Pintura, escultura, ilustración y audiovisual: 5 muestras imperdibles en las galerías porteñas

Con el regreso de los espacios privados de arte, con cita previa, Infobae Cultura realiza una selección muy variada de experiencias que, por distintas razones, se presentan como grandes oportunidades para volver a disfrutar del arte

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5 muestras imperdibles en las galerías porteñas
5 muestras imperdibles en las galerías porteñas

Desde hace una semana las galerías de arte de la Ciudad de Buenos Aires reabrieron sus puertas. Por su puesto, en tiempos de pandemia, nada es como antes y esta “nueva normalidad” devino en una serie de medidas para evitar la propagación de contagios a partir de un estricto protocolo, tanto para galeristas como visitantes.

Entre las medidas fundamentales, además del uso obligatorio y ya cotidiano del cubrebocas, se encuentra que solo se puede acceder a las muestras a través de una cita previa y los espacios tienen una franja horaria delimitada para permitir el ingreso, para que cada uno se acomoda allí dentro de sus posibilidades, como también que solo pueden hacerlo de lunes a viernes. Hechas estas aclaraciones, Infobae Cultura realizó una selección muy variada de propuestas -pintura (contemporánea y moderna), escultura, ilustración y audiovisual- que se destacan, para que este reencuentro con el arte cara a cara, pueda alcanzar a una mayor cantidad de público:

“Mirador”, de Hernán Salamanco, en Smart Gallery

"Hanging lake" (200 × 500 cm)
"Hanging lake" (200 × 500 cm)

La primera muestra individual de Hernán Salamanco tras cinco años, una espera que se aletargó por la pandemia, es una experiencia vivaz, una propuesta en la que la obra del artista es un todo y es las partes, es lo deseado y los inesperado, ya que conviven no solo la intención, la búsqueda, sino también aquello que sucede, aquello que no estaba planteado y que se presenta.

El nombre, Mirador, refiere tanto a un lugar físico o geográfico desde donde observar con cierta distancia y perspectiva el afuera, la naturaleza, el paisaje; y el adentro con las emociones y sensaciones presentes en la construcción poética.

Las pinturas seleccionadas en Smart Gallery proponen un juego de inmersión estética que puede comenzar en el centro, en lo figurativo, e irse hacia los bordes, hacia eso que llaman fondo, porque allí, en lo que parece anecdótico, se concentra una fuerza que le da a las piezas un carácter expansivo.

A la izquierda "Dancer in the dark" (250 × 200 cm), a la derecha "Arriba viste" (300 × 300 cm), ambas en esmalte sobre chapas
A la izquierda "Dancer in the dark" (250 × 200 cm), a la derecha "Arriba viste" (300 × 300 cm), ambas en esmalte sobre chapas

“Me interesa lo que hay dentro del cuadro para que la persona pueda explorar, pase que le pase, que pueda tener múltiples sensaciones, que le gusten o no le guste, se sienta atraído, reprendido, y si se logra, hacer que la persona se detenga. Es muy difícil intentar hacer algo o manipular al espectador, porque el espectador, en definitiva, tiene su propio tiempo”, explicó Salamanco a Infobae Cultura.

El soporte que utiliza el artista plantea una contradicción que no es menor. No son lienzos ni maderas, mucho menos papel de arroz. Sus piezas son realizadas en chapas, en metales que el hombre industrializó como parte de su maquinaria mercantil, carteles de inmobiliaria que, al igual que los mismos hombres que las crean, sufren, cambian, se agrietan, se resquebrajan. Y propone un regreso a lo salvaje, las reconfigura, las resignifica a partir de uno de los temas eternos del arte: la naturaleza.

