¡Hola! ¡Sí, hola, de nuevo, lectores curiosos que aman conocer aquellas coordenadas de lo nuevo, valga la redundancia! Y aunque tal vez odien las redundancias seguro, tanto como nosotros, celebren volver a encontrarnos en este espacio!
¿Qué decir respecto al silencio de #CulturaLadoB entre marzo y hoy? Nada. Todos sabemos todo. O quizá no sepamos nada. Pero lo que sí sabemos, es que todo debe continuar y nada importa más que seguir siendo nosotros mismos en esta época que nos tocó vivir dentro de este planeta chiflado, por momentos triste, pero siempre eléctrico y contradictorio.
No es un cursito de autoayuda ni son eslóganes de conformismo light. Pero el vaso medio vacío tampoco es un instrumento capaz de transformar ninguna cosa.
Entonces volvemos a encender el radar para acercarles aquellas perlitas del arte y la cultura que al menos podrían activar otros estímulos, algo nuevo (perdón la redundancia, pero nos encanta este concepto más allá de la palabra en sí).
¡Celebremos el reencuentro!
Hoy exploramos la intimidad sensible y creativa de Mateo Sujatovich, líder de Conociendo Rusia: canciones que actualizan aquel pop/rock argentino modelo 80s y 90s con pura energía en clave contemporánea.
-¿Cómo sobreviviste a los tiempos de pandemia?
-La cuarentena me agarró en movimiento, venía con una velocidad que no me hizo frenar. Entonces al toque con mi equipo armamos shows por streaming, yo hice varios shows acústicos desde mi casa en vivo por Instagram con canciones propias y covers. La verdad es que tenía ganas de cantar. Después hicimos algo más cheto por YouTube: un tour digital y vendimos tickets para todo el mundo. Le encontramos la vuelta. Obvio gracias al respaldo para no irme a la B y seguir adelante, porque claramente mucha gente la tuvo re complicada. Yo sufrí como todos los que sufrimos el encierro. Soy un tipo muy social y extrañé los shows, ver a mis viejos, los ensayos, los amigos…
-¿Pudieron sostener el formato banda?
-Hicimos ese show en un formato reducido, éramos 4 en vez de 6, con dos ensayitos y a tocar. El show del 12 de diciembre es la primera vez que vamos a volver a tocar todos juntos después de tanto tiempo. Va a ser increíble.
-¿Tienen planes para el verano?
-Todo depende de los protocolos que se vayan aprobando. Tenemos muchas propuestas, pero la programación de los shows depende de eso, no es novedad. Obvio que nuestra idea es tocar lo que más podamos y por todos lados.
-¿De qué va “A la vez”, la canción que recién lanzaron?
-Es una canción especial porque la hice hace mucho, en febrero, antes de la pandemia. Y se cruza con uno de mis perfiles más cancheros. ¿Vieron que todos tenemos diferentes perfiles y podemos estar más melancólicos o más arriba o más abajo? Bueno, este tema es quizá de lo más pop de Conociendo Rusia… y esperé para lanzarla recién ahora porque vibra como hit de verano.
-¿Y el tema con Fito Páez?
-Estuvo buenísimo porque empezó a salir los primeros días de cuarentena. Lo fui componiendo, avanzando de a poco. Tenemos una relación bastante cercana con Fito, su novia es muy amiga mía, y él se empezó a copar un montón con la banda, y me escribió cosas preciosas, y me invitó a cantar unos coros en su último disco. Entonces me salió esta canción y pensé: acá tiene que estar Fito, pero ¿qué hago, le digo o no le digo?.. y le mande una bajada de la canción y le dije: “tengo esto para mí es con vos, pero si no te dan ganas, todo bien…”. Y así salió Tu encanto.
-Pensamos que Conociendo Rusia, junto con Bandalos Chinos, son la actualización de aquella tradición pop/rock más potente que estalló en la Argentina durante los 80s. ¿Estás de acuerdo?
-Quizá los 90s me marcaron más de chico, pero los 80s están muy presentes también. Más que dar nombres o poner etiquetas diría que es un momento artístico musical copado. Vivimos una escena alucinante donde conviven estilos y hay música para todos. Somos colegas haciendo lo que nos gusta y respetamos el gusto de los demás.
-¿Este nuevo material formará parte de un nuevo disco?
-No. Estos dos últimos temas son canciones sueltas, autónomas, fueron saliendo como un espacio intermedio de otra cosa. Por ejemplo, este nuevo tema lo escribí en febrero y no tengo ni la mitad de mi nuevo disco grabado… y la verdad es que prefiero que el nuevo material tenga que ver con las cosas que me están pasando ahora. Además me gusta trabajar los discos enteros y una vez que estoy englobando músicas que son todas partes de un universo, me gusta que se grabe rápido.
