Una niña negra camina entre cuatro hombres adultos que la escoltan: está a punto de entrar a una escuela que hasta ayer nomás era solo para blancos. En la pared, inscripciones racistas y los restos de un tomate que algún energúmeno arrojó a la pared, en rechazo a la medida: la niña representa a una niña afroestadounidense real, Ruby Bridges, quien a los seis años logró ingresar a la escuela primaria William Franz, una escuela pública para niños de piel blanca en Nueva Orleans, el 14 de noviembre de 1960, durante la crisis de desegregación escolar. La escoltan cuatro agentes federales debido a las amenazas contra ella. a los hombres no se les ven los rostros, son cuerpos que acompañan y protegen, la protagonista es ella, Ruby.
La pintura fue realizada durante ese tiempo en el que la lucha por los derechos civiles comenzaba a ver plasmados resultados en las leyes que permitieron terminar con la segregación legal y le dio el derecho al voto a la comunidad negra. En la década del 60 los derechos civiles tuvieron su momento de consagración, en una pelea contra el racismo que aún continúa.
Se trata de un óleo sobre tela y mide 91 cm de largo por 150 cm de ancho. Su autor fue Norman Rockwell (1894 – 1978) un gran artista, un ilustrador, o como a él le gustaba llamarse, un contador de historias. Dibujante de un grandísimo talento, realizó 322 portadas para el periódico Saturday Evening Post a lo largo de 47 años, y durante 64 años ilustró para los Boy Scouts of America. Si sus dibujos adquirieron tanta importancia fue porque reflejaban la cotidianeidad, las costumbres y también los deseos y los trabajos de la sociedad de su tiempo, con una mirada cálida pero no exenta de humor.
En 1963 Rockwell comenzó a ilustrar para Look magazine, una revista liberal en la cual pudo salir del costumbrismo y comenzar a ilustrar además temas relacionados con política e igualdad, como una manera de mostrar una parte más crítica y profunda de su trabajo; fue entonces cuando pintó el cuatro que hoy es nuestra belleza del día.
En el año 2011, el ex presidente Barack Obama tuvo durante varios meses esta pintura cerca de su oficina. De hecho la propia Ruby Bridges lo visitó en la Casa Blanca y hay fotos en las que se los ve a ambos viendo la obra. Cuando ocurrió el episodio real que inspiró a Rockwell, los medios no dieron a conocer el nombre de la niña. El artista solo tenía información sobre su edad, color de piel y el género, y pidió ayuda a una amiga de su familia, de Stockbridge. Fue así que Lynda Gunn, una niña de 9 años y nieta de su amiga posó durante cinco días. Sus pies fueron colocados en bloques de madera formando ángulos para simular una caminata. Lynda estuvo acompañada por el jefe de policía de Stockbridge y tres agentes de Boston. Norman usó una serie de fotografías de sus propias piernas para observar los movimientos de locomoción.
La obra está en el Norman Rockwell Museum de Massachusetts.
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