Miguel Grinberg es el personaje central de Satori Sur un filme documental de Federico Rotstein en el que se recorre parte de la escena contracultural argentina de los 60 a partir de reflexiones, relaciones y recuerdos de este periodista, escritor y gestor cultural que fue uno de sus principales promotores y divulgadores.
El filme, que tuvo su premiere en el último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en noviembre pasado, donde se alzó con el premio a Mejor Película de la sección Banda Sonora Original, está disponible a partir de hoy y por ocho semanas en la plataforma Cine.Ar.
Producida por Laura Bruno y con guión de Martin Oestherled y Rotstein, el documental toma como excusa los festejos por los 80 años de Grinberg, celebrados en el CCK en 2017 y a partir de allí se sumerge en viejos escritos, textos inéditos, proyectos inconclusos, fotos, mapas, carreteras y apuntes existenciales de este personaje, central en la llegada del movimiento beatnik a la Argentina y el desarrollo del rock en el país.
Creador y editor de la revista Eco Contemporáneo, Grinberg fue el primer traductor en Argentina del poeta norteamericano Allen Ginsberg y entabló con el autor de “Aullido” una relación que le abrió el panorama y el contacto con la escena más efervescente de los 60 en Estados Unidos, que reforzó con viajes y relaciones personales.
Testimonio de estas visitas y amistades es una lograda escena en la que Grinberg se encuentra vía Skype con el realizador lituano-norteamericano independiente Jonas Mekas, venerado en el país por incondicionales seguidores y fallecido en enero de 2019, que fue otro de los artífices de un movimiento cultural que expresó una fuerte carga antisistema política y estética desde una afirmación territorial en los márgenes.
Amigos en la Nueva York de los 60, Grinberg y Mekas establecen en el filme una malograda comunicación vía Skype que se registra en simultáneo en el estudio de Mekas y la casa de Grinberg en la que trazan fuertes líneas sobre el valor del presente, la sustancialidad del pasado, la tecnología y los vehículos de la comunicación.
”La idea me la acercaron Martín Oesterheld y Laura Bruno, productora de la película, que venían trabajando en un proyecto sobre la historia del rock argentino”, cuenta Federico Rotstein.
De hecho el filme fue pensado por Bruno y Oesterheld como parte del proyecto “Mapa del rock (Aquí, allá y en todas partes 1960 /2020)”, que propone revisar el impacto cultural del rock argentino a través de sus lugares emblemáticos, estableciendo relaciones de continuidad con la cultura y la comunicación,con la intención de construir colectivamente un atlas del rock argentino.
”Al principio —destaca Rotstein— abordamos la idea de trabajar sobre la figura de Miguel y fuimos desarrollando la propuesta y el guión con el que salimos a filmar, pero la película fue apareciendo en el rodaje y sobre todo en el montaje.
—¿Qué encierra para vos la figura de Miguel Grinberg?
—Fue un divulgador clave de la música de Moris, Tanguito y Spinetta. Tradujo a los poetas beats norteamericanos, a Thomas Merton y a Joseph Campbell. Fue un pionero de la movida ecologista en Argentina y el primer cronista que tuvo el rock argentino. Es el héroe de las mil caras, un filósofo, un poeta, un periodista, un pensador espiritual pero a la vez es algo más que la suma de todas sus facetas.
—¿Cómo fue el contacto con Jonas Mekas y qué trajo al filme?
—Sin Miguel no habría documental pero sin Mekas la película no sería lo que es. A mí me cautivaba tener un interlocutor con el que Miguel pudiese hablar sobre su viaje a Nueva York en el 64 y no había otro personaje mejor. De ahí en adelante fue todo una gestión de Laura (Bruno), que se encargó de contactarlo y convencerlo. Fuimos con la idea de plantear un Skype para que pudiesen hablar del pasado, con dos equipos de filmación, uno en Buenos Aires con Miguel y otro con Mekas. El Skype fue un fracaso y un éxito a la vez… el resultado es lo que está en la película. Todas las líneas de Mekas parecen guionadas porque enuncian y plantean las cuestiones que nos habíamos propuesto filmar, pero nada de eso fue realmente planeado.
—¿Qué creés que trajo la cultura beatnik al mundo y a la Argentina?
—Por lo que cuenta Miguel, los beats vinieron a ponerle voz a una generación que no se veía representada en la literatura hegemónica del momento. En el caso argentino, vino a romper con una visión muy europeísta que a muchos jóvenes (como Miguel) no los interpelaba, les dio una voz donde verse reflejados. Supongo que les dio también coraje para hacerse escuchar y hacerse leer.
—¿Qué creés que trajo la cultura beatnik al mundo y a la Argentina?
—Por lo que cuenta Miguel, los beats vinieron a ponerle voz a una generación que no se veía representada en la literatura hegemónica del momento. En el caso argentino, vino a romper con una visión muy europeísta que a muchos jóvenes (como Miguel) no los interpelaba, les dio una voz donde verse reflejados. Supongo que les dio también coraje para hacerse escuchar y hacerse leer.
Fuente: Télam
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