- Hablemos del cruce entre el rock y la geografía urbana: ¿por qué tanta importancia a una esquina, la de Cabildo y Juramento?
Mi vínculo con Cabildo y Juramento es bastante lineal. Nací en Belgrano. Vivía cerca. Iba al colegio a la vuelta, me compraba zapatillas a la Galería Recamier, mi primer tatuaje me lo hice ahí. Digamos, era la esquina por la que yo iba moviéndome… y como Conociendo Rusia es un proyecto geográfico por definición, porque ya su nombre remite a otro país, me parecía divertido que una canción se llamara así. Aunque fue la última que compuse para el disco, me pareció que sintetizaba todo su espíritu. Hacer canciones es ir más allá y hacer algo distinto de lo que hiciste antes. Así fue como llegué a esta última que terminó siendo la primera e incluso el título del disco.
- ¿Cómo creás tus canciones?
- Yo trabajo con Nico Cotton, mi productor, con quien hacemos una grabación muy completa y las maquetas juntos. Prácticamente como la canción saldría al disco, pero grabadas por nosotros dos que somos multiinstrumentistas. Después las llevamos al estudio para que toque toda la banda y compartir la experiencia con más personas y que suene todo mucho más lindo. Maquetar es un laburo más científico. Y en el estudio aparecen otros personajes, como es el caso de mi viejo que lo convoco para algunos arreglos de caños o cuerdas en particular.
-¿Cómo interviene tu viejo (Leo Sujatovich) en el proceso de producción?
En el caso de la canción “Cabildo y Juramento”, cuando estaba bastante terminada, él escribió un arreglo y lo trabajamos juntos. Claro, siempre hay un espacio para que el otro invente algo, pero cuando uno sabe adónde ir hay menos opciones. Igual ya que otro interprete lo que uno quiere es un trabajo difícil. Vos me podés decir: “mirá Mateo, quiero me hagas este dibujo… es un señor sentado en una plaza al atardecer en Buenos Aires”… y de ahí pueden salir quinientos dibujos distintos. Entonces yo le puedo decir a mi viejo: “quiero un arreglo medio Steely Dan, con cuatro o cinco instrumentos, oscurito… mandate…”. Pero yo ya le marqué un montón la cancha. Es un ida y vuelta donde entre los dos siempre llegamos a un buen punto… hacemos un lindo complemento y la pasamos bien… yo lo disfruto mucho.
-¿Cómo definirías a Conociendo Rusia en pocas palabras?
- Uy, es una locura. Porque yo soy un personaje bastante particular. Me gusta tocar la guitarra, venía de escuchar Stevie Ray Vaughan como un loco, me gusta escuchar Sakamoto, Gismonti, Bill Evans… otro palo. Pero empecé a componer y me dí cuenta de que eran las canciones que yo escucharía. O sea, no pensaba que le pudiera gustar a los demás, pero yo ya estaba muy contento con que a mí me guste… dije lo voy a largar porque no pensaba perder un minuto golpeándole la puerta a gente que no me la iba a abrir y esa misma noche fui a una fiesta y varias personas a quienes no conocía ya lo habían escuchado aquella misma tarde. El proyecto aún no tiene 3 años y me hace feliz. Eso.
*Conociendo Rusia en vivo por streaming (desde Mandarine Park). Sábado 12 de diciembre a las 20.30h. Tickets acá.
#ImperdiblesLadoB
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LA CASETERÍA. ¿Acaso hay algo más futurista que el pasado? Desde Córdoba, Juan Cruz Sánchez Delgado nos invita a amar, temer y partir con un catálogo enorme (e imposible que sea real) en formato casete. Un local más allá de cualquier moda geek que hasta vende TDK vírgenes de 90 minutos. También acaba de lanzar un sello discográfico. Y sin dudas esté por inventar la máquina del tiempo.
FRANCISCA VALENZUELA Y CAMI. Las dos cantantes se juntaron para presentar una canción muy poderosa: Normal Mujer. “Somos grandes amigas y me pareció muy bonito compartir el single con ella, tanto por el mensaje y cómo por la melodía. La puesta en escena e interpretación fueron maravillosas. Me sentí emocionada y sentí que la canción creció muchísimo. Ambas nos identificamos con la letra y su mensaje positivo: Mujeres, niñas, sean como quieran ser, no hay una manera correcta de ser mujer. Como una es, es suficiente y está bien y es positivo romper con ese estereotipo”, explica Francisca Valenzuela. Cuando escuchen la canción, podrán entenderlo todo.
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