Solo 36 años tenía el alemán Franz Marc (1880-1916) cuando murió en la Segunda Guerra Mundial. Referente del expresionismo, Marc pasó del academicismo a comenzar a experimentar con las vanguardias, pero con la naturaleza como tema principal en cada una de sus etapas, como sucede en Destinos de los animales, una pieza que predijo el enfrenamiento bélico y que sobrevivió al fuego.
A partir de 1905, Marc se dedicó a representar el mundo con una visión fresca y purificadora. Entre los expresionistas alemanes, que usaban colores fuertes y formas exageradas para expresar contenido emocional, Marc fue único que mostró interés por la vida de los animales. “¿Hay una idea más misteriosa”, preguntó, “que imaginar cómo la naturaleza se refleja en los ojos de los animales?”
Después de una visita a París en 1907 se dedicó al posimpresionismo bajo la influencia de Gauguin y Van Gogh y entre 1910 y 1914 utilizó elementos estilísticos del fauvismo, el cubismo, el futurismo y el orfismo. Junto a Wassily Kandinsky fundó el grupo Der Blaue Reiter, que inauguró su primera exposición en Munich el 18 de diciembre de 1911.
Destinos de los animales es una obra de 1913 con una historia trágica, premonitoria en varias sentidos con el destino del mundo, el de su creador y el de la obra misma.
Marc había realizado un estudio de acuarela previo, al que había llamado Los árboles mostraban sus anillos, los animales sus venas, aunque Destinos de los animales repetó elespíritu de aquella pieza pero no su representación.
En aquella un árbol caía ardiente en medio de una lluvia de fuego, con caballos que intentan huir, jabalíes y una manada de zorros o lobos parecen entre asustados y lamentarse. En los bordes laterales del cuadro se pueden ver superficies redondeadas de árboles que, como las venas del caballo, hacen referencia al título original que escribió Marc en el estudio de acuarela. En la obra, animales y plantas se manifiestan unidos en el concepto del sufrimiento y el destino cuando escribió en la parte posterior de aquel trabajo: “Y todo ser está inflamado de sufrimiento”
Luego, realizó el óleo en su ciudad natal, Sindelsdorf, que cambió de la idea original tras leer la leyenda de San Julián el Hospitalario de Gustave Flaubert. La pieza se exhibió en el Primer Salón de Otoño Alemán de Herwarth Walden, de Berlín em 1913.
Ya en la guerra, Marc recibió una postal de su amigo, el coleccionista de arte Bernhard Koehler, que alababa su obra. El escribe a María, su esposa, en marzo de 1915: “Me sorprendió y emocionó verla. Es como una premonición de esta guerra, espantosa y conmovedora; ¡Apenas puedo imaginar que pinté eso! En cualquier caso, en la fotografía borrosa parece increíblemente cierto que me dio mucho miedo“.
Marc murió el 4 de marzo de 1916, en Verdún, Francia, tras recibir un impacto en la cabeza. La obra volvió a exponerse en noviembre de ese año en la Exposición en memoria de Franz Marc en la Galería Sturm por Herwarth Walden en Berlín con otras 52 obras. Luego, se colocó en un almacén de una empresa de transporte de Berlín junto con otras.
Cuando la mayoría de las obras ya habían sido enviadas a Wiesbaden, un incendio nocturno destruyó un tercio de la pintura. Paul Klee lo restauró en 1919, después de analizar el estudio preliminar de acuarela de 1913 y fotografías en tonos marrones transparentes, “como un servicio de amistad para el compañero caído cuyo entusiasmo por la guerra nunca había compartido”. La diferencia de color del costado derecho de la obra es el recuerdo de aquel incendio.
En 1922, se mostró en la exposición de Franz Marc en el Kronprinzenpalais de Berlín. En 1935, ya con los nazis en el poder, ocho de sus obras fueron nombradas Kulturbolshevismus (arte degenerado) y fueron enviadas a la “Cámara de los Horrores”, en el ático del museo, incluida Destinos de los animales.
En 1939, la ciudad de Basilea decidió adquirir importantes obras de los fondos de las pinturas confiscadas por los nazis para el Museo de Arte suizo, entre ellas se encontraba Destinos de los animales. Paul Klee luego de la restaracuión la rebautizó con el nombre que se la conoce hoy.
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