Eduardo Costantini (h) creció en un ambiente en el que el arte ayudó a construir su mirada. Y de alguna manera direccionó su sensibilidad hacia el desarrollo de una carrera profesional no solo orientadas hacia las artes, sino también hacia un concepto más relacionado a lo experimental, a lo independiente, pero sobre todo hacia la función principal que tiene la creatividad: ayudar a la reflexión, elevar la espiritualidad, por sobre el concepto de simple objeto de consumo pasatista.
Instalado en Nueva York desde hace algunos años, Edo, como lo llaman, estudió cine, música -compone música experimental y estudia música clásica todos los días- y administración de empresas. En la actualidad, se encuentra al frente de Kabinett, un proyecto con el foco puesto en miradas artísticas independientes o disruptivas, cuyo contenido está ligado al cine, la música, las artes plásticas y cierta filosofía de vida ligada al yoga, la naturaleza y la paz interior.
Entre 2001 y 2006, Fue el primer director del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), cuyo fundador fue su padre Eduardo Costantini, economista y empresario argentino dedicado al mercado inmobiliario y financiero. Allí creó Malba Cine, un espacio que apuesta al cine de autor y que -en épocas sin pandemia- se convirtió en uno de los reductos más importantes para los cinéfilos que buscan propuestas fuera del mainstream. Además, junto con Mariano Llinás, crearon La Película del Mes.
Antes de su paso museológico, trabajó en el Bafici, armando retrospectivas sobre directores como de Chantal Akerman, Abas Kiarostami y Glauber Rocha, entre otros. Costantini se encargaba de recolectar sus obras por todo el mundo y exhibirlas en el marco del festival. En ese sentido, esta experiencia fue el disparador para unirse al proyecto de Mubi, del turco Efe Cakarel, la original plataforma de cine independiente y cine arte por suscripción número uno del mundo, que ofrece una selección curada de películas, donde es inversionista desde 2007. Por otro lado, entre fines de los ’90 y hasta 2014 aproximadamente, fue productor de 14 películas con Costa Films, entre las que figuran Tropa de Elite y una de las primeras películas que rodó Jennifer Lawrence.
Ahora su foco está puesto en Kabinett, plataforma lanzada en 2017, como un espacio para videoclips de autor, con foco en la música y las artes visuales, que también tiene un componente de red social, y que el Wall Street Journal llamó entonces el anti-Instagram. Hoy, este proyecto ya afianzado se refuerza a partir de producciones propias. En este intercambio vía mail con Infobae Cultura, Edo Costantini repasa las claves de estos proyectos y cómo unos están atravesados por otros.
- ¿Cuál es el concepto de Kabinett?
- Kabinett es una plataforma de streaming dedicada a las artes, el cine, la música y la espiritualidad, con una variedad de contenidos desde cortometrajes, documentales, videoclips, animaciones, hasta una película épica, quizás la más larga de la historia del cine argentino... En nuestro catálogo tenemos La Flor de Mariano Llinás, una miniserie de El Pampero Cine y el Grupo Krapp, entrevistas con ambientalistas y líderes espirituales como Deepak Chopra, videos de Patti Smith, Sean Lennon, Delia González, Diego Tuñon y Melero, entre otros…
Próximamente, vamos a lanzar una serie de conferencias realizadas durante la pandemia, en colaboración con Inner Peace Conference, donde se podrá escuchar a Laurie Anderson. Otros artistas que forman parte de Kabinett son The Soundwalk Collective, Juana Molina, Alejo Moguillansky y Liliana Porter. La idea es reunir en un mismo espacio una selección con lo mejor del arte, el cine y la música.
- Fuiste el primer director del Malba, creador de la sección de Cine, ¿cómo sirvió aquella experiencia para este nuevo proyecto?, ¿qué puntos en común y diferencia tienen?
- Trabajé 6 años en Malba, y el haber trabajado con varios curadores y artistas en distintas disciplinas me sirvió para afinar mi mirada. Yo me ocupaba de proponer y organizar exhibiciones de arte y cine, entre otras cosas. Durante esos años produje varias exposiciones y retrospectivas de cine que formaron parte del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI): La feminista belga Chantal Akerman, el argentino Leonardo Favio, el padre del cine moderno latinoamericano Glauber Rocha, el irrepetible cineasta minimalista iraní Abbas Kiarostami, y el mexicano Arturo Ripstein, entre otros. Todas estas iniciativas requirieron mucho tiempo de estudio y aprendizaje. Cada exposición llevó al menos dos años en el armado, y fueron acompañadas de catálogos que hoy pueden encontrarse en el museo, tengo muy buenos recuerdos de esta época de mi vida.
