Los últimos días felices de Rosario Bléfari en el cine

Ezequiel Radusky es el director de “Planta permanente”, el último film protagonizado por la cantante, que también tuvo una carrera prolífica como actriz. En diálogo con Infobae Cultura, la recuerda y habla sobre su película, en la que la lucha de las mujeres trasciende la cuestión de género

¿Cómo se realiza un trabajo actoral en una película sabiendo que es el último? Rosario Bléfari –cantante, escritora, actriz– puso la energía que le iba quedando para protagonizar el film Planta permanente, que se estrena este jueves 28 en el streaming de Cine.ar. Sin embargo, aunque Bléfari falleció en La Pampa en julio de este año, no dejaba de hacer un trabajo profesional y una de sus mejores actuaciones en una película que requería un personaje poderoso en medio de una trama conflictiva. Además, Rosario Bléfari actuaba junto a su hija Nina Suárez, que interpretaba a su hija Yanina.

Lila (Liliana Juárez) es amiga de Marcela (Rosario Bléfari) y trabajan juntas en una dependencia estatal. En un rincón vacío del edificio en el que prestan trabajos de maestranza instalaron un comedor al que concurren sus compañeros de trabajo. Yanina, la hija de Marcela, comienza a trabajar en el lugar junto a las dos amigas. Pero la llegada de una nueva Directora (Verónica Perrotta) cambia todas las cosas. La Directora implementa una serie de reformas que incluyen despidos masivos y el cierre del comedor. Esta situación produce un enfrentamiento entre las dos mujeres que dejan de ser amigas y hacen de sus afectos un campo de distanciamiento, a la vez que ambas viven en carne propia el ajuste de la Directora, un personaje siniestro.

Ezequiel Radusky es el director del film y conversó con Infobae Cultura sobre su película y la experiencia conjunta y final con Rosario Bléfari.

"Planta permanente"

–¿Cómo llegó a dirigir a Bléfari, que contaba con una larga carrera como actriz en el cine independiente (la cantante fue parte del elenco de Rapado, entre otras, que marcaron una estética del Nuevo Cine Argentino)?

–Rosario era nuestra ídola. Yo soy de Tucumán y vivía en Buenos Aires con muchos tucumanos que compartíamos intereses artísticos y culturales. Llevamos a Rosario a tocar a Tucumán. Allá había una movida interdisciplinaria,de artes, música, editoriales y ahí nos conocimos y pegamos toda la onda de amistad. Estábamos por hacer nuestra primera película con Agustín Toscano, Los dueños, cuando la actriz tucumana que debía protagonizarla desistió y no sabíamos qué hacer. Hasta que alguien dijo: ¿Por qué no le dicen a Rosario? “Leí la mitad del guión, pero ya les digo que quiero participar de la película”, nos dijo. Nosotros nos pusimos locos, nuestra ìdola protagonizaba nuestra película.

Planta permanente es un film no solamente muy bien articulado como película, sino que también introduce planteos polémicos sobre la lucha de clases y de género.

–La película es polémica. El proceso de escritura fue muy importante y empezó en 2014 cuando el feminismo no estaba en la palestra y se termina en 2018 cuando ya es una forma social cristalizada. Cuando en la sesión legislativa se discute el aborto el discurso de Silvia Lospenatto que me hizo caer en lagrimas, pero por otro lado no comulgaba en nada con la diputada macrista. Entonces pensé que para hablar de la lucha de clases y la lucha interclases hay que desrromantizar todo. No puedo pintar a la clase obrera como la víctima absoluta, también se puede equivocar, se puede pelear, puede ser humana y los personajes tenían que tener estos caracteres para no hacer una postal romántica. Por otro lado también estaba el conflicto entre mujeres, intergénero, que se planteaba a través de la amistad entre las protagonistas. Tenía temor por realizar las cosas mal, pero las chicas actrices y del equipo me decían que estaba bien, que no debía ser también romantizada y que existían fisuras también en este campo.

–Cuando la directora del FMI Christine recibió a la delegación argentina encabezada por Dujovne le dijo: “Muy poco feminista la delegación argentina”. Esto también señalaba una contradicción con la lucha de las mujeres.

–Pero eso sucede porque ni las feministas deben decir que las mujeres son buenas por ser mujeres, y ese es el caso de Lagarde.

"Planta permanente"

–¿Cómo fue filmar a Bléfari en ese último periodo?

–El último período de la vida de Rosario fue muy productivo, con discos, con libros. Cuando vio el guión me dijo que quería ser Marcela, pero que el personaje fuera un protagónico y trabajamos mucho juntos en la elaboración de Marcela.

–¿Lo tomaba como un trabajo que era una despedida?

–Rosario no hablaba de la enfermedad. Al final, que se fue a La Pampa, lo hizo para estar con sus padres y abandonar este zoológico que es Buenos Aires. Yo notaba una desmejoría pero no hablábamos del tema. Se tomaba un día a la semana para la quimio, pero estaba contemplado implícitamente. Fue un trabajo armonioso, con una gran actriz y amiga. Fue una hermosa experiencia. Cuando fue a La Pampa no pudo ir al Festival de Mar del Plata pero me dijo: “Va a ir mi hija como embajadora mía”. Nina me dijo que le encantaba hacer películas y que había encontrado unos diarios en los que Rosario escribía: “Ojalá pueda hacer muchas películas más, es tan divertido”. No lo pudo hacer, pero la última fue una experiencia feliz.

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