Del streaming a revistas: el teatro suma nuevos formatos en tiempos de encierro

Del desconcierto y la angustia general a transmitir filmaciones de obras de teatro del pasado. De la exigencia de protocolos y medidas para volver a las salas a experiencias virtuales sin nombre para tratar de entender cómo seguir. Los artistas del teatro y las artes escénicas continúan buscando un lugar donde hacer pie frente al caos generalizado que implica la parálisis total de la cartelera teatral.

¿Qué hacen los artistas de teatro frente al encierro? ¿Dónde ponen el cuerpo? ¿Cómo se conectan con el público? ¿Se puede recuperar algo de lo propio del lenguaje teatral en medio de esta pandemia y con la mediación de una pantalla? ¿Cómo hacer para que el espectador se sienta parte de lo que observa e incluirlo de una manera más directa?

En el último tiempo, comenzaron a aparecer algunas propuestas creativas y lúdicas que ya no pelean con el soporte digital, sino que lo incluyen y lo exploran como un elemento fundamental del mundo contemporáneo y de este presente en el que estamos todos inmersos. Aquí algunos híbridos de las nuevas formas que exige la creación, pero ya con artistas escénicos que incorporan, juegan y le aportan nuevos sentidos al mundo de la virtualidad.

20 estrategias para negar la realidad

Gran parte de la vida en estos momentos comienza a suceder cuando se enciende la computadora. Puede no gustarnos, podemos enojarnos y apagar todos los dispositivos hasta que todo esto pase, pero muchos artistas están en plena experimentación para transformar esta situación no deseada por nadie en una posibilidad para cuestionarlo todo y buscar nuevos horizontes. Este es el caso de 20 estrategias para negar la realidad, una creación colectiva realizada por 13 actrices y actores que formaban parte de Plataforma Taller, un grupo de investigación escénica que comenzó el reconocido director Gustavo Tarrío, antes de la pandemia y que con la cuarentena continuó en un trabajo de repensar y crear con cada aspecto del teatro.

El proyecto se pregunta cómo construir intimidad más allá de las pantallas. Las estrategias para negar la realidad son al mismo tiempo estrategias para trazar cercanía a la distancia, para crear una narrativa sobre el espacio. La obra se desarrolla en vivo por streaming y en cada encuentro, el azar y la relación con los espectadores es fundamental, con lo cual todavía se sostiene ese carácter único e irrepetible tan propio del teatro. ¿Por qué? Los artistas improvisan en vivo con conceptos que le arroja otro compañero, cantan, bailan, juegan con los propios problemas de la incomunicación vía Zoom pero lo más interesante de esta propuesta es cómo hacen del soporte digital (lo que todos los integrantes de las artes escénicas quisieran patear lo más lejos posible) un espacio a explorar para generar conexiones reales entre público y escena (¿podemos hablar ya de escena virtual?). Una conexión que no sea una provocación o un intento de incomodar, sino un acercamiento más real acerca de los lazos que todavía están por crearse en ese famoso “entre”(la relación público y artistas) que es la creación en las artes escénicas.

Además, la propuesta también pone el foco en las búsquedas aleatorias y en random que suceden en internet y la exposición que cada uno de nosotros hace en las redes sociales. Una exhibición de la vida personal que todos conocemos, pero adquiere una nueva mirada cuando se le cambia el marco conceptual y aparece expuesta de una manera diferente. Algo que en definitiva es la creatividad: la capacidad de relacionar elementos antes no relacionados.

Los artistas que forman parte de esta innovación son Carolina Alonso, Juan Carlos Brousset, Vicente Bustos, Dolores Cano, Joaquin Fioroni, Mariana Kesselman, Santiago Kuster, Andrea Ortego, Valentina Pagliere, Malena Schnitzer, Florencia Schrott, Joaquín Sesma y Monica Zwaig.