Fue precisamente en 2006 cuando me di cuenta que el mundo necesitaba una plataforma digital para poder descubrir cine de calidad, que no tenía su espacio en este mundo virtual. Un espacio para ver cine de autor, que valiera en tiempo y forma, poder encontrar a cineastas que de otro modo quedarían en el olvido, revalorizar sus obras en la contemporaneidad. Así surgió Mubi (antes lo llamamos The Auteurs, justamente porque en Mubi se descubre el trabajo de autores) 14 años han pasado desde ese momento, y a principios de 2017, ya viviendo en Nueva York, me di cuenta de un nuevo paradigma que estaban necesitando las plataformas digitales. Dentro de la multidireccionalidad en la que fluye el trabajo audiovisual, consumimos obras de larga y corta duración. Hoy el mundo necesita una plataforma como Kabinett, que combina todas las artes y todas las disciplinas, dando lugar a voces consagradas y emergentes, a activistas, ambientalistas, entre otros. También nos dispusimos a la idea de producir contenido propio, lograr crear obras de calidad para consumo consciente.
- Con Mubi propusiste una plataforma de cine independiente y de arte, que va en contraposición en un espacio digital que es liderado por el mainstream, ¿por qué consideras importante dedicarte a propuestas visuales que escapan a lo que genera el mercado más masivo?
- El mercado masivo tiende al entretenimiento, a la dispersión y apunta satisfacer al hombre dormido, el flujo diario de imágenes que consumimos es cada vez más grande. Desde Kabinett y Mubi, apuntamos a un espacio que invita a la reflexión y a la apreciación de las artes, homenajeando el trabajo de grandes artistas que han marcado tendencias cinematográficas. Algunos ejemplos: Herzog, Truffaut o Francis Ford Coppola.
Hay muchos artistas emergentes sin un espacio propio para mostrar su trabajo, muchos se niegan a subir su trabajo a Youtube o Vimeo, el interés por espacios digitales interesantes es creciente. No solamente por parte de estudiantes, sino de artistas, músicos e intelectuales de todo el mundo, personas que están saturadas de tanta información chatarra, tanta porquería creada para vender y tapar mentes. Por esto nace Kabinett, como una nueva propuesta para amantes del ‘art-house’, un espacio digital curado con contenidos de calidad, dispuesto a afinar nuestros pensamientos, nuestra mirada. Una plataforma en busca de artistas sin importar su raza, género o nacionalidad, lo que queremos ver es lo que los mueve a contar y crear desde su mundo, y que el público pueda encontrarlos ante la saturada oferta de entretenimiento vacuo.
- ¿Cuál crees que es el espacio del arte en lo cinematográfico hoy?
- El cine es una de las artes más poderosas porque combina la imagen en movimiento con el sonido. El cine tiene entre otros, la responsabilidad de dar a conocer los temas relevantes que marcan a una época, hoy, por ejemplo, de dar a conocer los desastres climáticos, denunciar las injusticias sociales, combatir el racismo y la violencia de género, y de la misma forma difundir el trabajo de tantos líderes espirituales que nos inspiran, como Marthin Luther King o San Francisco de Asís.
- ¿Cómo ves la evolución de este tipo de propuestas?, ¿qué es lo que te motiva a llevarlos adelante?
- Sin arte no podría vivir, es lo que nací para hacer… Producir obras audiovisuales originales o revisar, estudiar y seleccionar obras ya existentes. Es mi labor desde hace 20 años.
Primero, en mi trabajo en Malba y Mubi, y ahora en Kabinett, siento que mi trabajo como curador es muy relevante, hoy más que nunca en estos tiempos distópicos que vivimos, siento la responsabilidad de apoyar y dar a conocer trabajos de artistas, músicos y cineastas cuyos trabajos ayuden a la reflexión. Hace poco tuve el honor de conocer a Bong Joon Ho, director ganador del Oscar por su film Parasite, una película que habla sobre el desastre climático y la desigualdad social, en la cual nos vemos reflejados sin importar el lugar donde vivimos. Lo que sentimos con los personajes de Parasite es universal. Me interesaba saber su opinión sobre cómo hacer para combatir la creciente desigualdad social en el mundo. El aclamado director me respondió “Hoy la situación es mucho más compleja de lo que creemos porque el enemigo es invisible”. Y tiene razón, mira lo que nos pasa hoy, estamos encerrados, sin saber muy bien por qué, miramos para todos lados y no encontramos al culpable... Desde Kabinett, vamos a seguir trabajando para aportar algo de luz entre tanta oscuridad, para que el mundo en el que vivimos sea un poco mejor.
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