El cine argentino se caracteriza por ofrecer a los espectadores un abanico de posibilidades para ver que van de la ficción, el documental, el experimental, el musical, el drama, el terror y hasta la ciencia ficción. Esta multiplicidad de voces puede observarse en la programación de la última edición del Festival Internacional de Cine de Mar Del Plata, un clásico para la comunidad cinéfila y para los amantes del séptimo arte.
Uno de los estrenos más esperados es Inmortal, de Fernando Spiner. El director de La sonámbula vuelve a entrarse en el universo fantástico para ofrecer una ficción que explora los límites entre la vida y la muerte. La actriz Belén Blanco se pone en la piel de Ana Lauzer, una fotógrafa radicada en Roma que debe viajar a su ciudad natal, Buenos Aires por la reciente muerte de su padre. Ella comienza a indagar y entra en contacto con un científico que intenta convencerla de que descubrió la puerta a una dimensión paralela donde podría visitar a su padre muerto. Allí conoce un mundo paralelo llamado Leteo, en el que los muertos y los vivos pueden encontrarse. El elenco de excelentísimos actores de completa con Daniel Fanego, Diego Velázquez, Analía Couceyro, Patricio Contreras, entre otros.
Infobae Cultura entrevistó a el director Fernando Spiner que presenta su última película en la Sección Oficial Fuera de Competencia del Festival de Cine de Mar Del Plata.
-¿Qué expectativas tenés de tu participación en el festival?
- Este es el tercer festival que recorre la película. El primero fue en Sitges, el Festival Internacional de Cinema Fantástic de Catalunya y el segundo fue el Festival de Ciencia Ficción de Trieste, en Italia. Ambos los viví de manera online y creo que falta algo de la esencia de los festivales. No se trata solo de ver películas sino de verlas en las salas con otra gente, de vibrar lo que pasa con el público y poder charlar con ellos. En el caso de Mar Del Plata, es el encontrarte con amigos y colegas en la calle y seguir hablando de cine. Valoro mucho que en estas circunstancias se siga haciendo el festival pero se va a extrañar lo presencial. Para mí, este festival es parte de mi vida, estuve en él con mi primera película La sonámbula; en la competencia internacional con Adiós querida luna y Aballay, dirigí el festival, fui productor general y director artístico por dos años y mi último documental “La boya”, también estuvo presente hace dos ediciones. Mi nueva película debía presentarse allí, no podía ser de otro modo. Siempre me da alegría participar del festival.
-¿Qué sentís al volver al género fantástico?
- Es un placer. El cine de género en la Argentina ha crecido en los últimos años y celebro que cada vez sea más sólido y profesional. Este guion lo vengo trabajando hace mucho tiempo. Lo empecé a escribir con Eva Benito y estaba enmarcado en el género fantástico. Finalmente, encontramos la manera de hacerla pero debíamos lograrla de una manera más contenida ya que en 2018 la situación económica era muy crítica. Para esa reescritura, se sumó Pablo De Santis. La película plantea que hay dos dimensiones de la realidad y existe la posibilidad de tomar contacto con los seres queridos que han muerto. Tiene mucho suspenso, lo definiría como un policial de ciencia ficción psicológica. Fue muy lindo porque fue una manera de hacer una película de género fantástico de manera muy artesanal en todo sentido. Cuando uno hace una película de manera más naturalista, la realidad te marca el camino, pero cuando abordás la ficción fantástica el espectro se hace muchísimo más amplio, donde uno espera la construcción de un fantástico muy exuberante como nos tiene acostumbrado Hollywood. En este caso, es una ciencia ficción porteña con puntos de partida simple. El fantástico está instalado dentro del relato con los elementos de la trama y de las actuaciones.
-¿Qué cosas cambiaron del primer guion?
- Era mucho más compleja con más subtramas, pero lo esencial no cambió: son dos dimensiones de la realidad y hay un negocio con la inmortalidad. Tiene una mirada crítico sobre un aspecto el capitalismo salvaje y sobre el negocio que hay alrededor de los cementerios privados y la potencialidad que pasará si se descubre la inmortalidad. Expone el capitalismo respecto de una cuestión que es medular en la cultura como es la muerte.
- ¿Cómo fue coguionar con Pablo De Santis?
- A Pablo lo conozco de hace muchísimos años. Escribimos juntos con él y Fabián Bielinsky una miniserie que se llamó Bajamar en 1996, que era una especie de policial. Además, fue guionista de mi último documental La boya. Es alguien en quien confío mucho y me gustan sus ideas, así que lo convoqué para que traiga su mundo y lo sume al del proyecto. Sé que va a enriquecer el proyecto, para que sea más atractivo y más atrapante para el espectador. Hay momento en que está bueno pedir ayuda y alejarse un poco del proyecto y bienvenido sea si es alguien que admiro y respeto. No solo pasa en el guion sino también con los actores y con el equipo técnico.
-¿Cómo fue la selección de actores?
- Con respecto a los actores elegidos, venía de una experiencia muy bueno de haber trabajado tanto con Belén Blanco, como Daniel Fanego y Diego Velázquez en la adaptación que hicimos de Los siete locos y Los lanzallamas, de Roberto Arlt, con Ana Piterbarg para la Televisión Pública. En este proyecto había personajes que les eran muy justos. Fue muy grato porque hubo un proceso de escritura y preparación de la película en simultaneo con los actores en el set. Cuando arrancás a pensar la película te imaginás ciertos actores. Hacés una lista de con cuáles te gustaría trabajar. Uno siempre está abierto a la coyuntura por si esos personajes están disponibles o no. En el cine independiente, encontrás la manera de que el viento no te rompa y te lleve hacia un lugar posible que vos puedas manejar y vincularte con la realidad y repensar opciones dentro de lo que uno busca.
-¿Qué devolución tuviste en las anteriores presentaciones?
- Es un público muy especial el de Sitges porque es un público muy fanático del género, es el festival más importante de género fantástico. Al público, la película le gustó y valoró mucho la intensión de contar una historia fantástica siendo una película pequeña y artesanal. Con poco me agarraste y me interesé. En el festival de Italia, hubo una mirada más sociológica al respecto de la historia de la Argentina, de cuestiones que son medulares en la historia de nuestro país como los desaparecidos, uno no se da cuenta pero inexorablemente lo expresa en la película.
*Inmortal, de Fernando Spiner podrá verse en forma gratuita desde la página web del festival los días 26, 27 y 28 de Noviembre.
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