La fotógrafa y directora Aldana Loiseau presenta su libro Mujeres tierra, un ensayo testimonial e intimista en el que reúne una serie de fotografías analógicas tomadas durante ocho años en el norte argentino, hoy a las 19.30 junto al dibujante Tute y la interprete Florencia Dávalos, a través de redes sociales. Loiseau explica que las fotos que integran su nuevo libro “hablan del vínculo de las mujeres de Caspalá con algo que es mucho más que la idea occidental de Tierra o Naturaleza: La Pachamama, Madre Tierra, es el ciclo de la vida, el dar y recibir, la espera y el florecimiento, incluso la muerte como parte de la vida. Quise compartir la sabiduría de las mujeres y transmitir cómo los saberes sostienen a una comunidad que funciona sobre una cosmovisión de intercambio y dialogo continuo con la Tierra”.
Como explica, Caspalá en quichua significa “gran abertura entre cerros”: es una de las poblaciones vallistas que circundan Humahuaca y paso intermedio entre la Quebrada y las Yungas del legendario Qhapaq Ñan, la red de caminos más antigua de América que alcanzó su máximo desarrollo en el siglo XV durante el Imperio Inca, cubriendo más de 30.000 kilómetros con vías y estructuras de defensa, comunicación e intercambio en lo que hoy es Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Argentina. Los vestigios de aquella gran vía incaica, hoy Patrimonio Mundial de Unesco, siguen siendo recorridos a pie o en mula, en bicicleta cuando es posible, por los vallistos, y eso impactó a la fotógrafa que por esos senderos llegó a Caspalá, casi anocheciendo en otoño de 2001, después de seis horas de marcha, toda “espinada” porque había rodado por un barranco, sin conocer a nadie y sin avisar, queriendo entender que hay detrás de esa barrera geográfica y cultural que significaba mantener la tracción a sangre al comienzo de la era de la Internet global.
“Mi idea -cuenta la fotógrafa, animadora y directora nacida en 1978- era recorrer los caminos antiguos y los pueblos más conservados con la cámara y en el trayecto anclé en esta comunidad donde las mujeres destacaban por el tejido de sus mantas, los bordados y los colores que eligen para vestirse. Entendí que había algo valioso que narrar. Son como fotógrafas de la naturaleza: agarran las flores, las aplastan y las copian en sus bordados, pero además transmiten el linaje femenino en esos tejidos que enseñan a sus hijas de generación en generación”. Ese gesto, además, “reafirma su identidad: varios pueblos contiguos tienen esa forma de vestir y aunque en cada uno hay diferencias siempre es impresionante cómo se adornan, cómo resuenan esas vestimentas con el lugar donde viven, al punto que algunas copleras las usan como ícono de la identidad jujeña”. “Son mujeres que nutren a sus comunidades, tejen la trama que les da forma”, dice.
A propósito del proyecto que la llevó a registrar la vida cotidiana de mujeres cuya realidad está ligada inseparablemente a la tierra, Loiseau realiza hasta el jueves próximo un ciclo virtual homónimo al libro Mujeres tierra en su Instagram (@aldi_loi), en el que recupera algunas de las imágenes capturadas en las serranías jujeñas, y sobre ellas reflexionan la antropóloga Rita Segato y la cantora Mariana Baraj, entre muchas otras voces que se detienen en su ensayo. Por ejemplo, sobre las fotografías del Valle Grande de Jujuy, Segato escribe: “Revelan la potencia de un mundo cuya existencia y re-existencia muchos insisten en negar, la permanencia del arraigo y la vigencia de una trama de mujeres que sustenta un cosmos basado en la reciprocidad”. Mientras que la actriz Cecilia Rossetto, apunta que “una amorosa mirada nos traiga, entre luces y sombras, a las mujeres de Caspalá y nos impregne con su sabiduría, su dolor y su belleza indómita es para agradecer inmensamente. Porque inmenso es el silencio que se adivina en esas montañas donde se esconde la memoria del tiempo”.
A modo de presentación de su nuevo libro, el próximo jueves Loiseau compartirá un vivo en el Instagram de su hermano, @tuteHumor, donde charlarán sobre la experiencia que hace 20 años la llevó hasta Caspalá, una de las tantas comunidades que circundan la Quebrada de Humahuaca, a las que sólo se llegaba a pie. En su caso, cargando cámara, rollo y proyectores en un burro, para dar talleres y hacer jornadas de cine. El streaming cerrará con la interpretación de Florencia Dávalos de un tema inédito, compuesto por ella a partir del trabajo fotográfico emprendido por Loiseau en 2001 y recopilado en este libro editado por el Museo en los cerros (MEC), bajo la dirección de Lucio Boschi y la supervisión de Julieta Escardó, el cual se puede solicitar a través del sitio web.
Fuente: Télam
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