"Ramo" (200 × 200 cm) y "Rosas Balcarceñas" (250 × 200 cm)
"Ramo" (200 × 200 cm) y "Rosas Balcarceñas" (250 × 200 cm)

Las obras en mediano, gran y muy gran formato, envuelven por su colorida potencia, por sus múltiples posibilidades de ser abordadas y transportan al espectador a soñar con paisajes, el encuentro con lo salvaje, sea a través de flores en jarrón o una catarata, algo que, tras tanto encierro, se presenta como una oportunidad de viajar, de dejarse arrastrar por las brisas, de ser -otra vez- un poquito libres.

*Mirador de Hernán Salamanco, en Smart Gallery, av. Alvear 1580 PB, CABA. Para coordinar visita: 1562732429 y arte@smartgalleryba.com

“Get out”, de Martín Di Girolamo, en Maman Fine Art

"María (migrantes hondureños)" (90 x 70 x 90 cm)
"María (migrantes hondureños)" (90 x 70 x 90 cm)

Las esculturas de Martín Di Girolamo son contundentes, expresionistas y tiene esa belleza pura de la escuela clásica, pero envueltas por la neblina de un mundo cruel. No hay espacio para ignorarlas, ni forma de que esos rostros no nos envuelvan en sus emociones y despierten los pedazos dormidos de nuestra humanidad.

Realizadas en epoxi, la serie de 8 esculturas -6 de directa o indirectamente relacionadas al tema de las migraciones y las guerras- que se presentan en Get Out, de Maman Fine Art, es una continuación de su muestra anterior Stage Diving, en la que construye un relato a partir de fotografías que fueron altamente viralizadas vía internet.

El artista -explica a Infobae Cultura- que realiza una “operación de elección y traspolación” en la que se apropia de las imágenes “extrayéndolas de su virtualidad para devolverlas a una tridimensionalidad en un nuevo contexto donde se vuelve a hacer posible una mirada crítica que, por el mismo efecto de la viralización, se asimila como cotidiana, tornándose anestesiada”.

"Ahed" (150 x 240 x 169 cm)
"Ahed" (150 x 240 x 169 cm)

La muestra tuvo, por la pandemia, un cambio de nombre: “Desde hacía dos años tenía decidido el título de la muestra, se iba a llamar Viral. El título admitía también una segunda lectura que es el carácter de “pandemia” que cada vez más van teniendo los movimientos migratorios por causas geopolíticas, sociales o económicas. Luego llegó el Covid 19, terminé de montar el mismo día que se decretó la cuarentena obligatoria y me pareció que el título sonaría como oportunista en este contexto. El término ‘viral’ comenzaba a tener un peso terminante y concreto muy fuerte que iba en una dirección distinta a la que imagine en el comienzo, aunque igual de dramática”.

Entre las piezas aparecen escenas de dos niños hondureños intentando mantenerse a flote en el río Suchiate; una niña llevando a su hermano entre los escombros en Siria; la carrera desesperada de una madre con dos de sus hijas escapando de los gases lacrimógenos en la frontera de México con EEUU; la pelea cuerpo a cuerpo de una familia palestina resistiendo la ocupación de sus tierras; una niña turca con una muñeca en brazos, entre escombros que describen la desolación de la pobreza, una placa calada con la inscripción “Ningún ser humano es ilegal”, consigna utilizada en todas las manifestaciones contra la persecución de inmigrantes, como una referida a las protestas en Chile.

"Zeliha" (90 x 40 x 60 cm), "Performer" (120 x 145 x 85 cm) y "Adrenalina" (165 x 60 x 40 cm)
"Zeliha" (90 x 40 x 60 cm), "Performer" (120 x 145 x 85 cm) y "Adrenalina" (165 x 60 x 40 cm)

La octava, Adrenalina, en la que un niño se apunta con un arma, es la única imaginada aunque “inspirada concretamente en la cultura que existe en algunas sociedades de portar armas entrecruzadas con cierta tendencia a reemplazar emociones profundas con estímulos externos y desvinculados de la emocionalidad”.

