El Museo del Cabildo, que es actualmente el primer museo histórico nacional más concurrido de la Argentina con más de 500 mil visitantes por año, será sometido a un proceso de ampliación que incluirá la mudanza de la Comisión Nacional de Patrimonio a otro emplazamiento para disponer de una mayor superficie, una decisión que es resistida por algunos integrantes del organismo que alertan sobre “el riesgo que supone el traslado y la reinstalación de su archivo histórico”.
El plan de refuncionalización del Museo del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo, propuesto por la Secretaría de Patrimonio Cultural y la Dirección Nacional de Museos, planifica la reestructuración del edificio donde funciona el museo histórico para el año próximo.
El motivo es la falta de espacio del que dispone el “museo situado”, entre cuyas funciones está la de mantener viva la historia de los acontecimientos de la Revolución de Mayo desde una mirada histórico pedagógica.
“La situación de la crisis sanitaria mundial y los nuevos protocolos sanitarios que deberán adoptar los museos para garantizar el distanciamiento social al momento de su reapertura, no hicieron más que acelerar una decisión previa del proyecto de mudanza y adecuación edilicia”, señala Valeria González, secretaria de Patrimonio del Ministerio de Cultura.
El proyecto sumará dos salas de exposiciones temporarias, una sala de reuniones y otra de Extensión Educativa y Programas Públicos. También se prevé una nueva cubierta y puesta en valor de la excavación arqueológica, una tienda, un café en el sector del patio y nueva señalética exterior, según un comunicado.
El objetivo de la mudanza y la reforma responden a mejorar las condiciones de trabajo para ambas instituciones, que coexisten en el mismo emplazamiento desde hace 80 años, luego de la nueva reforma edilicia de 1938, realizada por Mario Buschiazzo, quien supervisó la reconstrucción del Cabildo.
Actualmente el museo tiene una sola sala para clases, cursos, programas públicos y exposiciones temporarias, limitando las múltiples funciones desplegadas al público.
“El museo no cuenta con el espacio necesario para su funcionamiento, en casi todas sus áreas, ya que sus espacios son excesivamente reducidos. Se necesitan espacios para poder trabajar en la restauración de las obras, la acción educativa, la producción y el montaje de las muestras, para la investigación histórica y la clasificación de objetos que se obtienen en la excavación y las charlas que se realizan”, explica el director del espacio, el historiador Horacio Mosquera.
Las modificaciones implican avanzar sobre el espacio que ocupa la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, a la cual le darán una nueva sede en el Palacio Casey, de la Avenida Alvear 1690. La mudanza implica el traslado de oficinas, archivo y biblioteca de la entidad. Además de contar con la infraestructura idónea para desarrollar sus actividades, la sede propuesta por el Ministerio de Cultura reviste importancia simbólica y patrimonial, en sintonía con la relevancia que la Comisión representa en la historia y la cultura argentinas, señalan desde la Secretaría.
“Este proyecto cuenta con el consenso de la Comisión representada por su comisión directiva (conformada por presidente y vocales), la cual mantiene sus propios canales de comunicación y diálogo. Y en lo relativo a todos los aspectos de la nueva sede, necesidades de espacios y requerimientos específicos, estos están siendo trabajados en conjunto”, comenta González.
Sin embargo, algunos integrantes de la Comisión están en desacuerdo con la mudanza y lanzaron una petición en la plataforma Change.org que ya lleva reunidas más de 600 firmas bajo el argumento de que el futuro emplazamiento en el edificio de Alvear 1690 “no fue diseñado para este tipo de uso” y que su adecuación “sería demasiado costosa”, además “del riesgo que supone el traslado y la reinstalación de su archivo histórico y de la biblioteca especializada” porque la sede propuesta no cuenta con espacios adecuados para su adecuada conservación”.
González considera que hay que verlo en perspectiva: “Lo que se argumenta es cierta relación de connaturalidad entre la Comisión y el predio del Cabildo, si uno se remonta a 80 años atrás. El Cabildo como museo y la institución de la Comisión de Monumentos son como las dos caras de un mismo proceso iniciado hace 80 años”, analiza.
“En estos años se creció de tal manera que el predio inaugural que alojaba a ambas instituciones ya no es suficiente para ambas con el crecimiento que han tenido y la importancia creciente que tienen para todos los argentinos”, explica.
Para la secretaria de Patrimonio, el Museo del Cabildo no se puede mudar porque es un “sitio específico”, sin por ello desestimar la historia que la Comisión tiene en el edificio. “El propio crecimiento de la Comisión con su actividad y número de miembros lleva a que la sede actual quede chica e incómoda en aspectos funcionales”, sostiene.
Un ejemplo reciente y cuantitativo muy explícito son las 22.000 personas que se se inscribieron al “Panorama del Patrimonio Arquitectónico Argentino en sus Monumentos Históricos Nacionales” que desarrollan, lo que demuestra la relevancia del tema y el interés de la gente en conocer el acervo nacional.
En sintonía con esto, González señala que para 2021 están planificando una gran jornada internacional para discutir, desde una perspectiva contemporánea, los bordes entre el patrimonio material y el patrimonio inmaterial o intangible, cuyos límites se vuelven fructíferamente imprecisos.
“De alguna manera toda esta cuestión sociosanitaria vuelve un poco más urgente estás necesidades también. Es un problema que nos precede. Esta situación problemática, casi asfixiante del espacio en relación al museo del Cabildo no apareció en diciembre, la viene sufriendo y observando hace tiempo”, concluye González.
Fuente: Télam
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