La belleza del día: “Puente de Londres”, de Kerry James Marshall

En tiempos de incertidumbre y angustia, nada mejor que poder disfrutar de imágenes hermosas

"Puente de Londres" (2017), de Kerry James Marshall. Pintura acrílica sobre tabla (2,137 x 3.037 metros), en la Galería Tate de Londres

Kerry James Marshall es un pintor estadounidense contemporáneo (Alabama, 1955), que ha cobrado notoria atención en los últimos tiempos, a partir del surgimiento del movimiento Black Lives Matter, debido a que muchas de sus obras, en escultura y pintura, exponen la vida y la historia de los afroamericanos.

En una entrevista de 1998 con la revista Bomb, Marshall dijo: “Los negros ocupan un espacio, incluso espacios mundanos, de las formas más fascinantes. El estilo es una parte tan integral de lo que hacen las personas negras que simplemente caminar no es algo simple. Tienes que caminar con estilo. Tienes que hablar con cierto ritmo; tienes que hacer las cosas con un poco de estilo. Y así, en las pinturas trato de representar esa misma tendencia hacia lo teatral que parece ser una parte tan integral del cuerpo cultural negro”.

En esta pieza, llamada Puente de Londres, la comunidad afroamericana parecen no estar en el centro de la escena, a simple vista; de hecho, varios aparecen en segundo plano. Sin embargo, no es así, y con un par al espectador, revela su mensaje.

Para empezar, no es el verdadero Puente de Londres, eso es evidente, sino uno llamado igual en Lake Havasu, Arizona, construido en 1967. En el centro de la imagen se ve a un hombre -en medio de las mujeres que pasean perros- de la comunidad afroamericana que mira de frente, su vestimenta combina -mal- dos uniformes de guardias británicas. Por un lado, los de la reina con sus inconfundibles sobreros y luego el cuello es más cercano a los beefeaters, los guardianes ceremoniales de la Torre de Londres.

El hombre está trabajando como publicidad ambulante para un lugar de comida chatarra llamado Olaudah’s, a quien se ve en el centro del cartel. Olaudah Equiano fue un escritor del siglo XVIII que nació en Nigeria -según su autobiografía, en EE.UU. de acuerdo a historiadores modernos- y vivió en Inglaterra y sus colonias americanas. Equiano fue vendido primero a un capitán de la Marina Real, quien le dio el nombre de Gustavus Vassa y luego a un mercante estadounidense, que le enseñó a leer y escribir. Equiano, finalmente, pudo comprar su libertad, se convirtió en marinero, viajó alrededor del mundo, y en Londres se unió al movimiento abolicionista.

Marshall construye así, con este gesto, una pequeña parábola. La del afroamericano que se construye en un comerciante exitoso a partir de la educación y utiliza el Puente de Londres como metáfora de la unión de dos mundos, a la vez que resalta que ese espacio es hoy un destino turístico. Al mismo tiempo, hace una matizada denuncia: el empleado tiene uno puesto mal pago, en un espacio que es habitado en su mayoría por blancos, y que a pesar de vestir orgulloso el emblema de un abolicionista eso no le ha servido de mucho en la esclavitud del dinero y las condiciones laborales desiguales.

Puente de Londres es una pintura muy reciente, de 2017, que fue adquirida por la Fundación Tate América, cortesía del Comité de Adquisiciones de América del Norte, y que hoy se encuentra en un préstamo a largo plazo en la Galería Tate de Londres.

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