Funciones: todos los lunes a las 21 h. Entradas en Alternativa Teatral

De microteatro a la telenovela

La autora y directora Agustina Gatto transformó la obra Por siempre Marisol, que había estrenado en febrero de este año en Microteatro y la convirtió en una telenovela por capítulos.

Para el pasaje del teatro al lenguaje audiovisual, Gatto aprovechó el formato de microteatro (que son obras de 15 minutos de duración, en un espacio de 15 metros cuadrados y para 15 espectadores) para convertir su obra en una ficción de siete capítulos, de ocho minutos cada uno, que mantiene su tono paródico pero que transcurre en estos tiempos de pandemia y se adapta a este nuevo mundo en el cual las personas se comunican a través de Zoom y videollamadas.

La telenovela está ambientada en una lujosa mansión de algún lugar de México, en la que se tratan con humor y en modo satírico los tópicos usuales del melodrama televisivo, fundamentalmente de los años ´90. Los personajes hablan con acento mexicano, lo que remite de inmediato a telenovelas como Marimar, cuyo título inspira Por siempre Marisol.

Esta ficción cuenta con la colaboración autoral de Natalia Quevedo y las actuaciones de Natalia Cociuffo, Santiago Fraccarolli, Paula Acuña, Héctor Díaz, Virginia Kaufmann y Nacho Tahhan. El acceso es gratuito y hay disponible una gorra virtual a través de la cual se pueden realizar donaciones. El 30 por ciento de lo recaudado es donado a la Fundación Sí para ayudar con bolsones de comida y productos de limpieza en esta pandemia mundial.

Se puede ver desde esta plataforma.

Revista Insomne

Los artistas del teatro independiente se pusieron a escribir y sacaron su propia revista. En realidad esa fue una de las tantas iniciativas que concretaron frente al desasosiego de la pandemia y la absoluta incertidumbre acerca de cómo realizar la actividad teatral en este contexto. Lo primero que hicieron fue fundar PIT, la asociación de Profesores Independientes de Teatro, en la cual más de 700 docentes se juntaron para encontrar, entre todos, herramientas de subsistencia y continuidad. Su lema es “todo empieza por las clases”, una frase cargada de historia, ya que los grandes referentes de la dirección, la escritura y la actuación del teatro argentino comenzaron su vocación en una clase de teatro. Los profesores se organizaron con la conciencia de que la salida es colectiva, algo que el teatro independiente argentino ha demostrado desde su nacimiento.

Además de armar comisiones, censarse y asistirse de las diversas formas posibles, los docentes armaron un festival con obras y actividades online, que incluyó también la edición de la revista Insomne. Esta publicación, que está disponible de manera gratuita en la web de PIT, funciona como una descarga colectiva de las distintas etapas, miedos, inseguridades y desafíos que tuvieron que afrontar los artistas. Son relatos en primera persona en los cuales se cuentan cómo fue la formación de PIT, cómo un grupo de whatsapp de unos pocos integrantes, comenzó a crecer hasta llegar a 800, cómo se armaron las comisiones para asistir en absolutamente todo y cómo se unieron áreas del teatro que antes no compartían los mismos espacios. Este fanzine digital, de un constante y renovador humor, incluye una entrevista al gran director César Brie, quien aporta su mirada a este contexto y recupera alguna de sus experiencias con el Teatro de los Andes. Insomne funciona como un registro documental de estos tiempos y de la fuerza imparable que tienen los artistas organizados y trabajando de manera comunitaria, aun bajo el requisito de no poder juntarse. Un fanzine que emociona y amplía perspectivas sobre la función social del arte.

Se la puede leer acá.

Dramaturgas argentinas

El año pasado la actriz y gestora cultural Zaida Mazzitelli y la dramaturga y directora, Sol Pávez, impulsaron el Concurso Dramaturgas Argentinas (CDA), un proyecto con el que buscaron empezar a romper la hegemonía de los hombres en la escritura teatral y darle un espacio concreto de producción y divulgación a las autoras. En su lanzamiento, se presentaron más de cien dramaturgas y fueron seleccionadas las obras Beatriz, Beatriz de Consuelo Iturraspe, El destape, de Marie Alvarez y Mejor bailemos, de Ivania Cox, quienes obtuvieron la edición y publicación de sus obras.

