“Tengo miedo, torero”: relato íntimo de una loca y un guerrillero, en el universo de Pedro Lemebel

Se estrena el film de Rodrigo Sepúlveda, que provocó polémica en Chile, donde fue un éxito de espectadores. ¿Por qué la película fue condenada por sus detractores?, ¿cuáles son las diferencias con la obra del autor trasandino?

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Trailer de "Tengo miedo, torero", de Rodrigo Sepúlveda

¿Qué podría surgir del encuentro entre una loca, loca, muy loca y un guerrillero urbano en el Chile de los ochenta, en los que la resistencia política era una forma de vivir? Ese vínculo, basado en la novela Tengo miedo, torero, de Pedro Lemebel, es el núcleo central de la película del mismo nombre y que se estrena este jueves 15 en la plataforma Cine.ar. La dictadura pinochetista, a la que se oponen movilizaciones en las calles contra el régimen, que piden por los desaparecidos, forman un escenario más íntimo, que transcurre en los bares de travestis o más bien drag queens a los que asiste “La loca”, una trans ya de edad madura, que no pierde el gusto por realizar coreografías al ritmo de canciones de Paloma San Basilio, Chavela Vargas o Paquita la del Barrio, entre otras.

De manera casual conoce a Carlos, que se presenta como estudiante que proviene de México y que le pide guardar unas cajas a La Loca, cuyo departamento de un barrio popular se va convirtiendo poco a poco en un refugio para los materiales que le lleva Carlos, y para Carlos mismo. El joven estudiante -una gran diferencia de edades los separa- no es sino un miembro del comando que llevó a cabo un atentado contra la caravana automovilística en la que se trasladaba el mismísimo Pinochet y que por poco no acaba con su vida en aquellos agitados años ochenta en Chile.

Alfredo Castro como La Loca
Alfredo Castro como La Loca en "Tengo miedo, torero"

Sin embargo, el film se detiene más en el vínculo de sus personajes que sobre el trasfondo político en el que desarrollan su historia. Una historia en la que el intercambio de favores -políticos, ya que La Loca no es ingenua y pronto se revela el contenido armado de las cajas- se convierte en una relación con ribetes sentimentales, en los que la amistad del principio cede a otra forma de manifestarse, sobre todo por una atracción de la Loca hacia Carlos y porque en un primer momento el guerrillero debe seducirla a cambio de obtener el viso favorable a sus favores, que son esenciales para la acción política.

De cualquier modo, sobresalen las palabras de La Loca: “Si alguna vez hacen una revolución que incluya a las locas como yo me avisas” o “No hay comunista maricón, ¿no?”, que también plantean otra esfera de la lucha política. La película, bien realizada, funciona en el nivel elegido para contar la novela de Lemebel, y sólo ese nivel.

Pedro Lemebel
Pedro Lemebel

Sucede que Tengo miedo torero, única novela de Lemebel, hacía hincapié en el rol que le era reservado a La Loca en la relación, que en el film se ve aligerado, a la vez que el texto establece un paralelo entre la relación de la trans y el guerrillero, por un lado, y Pinochet y su esposa Lucía, por el otro. El matrimonio presidencial muestra a un militar que sigue todos los clichés el macho castrense mientras Lucía es una burguesa frívola que en su habla exhibe las claves de su clase social. El cercenamiento de esos pasajes literarios que brindan una mayor potencia política a la narración, produjo el abucheo de los fans chilenos del escritor y performer, pero que a la vez vieron la obra en streaming de a centenares de miles (200 mil espectadores en su primera semana), logrando un gran éxito en el cine en la era de la pandemia.

Lemebel formaba parte del grupo Las yeguas del Apocalipsis que conjugaban el formar parte de una minoría sexual invisibilizada como condición política con la acción performativa para denunciar los crímenes y el régimen dictatorial de Pinochet. Las yeguas ponían el cuerpo en sus performances y así mostraban el cuerpo mismo herido por la dictadura. Despreciaban el izquierdismo bien pensante, la dominación cultural burguesa de la sociedad y se llamaban a sí mismas revolucionarias. Eran unos adelantados de la visibilidad política de los cuerpos condenados por los parámetros de la normalidad. Tal vez por todo este torrente político imposible de obviar es que todo un sector del público chileno soslaye la película, que había sido largamente esperada.

Leonardo Ortizgris como Carlos en
Leonardo Ortizgris como Carlos en "Tengo miedo, torero"

Sin embargo, lo que es del libro pertenece a las posibilidades del texto, así como un film se debe a las decisiones políticas, estéticas y de producción del director (la mayor parte de las veces). Y es debido a esta premisa que se puede afirmar que la película funciona. Que en la pantalla o el dispositivo en que se vea la historia de una loca, loca, muy loca y un guerrillero urbano le dejará un campo de la obra de Lemebel al espectador.

* “Tengo miedo, torero”, dirigida por Rodrigo Sepúlveda y basada en la novela de Pedro Lemebel, se estrena el 15 de octubre a las 22 hs., por la pantalla de Cine.Ar. Además, el 16/10 se exhibe en la plataforma Cine.ar Play –por una semana-; y el 17/10 se realiza la segunda emisión en televisión del film. Cine.Ar TV se encuentra en el canal 60 de Cablevisión analógico y en el 300 de Cablevisión Flow, en el 1049 de Telecentro, 512 de Direc TV y en los principales cableoperadores del país.

LA LOCA DEL FRENTE: Alfredo Castro

CARLOS: Leonardo Ortizgris

LAURA: Julieta Zylberberg

RANA: Sergio Hernández

LUPE: Ezequiel Díaz

MYRNA: Luis Gnecco

DOÑA OLGUITA: Amparo Noguera

DOÑA CLARITA: Paulina Urrutia

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