La belleza del día: “La princesa y los trolls”, de John Bauer

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

"La princesa y los trolls" (1913), de John Bauer. Acuarela (25 cm x 25cm) en el Museo Nacional de Estocolmo, Suecia

John Bauer fue un pintor e ilustrador sueco, que obtuvo notoriedad sobre todo por sus preciosos trabajos en las primeras ediciones de Bland tomtar och troll (Entre gnomos y trolls), una exitosa antología de folklore sueco y cuentos de hadas, que cambió la concepción del arte este tipo de libros al presentar ilustraciones de acuarela de página completa, como sucede con La princesa y los trolls, de 1913.

Nacido en 1882, Bauer cultivó un estilo nacionalista romántico, pero con una fuerte influencia del renacimiento -luego de un viaje a Italia-, pero sobre todo de las culturas sami, también conocido como lapón, uno de los pueblos nómadas más antiguos del mundo, que habitan entre Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. En 1904, visitó Laponia en nombre de un cliente para ilustrar la vida sami, experiencia que dejó una marca indeleble y a la que regresó artísticamente en los trajes, interiores y herramientas representadas en su trabajo.

Por supuesto, hay en Bauer un diálogo con el arte de su época, en especial con el floreciente modernismo -sobre todo en sus trabajos pictóricos-, aunque sus raíces pueden encontrarse en artistas como Theodor Kittelsen y Erik Werenskiöld.

Una característica de su obra es el uso de las acuarelas o estampados en colores monocromos o apagados. Gran parte debido a las limitaciones de la tecnología disponible para la impresión de libros. Por ejemplo, las ediciones de 1907 a 10 fueron en negro y amarillo. Aunque también hay un decisión filosófico-estética: las criaturas suelen recorrer las gamas del gris, el verde y el marrón, como extensión de los colores del bosque, como una parte más del paisaje, y no como algo ajeno.

Si bien Bauer realizó pinturas al óleo y frescos, es con sus ilustraciones donde genera un giro copernicano en la representación de los seres fantásticos, que toman una morfología reconocible aún en estas épocas, dejando de lado el exceso de lo grotesco, corriéndose de lo terrorífico, sin tampoco dejar de representarlos como un contraste de los humanos.

La princesa y los trolls forma parte del cuento Bortbytingarna (Los cambiantes) de la prolífica autora danesa Helena Nyblom. La historia trata sobre un padre troll que está tan enamorado de la pequeña princesa Bianca Maria que la roba de su cuna y la reemplaza con su propio hijo. Los niños crecen y ninguno de ellos encaja con sus nuevas familias, por lo que cuando llegan a la edad de casarse, la situación es insostenible. En sus respectivos días de boda, ambos huyen a sus propios hogares y todo se arregla nuevamente.

En esta pieza, que puede apreciarse en el Museo Nacional de Estocolmo, se aprecian todos los elementos de Bauer: lo difuso de un fondo apaciguado, que como un gran todo se une por contornos delimitados por líneas, mientras en primer plano se recrea una atmósfera que contrasta a los seres del lugar con la doncella etérea.

Después de 1915, Bauer comenzó realizar pinturas monumentales y obras de teatro, pero su carrera se vio interrumpida por su trágica muerte: con apenas 36 años se ahogó junto a esposa, la también destacada artista sueca Ester Ellqvist, y su hijo Bengt, cuando el barco de vapor Per Brahe volcó durante una tormenta en el lago Vättern, durante el otoño de 1918.

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