Noruega comenzó a derribar el lunes un edificio emblemático adornado con murales gigantes de Pablo Picasso como parte de los esfuerzos para reconstruir la sede del gobierno, después de un mortal atentado con bomba de extrema derecha.
El edificio de oficinas “Bloque Y” de Oslo, con un dibujo de Picasso en una sección de la fachada de 250 toneladas, será reemplazado por una alternativa moderna y más segura, afirma el gobierno. La demolición -que se realiza tras siete años de protestas, recursos y demandas judiciales- ha dividido fuertemente a la opinión pública: los críticos dicen que la estructura de hormigón brutalista de 50 años es fea y merece ser derribada, mientras que sus admiradores piden su protección.
Picasso colaboró con el escultor noruego Carl Nesjar, quien convirtió los diseños del artista español en grandes obras de hormigón en Nueva York, Barcelona, Oslo y otras ciudades. Usando una pared exterior completa del Edificio Y, Nesjar le dio a Los Pescadores de Picasso un lugar prominente en la capital noruega, y también convirtió Gaviota, un dibujo de piso a techo, en una pared de 60 toneladas en el vestíbulo.
Incrustadas en grandes estructuras metálicas, las dos obras serán desplazados muy lentamente, a menos de 1 km/h, en un vehículo especialmente adaptado. Ambos murales serán llevados a un depósito situado a unas decenas de metros indicó la Dirección General de Obras Públicas (Statsbygg), encargada del trabajo. “La operación es muy lenta” y debería acabarse “el jueves o el viernes”, dijo Pål Weiby.
La estructura de poca altura, construida en 1969 y llamada así por su forma vista desde el aire, albergó el Ministerio de Educación hasta el 22 de julio de 2011, cuando el militante anti-islámico Anders Behring Breivik detonó una bomba en un lugar cercano. El ataque con bomba de 2011, que provocó la muerte de ocho personas, y un tiroteo masivo posterior que dejó otros 69 muertos, fueron las peores atrocidades de Noruega en tiempos de paz.
Ambas obras de arte están siendo retiradas para ser preservadas e instaladas en otro lugar, aunque los activistas dicen que el edificio y el arte van juntos. Mientras los trabajadores separaban el mural, la activista, cantante y compositora Elvira Nikolaisen, dijo: “Hay un proceso de duelo que está sucediendo”. Y agregó: “Al mismo tiempo, el espíritu que muchos mostraron para hacer campaña para proteger el edificio ha sido muy positivo. La gente se ha dado cuenta del valor de estas obras de arte”.
Varios organismos y personalidades de la cultura noruega han protestado, con apoyo de organizaciones internacionales como la UNESCO y una iniciativa ciudadana, por lo que consideran un atentado contra la historia nacional y la ruptura de una unidad artística, ya que los murales fueron diseñados para un conjunto concreto. En los últimos años ha habido recursos administrativos por fallos en el proceso, pero distintas instancias los rechazaron, a pesar de instar al Gobierno a recapacitar, por un motivo: el proyecto es legal porque se basa en un plan que solo contempla el derribo.
El Gobierno apela a temas de seguridad, porque bajo el Bloque Y pasa una circunvalación, y a que aplazar el derribo aumentaría un presupuesto ya disparado; los críticos resaltan que el edificio es anterior al vial y que hay soluciones técnicas, además de que mantenerlo y reducir el área total del complejo sería más barato.
El traslado de los murales ha comenzado mientras está pendiente de resolverse una demanda presentada contra el Gobierno por las familias de Nesjar y de Erling Viksjø, el arquitecto del edificio, junto con el Grupo de apoyo para conservar el Bloque Y. Los demandantes señalan que Viksjø y Nesjar deben ser considerados coautores intelectuales de la obra, no solo Picasso, por lo que no se pueden trasladar los murales sin su permiso.
Con información de Reuters, AFP y Efe
SIGA LEYENDO
Unos históricos murales de Pablo Picasso pueden desaparecer