La coordinadora del Plan Nacional de Lectura Natalia Porta López, autora de literatura infantil y organizadora del Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura, detalla el alcance de la biblioteca digital Leer en casa y da su mirada especializada sobre la lectura en este momento particular que vive el mundo, sin acceso a las bibliotecas y con un mundo editorial en crisis.
Porta López explica que desde su coordinación acompañan el Programa Seguimos Educando con propuestas de textos literarios que se comparten no sólo en los programas de radio y tv, sino a través de las colecciones de las bibliotecas digitales que se encuentran en el portal seguimoseducando.gob.ar, apartado Seguimos Leyendo y Leer en casa.
Esta biblioteca digital acerca libros comerciales a todo el sistema educativo argentino gracias al aporte de 750 autoras y autores nacionales e internacionales y 33 editoriales argentinas, con el acompañamiento de la CAL, CAP y Fundación El Libro.
Además, el Ministerio, que plantea que la lectura es un derecho inalienable de los niños, niñas y adolescentes y las comunidades educativas, lleva entregados más de 24.000.000 de cuadernos impresos que buscan alcanzar a todos los niños, niñas y adolescentes que no poseen conectividad a Internet o que su conexión es de baja calidad.
El cuaderno Recreo de la serie 5, por ejemplo, cuenta con una amplia selección de textos para todas las edades y una propuesta para organizar la lectura diaria en familia. “A través de la experiencia de la lectura, se democratiza el acceso y la apropiación del conocimiento y se favorece los procesos de enseñanza y aprendizaje”, explica la escritora.
Porta López (Rafaela, 1973) es escritora y periodista y además de coordinar el Plan Nacional de Lectura, dirige la Fundación Mempo Giardinelli, dedicada al fomento del libro y la lectura y, desde el 2001, el Programa de Abuelas Cuentacuentos.
-¿Se ve mucho movimiento en las redes del Plan de Lectura en el contexto de la emergencia sanitaria?
-El ministro Nicolás Trotta propuso que cada jornada los chicos, chicas y adolescentes pudieran tener una lectura compartida en voz alta. Pensamos entonces cómo podíamos facilitar, a pesar de la imposibilidad de encontrarse en el salón de clases, que docentes, bibliotecarios, bibliotecarias y familias tuvieran a mano un texto literario por día para cumplir con ese objetivo. ¿En qué formato les resultaría más fácil recibir un poema o un cuento diario para enviarlo a su vez a los chicos? Se nos ocurrió que la unidad de sentido más pequeña que circula a gran velocidad por las redes son las imágenes. Así nació la campaña “Porque te quiero, me quedo en casa a leer”. Miguel Rep nos regaló la imagen que la identifica. Por las tardes y cotidianamente, desde las redes sociales del Plan proponemos buena literatura que las familias pueden compartir antes de dormir.
Las maestras, maestros, bibliotecarios y bibliotecarias nos agradecen desde todo el país, nos envían dibujos que los chicos y chicas hacen a partir de los textos. Los adultos y adultas del hogar nos envían fotos de los momentos de lectura en familia. Las y los docentes graban, mandan audios, se filman leyendo los textos sugeridos y hasta los han musicalizado. Esto es importante porque se nota la apropiación, lo que llega a los chicos y chicas es la voz significativa de quien se encuentra con ellos a través del texto. También, mediante las redes compartimos charlas en vivo con especialistas que acompañan el trabajo, las y los mediadores con saberes útiles para la tarea de convidar lecturas.
- ¿Qué prepara el Plan de Lectura para los próximos meses?
-Tenemos por delante propuestas de formación docente a través del Infod; la compra y distribución de una colección para todos los niveles de la educación obligatoria y la presentación de la nueva colección Leer por leer destinada a las escuelas primarias que está prácticamente lista. Se trata de más de 500 textos seleccionados por grandes autores: María Teresa Andruetto, Oche Califa, María Cristina Ramos, entre otros, con la coordinación de Mempo Giardinelli. Las políticas para la construcción y el fortalecimiento de una red de mediadores en todo el país las estamos diseñando y articulando con las 24 jurisdicciones educativas del país. Estamos en plena etapa de diagnóstico participativo, con miras a una planificación federal, que incluirá formación para docentes y bibliotecarios, más y mejor acompañamiento a las comunidades de lectura en escuelas, bibliotecas y espacios alternativos.
-¿Cómo influye en los lectores la cuarentena?
- Creo que hubo un primer momento de shock, en el que a los lectores y lectoras se nos hizo muy difícil encontrar la serenidad necesaria para la lectura. Asumimos tareas domésticas, de acompañamiento a las clases si hay niños y niñas en la casa, rutinas nuevas de teletrabajo. Con el correr de los días, cada quien fue reencontrando su ritmo y sucedió que cuando las librerías fueron autorizadas a vender, se multiplicaron los pedidos.
Hubo una enorme oferta de libros y lecturas online que suplieron en gran medida una carencia de estos tiempos que no necesariamente tiene que ver con la situación económica: la ausencia de bibliotecas personales en los hogares. Quizás, esta situación nos haga volver a valorar el armar una pequeña biblioteca en el cuarto de los niños y niñas y en el ambiente que comparte la familia.
- En tu experiencia cómo divulgadora de la lectura ¿cómo visibilizás el futuro del libro?
- Saludable siempre. Más allá de los altibajos de la industria y de toda la cadena del libro como mercancía, lo que se ve es una efervescencia creativa entre autores, ilustradores, editores, lectores... Las bibliotecas son una fuerza de nuestro país que nos sostiene en nuestra memoria y en nuestra identidad por eso la importancia de acompañarlas y fortalecer las comunidades de lectores y lectoras.
Fuente: Télam
SEGUÍ LEYENDO