*”Get out” de Martín Di Girolamo, en Maman Fine Arte, av. del Libertador 2475, CABA. Para coordinar la visita: 4804 3700 / 3800 y galeria@mamanfineart.com.ar

“Una manta secándose al sol”, de María Luque, en Galería Mar Dulce

En Galería Mar Dulce, María Luque presenta Una manta secándose al sol, una muestra compuesta por más de 20 piezas de pequeño formato en gouache sobre papel.

La historia de la exhibición es algo particular, casi como adelantándose a los tiempos por venir, Luque realizó obras que revelan la vida puertas adentro. Así lo cuenta a Infobae Cultura: “Son pinturas que hice entre diciembre del año pasado y marzo de éste, mientras estaba en Italia, viviendo allá. Viéndolo ahora, unos meses después me da un poco de risa, porque son todas escenas en interiores, gente leyendo, gente con sus mascotas”.

“Parece que hubiera pintado sin saberlo la cuarentena, todas las cosas que estoy haciendo ahora, como los libros que se van apilando en la mesa de luz, las flores que comienzan a marchitarse. Quedaron escenas muy similares a lo que después vivimos todos estos meses”.

La exhibición es acompañada con un texto con fragmentos de diarios de pensamiento que se le disparaban mientras las realizaba, como una suerte de mapa interior de la artista y el momento creativo.

En este caso la muestra se inauguró un día antes del comienzo del encierro, aunque ya de forma virtual: “Estaba en Italia, tenía pasaje para venir en marzo, para la inauguración y apenas empezó todo lo del coronavirus allá decidí adelantar porque vi que empezaban a cerrar los pueblos, algunas ciudades, y me dio miedo quedarme varada. Por suerte tenía conmigo todas las pinturas de la muestra porque me volví de apuro”.

“La inauguración estaba programada para el 19 de marzo y si bien no había aún cuarentena la gente ya no salía a la calle y se hizo virtual. Ese mismo día fue el anuncio, que empezó al siguiente. En ese momento fue raro, yo no me llevo con la tecnología, pero desde la galería se las ingeniaron muy bien. Ahora ya estamos acostumbrados”, explica la autora de La mano del pintor, Casa transparente y Noticias de pintores.

*“Una manta secándose al sol”, de María Luque, en Galería Mar Dulce, Uriarte 1490. Para coordinar la visita: whatsapp 15 5319 3597.

“Máquinas de lo sensible”, de Andrés Denegri, en Rolf Art

"Eramos esperados (hierro y tierra)"
"Eramos esperados (hierro y tierra)"

El cine puede estar cargado de simbolismo, buscar la reflexión, o ser para un consumo pasatista apelando a emociones primarias. El trabajo de Andrés Denegri apela al primer grupo. En Máquinas de lo sensible, en Rolf Art, se propone un recorrido por la mirada de este particular artista, que trabaja principalmente con material fílmico y fotografía a partir de instalaciones que buscan generar diálogos, con una poética que bien podría valerle el título de director.

Así, la puesta entrecruza expresiones artísticas como la instalación y la escultura con el concepto de cine expandido de Gene Youngblood y el experimental, mediante la articulación de piezas de formato casero, que rescatan lo artesanal, a través de una presentación de industria, centrado en proyectores Super 8 y 16 mm.

En Aurora en llamas, por ejemplo, Denegri reconstruye el nacimiento del cine argentino a través de una película perdida -como fue La bandera argentina, de Eugenio Py (1897)- en la que inscribe no sólo el olvido y el desprecio por nuestro propio archivo -aún latente- sino que también incluye los históricos fotogramas de Salida de los obreros de la fábrica Lumière, generando un contraste entre una visión nacionalista desde los simbólico y otra desde lo productivo.

Video instalación "Aurora en llamas" de Andrés Denegri

Dentro de ese concepto, entre lo que se quiso y no se pudo, se encuentra Eramos esperados (hierro y tierra), en la que la remake de la obra de Py convive con el registro de marchas obreras históricas, que si bien puede leerse de forma individual -es la primera de esta serie- también en consonancia con la anterior.

