Sin dudas, el pintor y grabador suizo Félix Vallotton fue el más independiente de todos los integrantes del grupo Nabis, que reunió a Pierre Bonmard, Paul Serusier, Maurice Denis, Edouard Vuilland, Paul Ranson y Aristides Maillol, eso artistas que a finales del siglo XIX fueron un puente entre el post-impresionismo y las vanguardias principios del XX.
El nombre Nabis, que en hebreo significa profeta, refiere a la admiración mítica, a la fe estética, que profesaban por la obra que Paul Gauguin hace en Pont-Aven, basada en ritmos y colores puros y expresivos. Si bien compartían ciertas ideas y objetivos comunes, sus estilos eran bastante diferentes y personales, pero ninguno se mantuvo más al margen que Vallotton, a quien llamaban “el Nabi extranjero”.
Este grupo estudia las estampas japonesas, cautivados por su particular manera de narración visual sin perspectiva y muy plana y en esta pieza, La visita, una témpera sobre cartón de 1899, puede apreciarse esta influencia.
Valotton no se subscribió a un tema, fue del retrato al paisaje, del desnudo a la pintura de género y de vuelta, aunque muchas de su pinturas representan escenas de apartamentos interiores, generalmente con hombres y mujeres, a veces insinuando escándalos o adulterio, a veces en escenas de lo cotidiano. Estas obras, como La visita, revelan puertas abiertas que conducen a habitaciones, realizando una composición a ser completada por la imaginación.
En este tipo de obras, su esposa Gabrielle solía ser la modelo y los apartamentos se parecían a los suyos en la rue des Belles-Feuilles, París. La visita puede disfrutarse en el museo Kunsthaus Zürich.
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