Este año, frente a la parálisis general que implicó la pandemia, las organizadoras decidieron no dejar de continuar con su tarea de visibilizar las voces de escritura teatral femenina y lanzaron el concurso Pequeños Relatos. En formato de monólogos y relatos, las obras elegidas por el jurado integrado por Natalia Carmen Casielles, Jimena Aguilar y Pilar Ruíz fueron Membrillo de Lucía Tomas, Entelequia de María Eugenia Brunner, ¿Vos ves volar pájaros de otoño? de Soledad Arienza y Los sapos, las ranas y Dios de Marcela Arza. Los textos seleccionados abordan temas como el amor, la apropiación de menores, el abuso y la vigilancia y cada uno de ellos fue interpretado y filmado por las actrices Mirta Busnelli, Ingrid Pelicori, Julia Amore y Celina Font.

Además, fueron publicados en un fanzine digital. “Cuando lanzamos este concurso no había ninguna línea de subsidios abierta, así que todas las personas que colaboraron, desde el jurado, producción, actrices y edición de textos lo hicieron sin ningún rédito económico, simplemente tenía que ver con visibilizar las voces y generar un espacio más habitable para las autoras en este momento que estamos transitando”, explica Sol Pávez, autora y creadora junto a Zaida Mazzitelli de esta propuesta.

Todos los relatos, tanto en su versión de fanzine digital, como las interpretaciones por las actrices mencionadas están disponibles de manera gratuita.

Vengan de a uno

En tiempos de aislamiento social, el WhatsApp se volvió un posible nuevo espacio teatral. Hubiese sido imposible escribir esta oración a comienzos de este año, pero ahora, las artes escénicas debieron repensarlo todo. Vengan de a uno es una original propuesta del director y gestor cultural Ezequiel Hara Duck, quien desde hace un tiempo viene indagando en la fusión entre tecnologías, virtualidad y teatro. En esta propuesta que pensó a partir de la cuarentena obligatoria, desarrolló un ciclo de ficciones interactivas por WhatsApp.

Se trata de cinco relatos entre un actor y un espectador que se conectan por videollamada. Cada historia está actuada por un actor diferente. La relación es uno a uno. Un actor o actriz y un espectador. La propuesta hace foco en la interacción desde el comienzo, ya que el espectador puede elegir qué ficción, de las cinco que se ofrecen, puede ver. En el catálogo de obras, figura la historia de un artista compulsivo que revisa el celular de su pareja, la intimidad de una cantante en una casa, una sesión de terapia, el relato de un músico que dice que cometió el peor error de su vida y las confesiones más oscuras de una mujer que saltan a la luz por un descuido imprevisto. Cada experiencia dura 35 minutos y el espectador acompaña el relato, mientras el protagonista debe resolver un conflicto en tiempo real. Durante el desarrollo de la historia interactiva los espectadores se convierten en directores y autores de ficción.

Los guionistas fueron Victoria Hladilo y Mateo Chiarino, y el elenco está integrado por Cecilia Cosero, Manuel Vignau, Leonardo Saggese, Sabrina Lara y la propia Hladilo.

Lo interesante de Vengan de a uno es que se suma a estas experiencias que repiensan el lugar del espectador en tiempos de pandemia y explora la idea de la hiperconectividad para generar en estos mismos dispositivos, muchas veces alienantes, momentos de creación, juego y ficción. Si bien el público no está obligado a actuar, la necesidad de respuesta, de acompañar ese relato y de saberse único receptor de esa creación lo ponen en un lugar central del hecho artístico.

Para más información y entradas, aquí.

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