Walter Benjamin publica, escribe La pasión y la excepción, libro en el que analiza tres hechos únicos de la historia argentina: Eva Perón, el secuestro y la muerte del general Eugenio Aramburu, y la obra de Jorge Luis Borges.
En Tiempo pasado: Cultura de la memoria y giro subjetivo (2005), explora la reconstrucción democrática a través de la recuperación discursiva y los límites del relato subjetivo exigido por una “industria de la memoria” interesada y una sociedad poco autocrítica. Regresa al mundo del canon literario en Escritos sobre literatura argentina y luego llega La ciudad vista: Mercancías y cultura urbana, donde retrata cómo la ciudad se fue configurando en las últimas décadas.
En La audacia y el cálculo: Kirchner 2003-2010 (2011) la ensayista realiza un recorrido por el ascenso del ex presidente argentino y la manera en cómo construyó su poder e imagen, sus estrategias y relaciones.
En sus siguientes tres publicaciones -Signos de pasión: Claves de la novela sentimental del Siglo de las Luces a nuestros días; Ficciones argentinas: 33 ensayos y Plan de operaciones. Sobre Borges, Benjamin, Barthes y Sontag- escribe desde su pasión por el pensamiento y la literatura como también lo haría luego en Zona Saer, un libro sobre la obra de quien tal vez es el autor argentino más admirado por Sarlo luego de Borges.
En Viajes: De la Amazonia a Malvinas (2014) por primera vez escribe en clave autobiográfica; en La intimidad pública (2018) estudia la influencia de la cultura mediática actual en la sociedad, mientras que La lengua en disputa. Un debate sobre el lenguaje inclusivo se presenta un diálogo que mantuvo con Santiago Kalinowski durante la Feria de Editores de 2018.
SEGUIR LEYENDO