La belleza del día: “Tour de el gato negro", de Steinlen

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

“Tour de el gato negro", (1896), de Steinlen. Litografía sobre papel (139 x 96.5 cm), en varios museos

Théophile Steinlen ( 1859–1923) fue un pintor y litógrafo francés que llegó a presentarse en el Salón de los Independientes, con una obra temática que giraba en torno a los paisajes, desnudos y flores, pero fue su gran obsesión, los gatos, lo que le otorgó una inmortalidad, aunque nadie recuerde su nombre. A fin de cuentas, el cartel de El tour del gato negro debe ser una de los afiches publicitarios más pop de la historia, y eso tiene su mérito.

Hijo de una familia burguesa, se forma en las artes publicitarias en la hoy alemana Mulhouse, para afincarse luego en París, donde se convirtió en un habitué del mundillo bohemio.

Allí forjó amistad con Adolphe Willette y Antonio de La Gandara, pero especialmente con Henri de Toulouse-Lautrec, el gran artista que también suele ser asociado más a sus posters que a su obra pictórica.

¿Qué fue Le Chat Noir? Un tugurio top creado en Montmartre, en 1881, por Rodolphe Salis, un entrepreneur francés, que quería armar un café relacionando con el arte y que si bien su sueño era realizarlo al “más puro estilo de Luis XII... con una lámpara de hierro forjado de la época bizantina, donde caballeros, burgueses y campesinos estarían invitados”, en realidad era -en sus inicios- un cabaré aspiracional, de platos y bebida básica. Pero, le fue bien, y fue mejorando su servicio.

Si bien Salis decía que todos podían ingresar, el acceso le estaba vedado a “curas infames y militares”, por lo que los artistas sí se sintieron cómodos en este espacio y eso atrajo a personas de las clases altas, deseosos de vivir aquella magia. Entre su clientela se encontraban Claude Debussy, Guy de Maupassant, Paul Verlaine, Paul Signac, Caran d’Ache y Jules Laforgue, por nombrar algunos.

Además, fue muy conocido por la actuación de cantautores como Aristide Bruant, por sus espectáculos de teatro de sombras, y por la utilización del piano. Su fama era tan grande que, cuenta la anécdota, cuando Picasso participó de la Exposición Universal de París de 1900 llegó hasta la puerta, para enterarse que había sido clausurado 3 años antes.

Volviendo al gato y a Steinlen, para 1892, Salis organizó una compañía de artistas del cabaret para ir de gira durante los meses de verano, alquilando espacios que no pagaba, siempre con algún pretexto. Este cartel fue creado en 1896, e iba girando de ciudad en ciudad, convirtiéndolo en el símbolo de una época. Existen diferentes copias de la pieza que pueden encontrar en la Biblioteca de Arte de Berlín (Alemania), el Museo Nacional de Arte de Cataluña (España) y el Museo de Arte de Zimmerli (EE.UU).

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