Cajas Chinas Online surge de mi naturaleza transformadora. Siempre que la vida me acorrala, me refugio en mi capacidad escorpiana de renacer de las cenizas, de hacer con lo que hay, de intentar “dar a volta por cima”, como dicen en Brasil.
Menciono a Brasil porque es aquí, en mi espacio de creación CASADASARTES, localizado a 25 km de São Paulo, en medio de una exuberante floresta nativa, donde este fuerte cimbronazo me agarró. El 17 de Marzo regresaría a Buenos Aires para ser jurada de la Competencia Latinoamericana del Bafici y para estrenar mi más reciente película en la sección Vanguardia y Género, pero la vida tenía otros planes para mí, y para todos.
El cierre de los aeropuertos me dejó del lado de afuera de mi país, en una región donde sabía que la pandemia pegaría fuerte, pero donde también tengo mi templo de creación: es aquí donde escribo mis guiones, edito mis películas, ensayo mis espectáculos. Y, evidentemente, durante esta cuarentena no iría a ser diferente.
Al principio me entregué a los misterios de la huerta orgánica, al programa de subirme a los árboles frutales, a largas caminatas por el bosque con mi perro Leão. Pero a los pocos días, esa fuerza creativa que siempre me salva se pronunció fuerte: imaginé un policial en el cual 6 personajes conversarían en tiempo real sobre la desaparición de un botín. El botín refería al capitalismo, a la civilización que claramente había fracasado, a todo aquello a lo cual tan agarrados estábamos y habíamos perdido.
Otra cosa que indudablemente me inspiró fue la idea de indagar el nuevo formato al cual nos veíamos obligados. Si hay algo que caracteriza mi trabajo es la curiosidad por descubrir nuevos canales de expresión (he indagado el teatro clásico y el físico, las técnicas aéreas y la danza, el cine de ficción y documental) y estas circunstancias no serían la excepción. Por otro lado, sabía que había un público necesitando distender y actores queriendo trabajar y me pareció que esta incipiente idea podría funcionar como puente.
La conversación en tiempo real que vislumbré tendría mucho de teatro, pues sería en vivo y en algo se parecía a las películas de Hollywood de los años 60, en las que se dividía la pantalla para que Doris Day y Rock Hudson pudieran conversar. Entonces, y para escaparme de las etiquetas y discusiones reinantes, decidí ponerle nombre a este formato que integraba los dos mundos a los cuales dediqué mi vida artística y lo llamé Cineateatro.
El método de crear espectáculos que desarrollé con mi compañía, la Kris Niklison Theatre Company, en los 20 años en los que viví en Amsterdam, y que se alinea con la idea del actor-creador, consiste en guiar actores a través de improvisaciones para que el material de la obra salga de la infinitud del inconsciente y no de los límites de la razón.
Así fue que llamé a Daniel Aráoz, un actor del cual conocía su increíble capacidad de improvisar por su participación en mi película Vergel, y cuya impronta combinaba con esta historia de bandidos que quería contar. Daniel recomendó a Roly Serrano y a Romina Gaetani quienes también resultaron grandes improvisadores. Ya intuyendo que la historia tendría algo “chino”, por la ironía con la que quería referir a algunos temas de actualidad, convoqué a Sang Ming Lee, una actriz de origen coreano que había demostrado sus increíbles aptitudes en mi largometraje Vergel, y para aprovechar las posibilidades de trascender los límites del espacio que el formato ofrecía, llamé al actor brasileño radicado en Los Angeles, Ivo Müller. Completé el grupo con mi asistente Mi Chan Tchung de São Paulo, quien colabora en mis proyectos, en todos los aspectos posibles, desde hace 10 años ya.
Trabajamos 2 meses y medio, por Zoom, todas las noches, de lunes a viernes. Reí a carcajadas con las desopilantes locuras que mis colegas desplegaban y también me cansé muchísimo dirigiendo la batuta a la distancia. Mis mañanas, mis tardes y mis fines de semana los pasaba escribiendo, pensando las consignas de las improvisaciones, imaginando sorpresas para los actores, buscando en mi interior los giros de acción, la estructura de la narrativa, el alma de la historia.
En ese proceso de escribir la dramaturgia hubo un antes y un después el día que mi asistente me recordó una frase de la Kabbalah: Lo aparente de lo aparente/ Lo oculto de lo aparente / Lo aparente de lo oculto / Lo oculto de lo oculto. Siempre me resultó curioso lo que inspira a un artista. Fue esa frase en medio de este proceso la que me trajo la idea de que la desaparición del botín se fuera revelando a través de una serie de velos, trazando así un gran paralelo con la realidad en la cual estamos atrapados, de la cual nadie sabe realmente nada. Así bauticé la obra de Cajas Chinas Online.
Cajas Chinas es a la vez una excepción y un bálsamo en mi carrera profesional. Una excepción porque por primera vez me permití alejarme de la poesía para animarme a un policial. Un bálsamo porque, para ser cruelmente honesta, la verdadera motivación del proyecto ha sido escaparme de la realidad que me rodea, del único modo posible para el artista, que es creando.
Más de un muerto por minuto en Brasil, amigos internados y una sin poder hacer nada. Elegí entonces la única salida que conozco, el único canal de escape posible: de vez en cuando leía alguna noticia para no estar desinformada, pero mi líbido y mi mente estaban claramente en ese proceso creativo que se apoderó de mí durante 80 días de los 100 que llevamos encerrados.
Si algo aprendí de mi madre, protagonista de mi primer largometraje, Diletante, y maestra en el arte de vivir; es que podrán atrapar tu cuerpo, pero tu espíritu y tu mente, jamás.
*Cajas Chinas Online, todos los jueves a las 22hs. Con actuaciones de Daniel Aráoz, Roly Serrano, Romina Gaetani, Ivo Müller, Sang Min Lee y Kris Niklison. Venta de entradas exclusivamente por ticketek.com.ar. Localidades $ 400.
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