“Se inaugura la venganza de las travestis”: este es el conmovedor y encendido discurso de Camila Sosa Villada tras recibir el Premio Sor Juana Inés de la Cruz

La escritora argentina nacida en Córdoba, autora de la celebrada novela “Las malas”, pronunció unas sentidas palabras en la Feria del Libro de Guadalajara a propósito del prestigioso galardón recibido. El video completo

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Camila Sosa Villada recibe el Premio Sor Juana Inés de la Cruz

Camila Sosa Villada ganó el prestigioso Premio Sor Juana Inés de la Cruz. En la Feria del Libro de Guadalajara, que este año se hizo de forma virtual, dio un conmovedor y encendido discurso de aceptación con el cual terminó de pronunciarlo con lágrimas en los ojos. “Parece mentira que en pleno 2020, en este mundo tal y como está, una deba agradecer que se le otorgue el Premio Sor Juana Inés de la Cruz a una escritora trans, como si una tuviera que seguir pidiendo permiso, dando las gracias, diciendo perdón y perdón por cada paso dado. Hoy el mundo es un poco más justo y, por lo tanto, más bello”, dijo la escritora trans nacida en 1982 en Córdoba, autora de la celebrada novela Las malas (Tusquets, 2019).

“Se sienta un precedente con esta indecente escritora travesti que recibe tamaña distinción. Y, como dice Susy Shock, mi comadrita, se inaugura la venganza de las travestis, por donde menos se lo esperaban: a través de la palabra”, agregó.

En cuanto a los agradecimientos, dijo: “A mi papá, Don Sosa, que es la prueba viviente de que las personas sí cambian, que los hombres traicionan esta mala educación que enseña a odiar a las travestis; a mi mamá, la Grace, que supo regalarme libros en cada celebración, porque gracias a ella, en la pobreza en que vivíamos, nunca me faltó qué leer; a mis tías maternas y el cuchicheo de la siesta en los patios de la casa de mis abuelos, ese chismorreo musical bajo la higuera donde iban metiéndome el veneno de su lenguaje, amariconado y florido, dulce como el clericó que las vi preparar año tras año, e indecente como las cumbias que bailaron todo lo que duró mi infancia”.

Y también se agradeció a sí misma: “Tú, Camila, te lo mereces con cada partecita de tu anatomía, rebosante de estrógeno, con cada acontecimiento que escribiste o escribieron en tu cuerpo y por el que pagaste, y continúas pagando con la inocencia de tu antiguo nombre. Ay, qué ganas de volver en el tiempo para decirle a ese niño que fuiste que ‘lo hiciste bien, muchacha’, que para disgusto de los malignos estás aquí, vivita y danzando, sobre la línea azul de una noche que te pertenece y grita tu nombre para que nadie en el mundo se olvide que escribiste y estás viva, y cada mañana, escribes y vives. Que a nadie se le olvide”.

“Para despedirme, como son los finales lo que recuerdan los espectadores, quiero agradecer a todas y cada una de las travestis que me crucé en esta vida. Espero que les llegue mi cariño a las de la televisión, a las del cine, a las de la música, las de la esquina, madres, hijas, hermanas, brujas, sacerdotisas, maestras, animales de piel suave y carácter áspero, las de los libros, las travestis de las marchas y los reclamos. A las travestis argentinas que viven y no se rinden, no por ellas, sino por las que vienen. Y en especial a las travestis del Archivo Trans de la Memoria. Porque sobre lo liso de esta cultura ellas están dejando estrías”, concluyó.

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