La muestra no solo propone la indagación de lo político, lo social y la construcción de yo patriótico a través de filmografías, como sucede con Éramos esperados (plomo y palo). Además, pueden apreciarse Instante Bony, fotografías del artista conceptual Oscar Bony, mientras realizaba piezas de su serie El triunfo de la muerte, conocida también como la de los suicidios, entre otras.

"Instante Bony"
"Instante Bony"

En ese sentido, la experiencia de Denegri -en momentos de consumo audiovisual desmesurado- es una invitación a afinar el ojo, a dejarse interpelar lejos de lo evidente y construir una propia mirada sobre cómo muchas veces nos pensamos.

*“Máquinas de lo sensible”, de Andrés Denegri, en Rolf Art, Esmeralda 1353, CABA. Hasta el 31 de agosto. Para coordinar la visita: info@rolfart.com.ar

“Juan Del Prete. Pintura Montada Primicia”. en Roldán Moderno

Ya está fuera de discusión que Juan Del Petre fue el pionero del arte figurativo en el país. Para 1933, luego de una experiencia en Europa, exhibe su collages parisinos y en el ’34, sus esculturas en la Asociación Amigos del Arte, ante el silencio de la crítica y la oposición de gran parte del mundillo de entonces. Incluso, Romero Brest llegó a decirle en una visita a su atelier: “Dígame Del Prete, ¿usted en serio hace esta pintura?”

Ya para fines de los ’40, las nuevas camadas de artistas de en los movimientos de Concreto-Invención, Madí y Perceptismo lo reconocen como “el único sobreviviente de una generación naufragada” por esa búsqueda constante de un lenguaje propio para diferenciarlo del Grupo de París, por ejemplo.

"Abstracción" 1971 (óleo sobre tela, 97 x 70 cm); "Sín título" 1975 (relieve trabajado en ambas caras en madera con plástico y metal, 101 x 70 x 15 cm), y "Composición abstracta" 1978 (óleo sobre arpillera, 130 x 61 cm)
"Abstracción" 1971 (óleo sobre tela, 97 x 70 cm); "Sín título" 1975 (relieve trabajado en ambas caras en madera con plástico y metal, 101 x 70 x 15 cm), y "Composición abstracta" 1978 (óleo sobre arpillera, 130 x 61 cm)

La historia es en sí triste, porque muchas de esas primeras obras no se salvaron de los arrebatos destructivos del artista nacido en Italia, que rehúso siempre a tener un marchand. En ese sentido, la muestra de Roldán Moderno, curada por Santiago Villanueva, permite recorrer los años en que ya su obra no figurativa era aceptada y deseada, con un fuerte foco en las últimas dos décadas de su trabajo, entre el desecho y la fragilidad, entre el escuelismo y el amateurismo.

Juan Del Prete. Pintura Montada Primicia se presenta “como concepto general de su obra. Los límites son los que los materiales pueden. Del Prete permanentemente está pensando su producción como un sistema cerrado, en el que va y viene temporalmente pero olvidándose de fechas. No solo hace obras a partir de otras destruidas materialmente, sino que destruye obras que aún hoy existen conformando nuevas”, explica Villanueva.

Durante aquellos años finales realiza abstracciones, “que tienen algo de la velocidad que le impactó en las telas de Bocconi cuando estaba en Europa en los años treinta, pero también ensamblajes y collages con todos los materiales que se cruzan en su camino, desde un piso de parquet (que fue levantado de su propia casa) a una bandeja. Aparece constantemente el color rosa, que está en toda su obra de manera indiferente, si hace una figura o un plano, desde un pequeño paisaje de los años veinte hasta la última abstracción en los ochenta”.

*“Juan Del Prete. Pintura Montada Primicia”. en Roldán Moderno, Juncal 743. Hasta el 28 de agosto. Para coordinar la visita: galeria@roldan.cc / +54 11 4394 0830

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